Diez a?os por violar a su hijastra y difundirlo en Internet

La Secci¨®n Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a diez a?os de prisi¨®n a Luis Mar¨ªa G.M. por abusar de la hija de su pareja, de 10 a?os de edad, y grabar y difundir las im¨¢genes a trav¨¦s de Internet. Durante su declaraci¨®n el acusado ha se?alado que padece un trastorno de personalidad, alegato que ha utilizado su abogado, sin embargo los expertos que llevaban el caso han se?alado que durante las pruebas el hombre fing¨ªa intencionadamente la enfermedad.

La pena consta de tres a?os de prisi¨®n por un delito continuado de abuso sexual y otros siete por corrupci¨®n de menores. Adem¨¢s, la sentencia le proh¨ªbe acercarse a menos de 300 metros del domicilio y centro escolar de la v¨ªctima y comunicar con ella durante un per¨ªodo de 10 a?os. Tambi¨¦n se le impone una indemnizaci¨®n a la menor por importe de 20.000 euros. Igualmente, el fallo rechaza las circunstancias eximentes o atenuantes esgrimidas por el condenado. As¨ª, no se aprecia un trastorno de personalidad y se cuestiona la "escasa base" del informe m¨¦dico presentado por la defensa durante el juicio.

En este sentido, se critica que el citado informe "carece de la consideraci¨®n de elementos objetivos" como tests o valoraciones del historial cl¨ªnico, mientras que se fund¨® en "declaraciones interesadas" (las del propio acusado y una hermana suya). Adem¨¢s, se subraya que lo mismo sucede con la pareja del acusado y madre de la ni?a, "quien reconoci¨® continuar manteniendo relaci¨®n" con ¨¦l "y en cuya declaraci¨®n no existi¨® ning¨²n atisbo de reproche a su conducta", ya que la mujer relat¨® tambi¨¦n "reacciones extra?as" de su compa?ero "a las que no hab¨ªa hecho menci¨®n" en declaraciones anteriores.

Frente a esto, se se?alan distintos informes, como el del Centro Penitenciario de Villabona, que diagnostic¨® un trastorno fingido intencionadamente, o que el m¨¦dico forense que le vio en fase de instrucci¨®n y que no apreci¨® "signos de alteraci¨®n mental". Entre otras cosas tambi¨¦n se se?ala el hecho de que su trabajo como verticalista requiera una "concentraci¨®n dif¨ªcilmente compatible con una grave alteraci¨®n mental sin que consten problemas laborales o per¨ªodos de baja". Por ¨²ltimo, se rechaza los efectos del alcohol o la coca¨ªna sobre su comportamiento que alegaba el acusado.