La reforma que divide a Venezuela
A tres semanas de la consulta sobre la nueva Constituci¨®n, sus partidarios y detractores pugnan con la intensidad de una campa?a electoral presidencial
Tras la reelecci¨®n de Hugo Ch¨¢vez como presidente de Venezuela en diciembre de 2006, muchos ciudadanos respiraron aliviados porque confiaban en que 2007 no fuera un a?o electoral. Pensaron que podr¨ªan librarse de las tensiones pol¨ªticas que han tra¨ªdo consigo las nueve consultas electorales nacionales llevadas a cabo desde 1998 en un pa¨ªs al que, parad¨®jicamente, se acusa con frecuencia de tener una democracia amenazada.
Estaban equivocados. La determinaci¨®n de Ch¨¢vez de reformar la Constituci¨®n Nacional este mismo a?o ha colocado nuevamente a Venezuela en la marejada de la medici¨®n de fuerzas entre los partidarios y los adversarios del proyecto que lidera el jefe del Estado venezolano.
En las calles se han registrado episodios de violencia que hasta ahora han dejado una veintena de heridos, entre ellos varios estudiantes y otros tantos polic¨ªas. El incidente m¨¢s grave ocurri¨® el pasado mi¨¦rcoles en la escuela de Trabajo Social de la Universidad Central de Venezuela, donde un grupo de encapuchados, presuntamente simpatizantes del Gobierno, dispar¨® armas de fuego mientras manifestantes opositores manten¨ªan bajo asedio a un centenar de estudiantes chavistas.
El proyecto de reforma de la Constituci¨®n qued¨® definitivamente aprobado la semana pasada por el Parlamento venezolano y de inmediato fue enviado al Consejo Nacional Electoral, que procedi¨® a convocar el refer¨¦ndum popular que determinar¨¢ si los 80 cambios practicados al texto legal entran o no en vigor. La consulta se celebrar¨¢ el 2 de diciembre.
La reforma original, presentada el 15 de agosto por el presidente Ch¨¢vez, inclu¨ªa 33 art¨ªculos. La Asamblea Nacional llev¨® a cabo las tres discusiones que prev¨¦ la misma Constituci¨®n para su reforma y durante esos debates se incluyeron 36 art¨ªculos adicionales y 11 disposiciones transitorias.
En la sesi¨®n parlamentaria final se acord¨® que el proyecto ser¨¢ votado en dos bloques: uno integrado por los 33 art¨ªculos propuestos por Ch¨¢vez y otros 13 seleccionados entre los a?adidos por el Parlamento, y un segundo bloque con el resto de las normas incorporadas por los diputados. Entre las principales modificaciones contenidas en la reforma se encuentra el aumento del mandato presidencial a siete a?os y el establecimiento de la reelecci¨®n sin l¨ªmite para el jefe del Estado.
Tambi¨¦n se estipula la creaci¨®n del Poder Popular, una nueva instancia en pie de igualdad con los poderes ejecutivo, legislativo, judicial, electoral y moral. Este poder se materializar¨¢ en instancias de base, tales como comunas y consejos comunales. Seg¨²n el texto propuesto, "no nace del sufragio ni de elecci¨®n alguna, sino que nace de la condici¨®n de los grupos humanos organizados de la poblaci¨®n". Tambi¨¦n se elimina la autonom¨ªa del Banco Central de Venezuela, que pasar¨¢ a estar subordinado al Ejecutivo.
Los dos art¨ªculos que constituyen el verdadero gancho electoral de la reforma son el que contempla la reducci¨®n a seis horas de la jornada laboral y el que plantea extender el sistema de seguridad social p¨²blica a los trabajadores por cuenta propia, tales como taxistas, vendedores ambulantes, barberos y fontaneros.
El cambio constitucional apunta a convertir a Venezuela en un Estado socialista. Esto se expresa en varios de los art¨ªculos a trav¨¦s de la prohibici¨®n del latifundio y en el enfoque del concepto de propiedad, que ya no s¨®lo se califica como p¨²blica o privada, sino con una gama de opciones relacionadas con formas colectivas y mixtas.
Los art¨ªculos agregados por el Parlamento tambi¨¦n contienen novedades. Por ejemplo, se establece una norma que obliga a la paridad en la presencia de mujeres y hombres en los cargos de representaci¨®n pol¨ªtica. Se rebaja a los 16 a?os la edad m¨ªnima para votar y se refuerza la protecci¨®n a las minor¨ªas para evitar la discriminaci¨®n por razones de salud o de orientaci¨®n sexual.
Uno de los puntos m¨¢s pol¨¦micos fue la reforma del art¨ªculo 337 de la Constituci¨®n aprobada en 1999, relativo a los estados de excepci¨®n que puede decretar el Gobierno en situaciones de conmoci¨®n o de emergencia nacional. La nueva redacci¨®n permitir¨¢ al Gobierno restringir la libertad de informaci¨®n en este tipo de situaciones.
El estudio de la reforma permite observar las fisuras que han surgido entre las fuerzas de la Asamblea Nacional, todas afines al Gobierno, despu¨¦s de la retirada de los partidos opositores en las elecciones legislativas de diciembre de 2005.
El Partido por la Democracia Social (Podemos), antiguo aliado de Ch¨¢vez y convertido ahora en la ¨²nica referencia opositora en el Parlamento, rechaz¨® la propuesta en su conjunto. "No es cierto que esto haya sido producto de discusiones con el pueblo. Es falso que se le haya consultado a la gente", dijo Juan Jos¨¦ Molina.
"?sta ha sido una reforma palaciega: la hicieron entre el Palacio [presidencial] de Miraflores y el Palacio Legislativo", asegur¨® el diputado Ricardo Guti¨¦rrez, tambi¨¦n del grupo parlamentario de Podemos.
La disidencia m¨¢s importante en el seno del chavismo se produjo, sin embargo, al margen del Parlamento. El general en jefe retirado Ra¨²l Baduel, ex ministro de Defensa y pieza clave en el restablecimiento de Ch¨¢vez en el poder, tras su derrocamiento en 2002, se pronunci¨® p¨²blicamente en contra de la reforma, generando fuertes turbulencias internas tanto en c¨ªrculos civiles como militares, cuyas consecuencias a¨²n est¨¢n por verse.
La grieta interna no ha parado de extenderse. Por dar unas declaraciones a favor de Baduel fue expulsado del Partido Socialista Unido de Venezuela el diputado Luis Tasc¨®n, un destacado l¨ªder del chavismo otrora satanizado por la oposici¨®n por haber colgado en su p¨¢gina web una lista de las personas que firmaron para solicitar el refer¨¦ndum revocatorio contra Ch¨¢vez en 2004.
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