Los partidarios de Mugabe admiten la derrota y buscan una salida negociada
M¨¢xima tensi¨®n en Zimbabue por temor a un golpe de Estado tras las elecciones
Robert Mugabe ha conocido ayer por boca de los suyos lo que muchos ya saben desde hace d¨ªas en Zimbabue: que ha perdido las elecciones del pasado s¨¢bado. Y lo que es peor: el triunfo opositor es tan claro que el aparato del r¨¦gimen no se ve capaz de utilizar los trucos habituales para darle la vuelta a la situaci¨®n. El entorno del presidente, de 84 a?os, ha abierto ya canales tanto con la oposici¨®n como con los pa¨ªses occidentales para organizar una transici¨®n que evite el revanchismo o para aceptar una segunda vuelta, que se celebrar¨ªa a finales de mes. La tensi¨®n es m¨¢xima en el pa¨ªs ante el temor de que el b¨²nker del r¨¦gimen (b¨¢sicamente, el Ej¨¦rcito) se plantee dar un golpe que impida el cambio.
La vida parece tranquila en Harare: la gente hace cola, evita hablar de pol¨ªtica hasta que se conozcan los resultados electorales y ni siquiera se queja, pese al 100.000% de inflaci¨®n y el paro del 80%. Ni siquiera se pregunta en voz alta por qu¨¦ el centro oficial encargado de divulgar los datos electorales ha dejado abruptamente de dar nuevas actualizaciones, durante siete horas, este mediod¨ªa, y por qu¨¦ en televisi¨®n s¨®lo aparecen dibujos animados y gente cantando.
Pero tras la calma, hay una tensi¨®n extrema. Un grupo de seis polic¨ªas antidisturbios se ha apostado a primera hora de esta tarde junto al hotel Meikles, donde tiene su dispositivo de campa?a el opositor Movimiento Democr¨¢tico para el Cambio (MDC, en ingl¨¦s). Su dirigente, Morgan Tsvangirai, que seg¨²n todas las estimaciones independientes es el ganador de las elecciones, deb¨ªa proclamar su victoria en este hotel. Primero se le esperaba para la noche del lunes. Luego, hubo convocatorias sucesivas, siempre anuladas. El Ej¨¦rcito ha advertido que si alguien proclama su triunfo antes de que se divulguen datos oficiales ser¨¢ detenido. Tsvangirai est¨¢ desaparecido desde el domingo.
Lo que los sectores inmovilistas del r¨¦gimen tratar¨ªan de evitar es un pacto entre el Gobierno y la oposici¨®n para dar inicio a la transici¨®n, largamente esperada desde que Mugabe lleg¨® al poder, en 1980. Fuentes diplom¨¢ticas y del MDC han explicado que, tres d¨ªas despu¨¦s del cierre de las urnas y sin todav¨ªa ning¨²n dato oficial sobre las presidenciales, se han abierto las negociaciones cuando influyentes sectores del r¨¦gimen han admitido que se ve¨ªan incapaces de darle la vuelta a los resultados ante una ventaja tan rotunda de la oposici¨®n. Estos sectores aspiran a una transici¨®n sin revanchismo, que evite la persecuci¨®n a Mugabe y a la ¨¦lite del r¨¦gimen, seg¨²n varias fuentes consultadas. Aunque no lo nombran, el modelo ser¨ªa a la espa?ola y tratan de obtener garant¨ªas de que en ning¨²n caso se aplicar¨¢ el patr¨®n iraqu¨ª, que prohibi¨® y persigui¨® con sa?a cualquier cosa que recordara al Partido Baaz.
Mugabe ha recibido de los suyos la mala noticia de que ha perdido las elecciones, pero tambi¨¦n habr¨ªa obtenido garant¨ªas de que no habr¨ªa venganza, aunque no hay todav¨ªa elementos suficientes para saber cu¨¢l ser¨¢ su reacci¨®n.
La continua suspensi¨®n de las conferencias de prensa anunciadas de Tsvangirai ha sido interpretada como un signo de que la negociaci¨®n sigue abierta. Cualquier comparecencia p¨²blica que desafiara las advertencias del Ej¨¦rcito ser¨ªa interpretada inmediatamente como una provocaci¨®n, lo que dar¨ªa alas al sector m¨¢s duro del r¨¦gimen. Varios expertos consultados consideran que el Ej¨¦rcito es ahora mismo el organismo que con m¨¢s vehemencia se opone a aceptar la transici¨®n.
Antes de los comicios, varios de sus m¨¢ximos dirigentes afirmaron p¨²blicamente que nunca iban a aceptar a Tsvangirai como presidente. Fuentes vinculadas con el r¨¦gimen explican que el plan inicial —que todav¨ªa sigue sobre la mesa— es seguir difundiendo a cuentagotas resultados de las elecciones, dejar correr el tiempo, esperar a la marcha de muchos de los observadores internacionales y, finalmente, proclamar el viernes vencedor a Mugabe, acompa?ado, si es necesario, del estado de emergencia.
En consonancia con este plan, ayer se difundieron los resultados de 140 de los 210 esca?os del Parlamento. El resultado parcial otorga 68 esca?os para el gubernamental ZANU y 72 para la oposici¨®n— pero el n¨²mero de votos total es superior para el partido gubernamental. Fuentes independientes calculan que el ZANU ha obtenido un total de 93 esca?os. La comunidad internacional ha pedido el anuncio inmediato de los resultados.
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