La corte de La Haya, nuevo escollo entre la UE y Centroam¨¦rica
Bruselas pide al istmo que se adhiera al Estatuto de Roma y reconozca a la CPI
La ratificaci¨®n de la Corte Penal Internacional (CPI) se ha convertido en un nuevo escollo en las negociaciones de la Uni¨®n Europea (UE) y Centroam¨¦rica sobre un acuerdo de asociaci¨®n birregional. La petici¨®n de Bruselas para que el bloque de los cinco pa¨ªses del istmo americano ratifiquen el Estatuto de Roma ha provocado reacciones de rechazo de los mandatarios, que se reunieron el mi¨¦rcoles en la capital costarricense, San Jos¨¦, para consensuar una respuesta com¨²n a un planteamiento que califican de un "condicionamiento" m¨¢s en el proceso.
"Los cr¨ªmenes m¨¢s graves que preocupan a la comunidad internacional no deben quedar sin castigo y su procesamiento se deber¨ªa garantizar mediante medidas nacionales o internacionales, seg¨²n corresponda y con pleno respeto a los ordenamientos jur¨ªdicos internos de los Estados, reconociendo la potestad soberana de los Estados de adherirse o no al Estatuto de Roma", concluyeron tras su reuni¨®n los cinco presidentes centroamericanos en relaci¨®n con el instrumento jur¨ªdico internacional creado para 1998 para procesar cr¨ªmenes de guerra y de lesa humanidad, ahora a cargo del tribunal ubicado en La Haya.
El comunicado conjunto fue le¨ªdo por el presidente de El Salvador, El¨ªas Antonio Saca, cuyo pa¨ªs es uno de los tres centroamericanos que no reconoce a la CPI ni pretende hacerlo, seg¨²n explic¨® Saca, con el argumento de que la propia Constituci¨®n salvadore?a obstaculiza el reconocimiento de un estatuto que tampoco han suscrito potencias como Estados Unidos, Rusia y China. En el istmo, Nicaragua y Guatemala tampoco reconocen a la CPI.
S¨ª son signatarios del protocolo Honduras y Costa Rica, cuyo canciller, Bruno Stagno, preside la Asamblea de Estados Partes de la CPI. Centroam¨¦rica, sin embargo, se ha tomado a pecho la exigencia europea de hablar con una sola voz y ahora pide a coro que Bruselas respete sus realidades y deje de condicionar la negociaci¨®n del acuerdo, con el objetivo de poder suscribirlo en 2009 y adelantarse as¨ª a la regi¨®n andina y a Mercosur. Los pa¨ªses centroamericanos no renuncian al sue?o de nuevas y m¨¢s favorables reglas comerciales con la comunidad europea.
El presidente nicarag¨¹ense, Daniel Ortega, record¨® en conferencia de prensa los Acuerdos de Paz Esquipulas II, que marcaron el fin de cruentas guerras calentadas por las ¨²ltimas chispas de la guerra fr¨ªa, acaban de cumplir 20 a?os. "Mucho hemos avanzado (...). No se puede condicionar una relaci¨®n de tipo comercial a elementos que van en contra de lo establecido en el orden institucional de una de las partes", advert¨ªa en San Jos¨¦ el ¨²nico aliado del presidente venezulano, Hugo Ch¨¢vez, en una Centroam¨¦rica reconocida como zona de influencia de Washington.
Es precisamente la reciente historia b¨¦lica de los pa¨ªses de este ¨¢rea la que, seg¨²n algunos juristas, motiva su renuencia a reconocer a la CPI, ya que nadie puede garantizar que ciertos actores de la lucha armada est¨¦n libres de los cr¨ªmenes que juzga el alto tribunal internacional, como la tortura y el genocidio. Decenas de miles de ind¨ªgenas fueron asesinados, por ejemplo, en Guatemala en las d¨¦cadas de los setenta y ochenta, y son conocidos los nombres de militares sospechosos de haber perpetrado tales matanzas.
La presi¨®n de Bruselas a favor de la CPI se suma a otras peticiones formuladas desde que se baraj¨® la posibilidad de un acuerdo de asociaci¨®n con Centroam¨¦rica: una voz unificada que aplaque las diferencias entre los centroamericanos, una uni¨®n aduanera completa, libre tr¨¢nsito de mercanc¨ªas e inversiones por el istmo y la creaci¨®n de una entidad jur¨ªdica que garantice la soluci¨®n de diferencias comerciales cuando entren en vigor la nuevas reglas comerciales. Tambi¨¦n han invitado a un reconocimiento pleno del Parlamento Centroamericano (Parlacen), cuya sola menci¨®n provoca escalofr¨ªos en pa¨ªses como Costa Rica. Ning¨²n estudioso de la regi¨®n duda de que la UE quiere exportar su modelo de integraci¨®n.
"Son prepotentes", espet¨® desde un principio el mandatario ?scar Arias, de Costa Rica, el pa¨ªs menos pobre de la regi¨®n y el m¨¢s avanzado en los negocios a trav¨¦s del Atl¨¢ntico. El premio Nobel de la Paz de 1987 lanz¨® el mi¨¦rcoles otro mensaje a Bruselas: "Los europeos nunca han sido congruentes entre el comercio y la pr¨¢ctica; hablan de libre comercio, pero protegen a sus agricultores, demostrando una gran hipocres¨ªa", coment¨® Arias, a pesar de que la cita presidencial dej¨® de lado la discusi¨®n comercial y se centr¨® en temas pol¨ªticos y en el deseo de una mayor cooperaci¨®n de la UE.
Ambos bloques depuran en estos d¨ªas sus propuestas comerciales para intercambi¨¢rselas el pr¨®ximo lunes, con la idea de entrar en materia en la tercera ronda de negociaci¨®n, programada para abril en San Salvador. El ¨²ltimo encuentro de los equipos negociadores, en febrero en Bruselas, puso sobre la mesa diferentes intereses comerciales e introdujo el proceso en el regateo propio de dos empresas que luchan por sus intereses, presionadas por sus propios socios.
Innumerables temas est¨¢n a¨²n guardados en las carpetas de las autoridades comerciales, pero tambi¨¦n en las oficinas pol¨ªticas de Bruselas, que siempre promovieron el acuerdo de asociaci¨®n con Centroam¨¦rica como un proceso m¨¢s all¨¢ del simple tratado comercial. Los centroamericanos se entusiasmaron pensando s¨®lo en los beneficios que podr¨ªa reportar ese "m¨¢s all¨¢", pero nunca imaginaron que sus mandatarios se ver¨ªan obligados a reunirse para exigir respeto a su soberan¨ªa.
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