La voz de Nagy suena de nuevo en Budapest
Una ONG difunde p¨²blicamente la grabaci¨®n radiof¨®nica del proceso secreto contra el ex Primer Ministro h¨²ngaro, ejecutado hace 50 a?os
Se adelantaron doce a?os al Mayo del 68 y obligaron a la URSS a sacar sus tanques a la calle para reprimir una revuelta popular. Imre Nagy fue el principal rostro de aquel agitado oto?o de 1956 en Budapest. Tambi¨¦n su v¨ªctima m¨¢s ilustre. 50 a?os despu¨¦s, una ONG difunde en Budapest la grabaci¨®n radiof¨®nica del proceso secreto que acab¨® con la condena a muerte del ex Primer Ministro h¨²ngaro.
El juicio contra Nagy, a puerta cerrada, comenz¨® a las 9.30 horas del 9 de junio de 1958. Una semana despu¨¦s fue ejecutado en la horca a los 62 a?os. Entre medias, adem¨¢s de las ¨²ltimas horas de un arresto que se prolong¨® casi dos a?os, un proceso sumar¨ªsimo que dur¨® 52 horas.
Las mismas horas que estar¨¢n sonando las voces de Nagy y sus ejecutores en Budapest, en el hall de la Open Society Archives, una ONG que pide la desclasificaci¨®n de los archivos de la ¨¦poca comunista. Una grabaci¨®n radiof¨®nica que forma parte de los archivos del Estado. Los que esconden tantos secretos de la Hungr¨ªa comunista. Los que la ONG, fundada por el multimillonario George Soros y por el Instituto 1956, pide que se desclasifiquen, porque, hasta hoy, s¨®lo algunos investigadores han podido acceder a ellos.
6.000 tanques y m¨¢s de 3.000 muertos
La difusi¨®n del proceso est¨¢ abierta a todo el p¨²blico, que podr¨¢ seguir integramente los argumentos del juicio. Nagy estaba acusado de alta traici¨®n por encabezar el Gobierno que se puso al frente de la revuelta antisovi¨¦tica de 1956. Stalin hab¨ªa muerto tres a?os antes y Hungr¨ªa comenzaba a discutir los dictados de Mosc¨² aspirando a una v¨ªa propia al socialismo.
Fue la primera contestaci¨®n seria a la que se enfrent¨® Mosc¨² dentro de su ¨®rbita de influencia. Tan seria, en los a?os m¨¢s duros de la Guerra Fr¨ªa, que cualquier concesi¨®n era imposible. Las tropas sovi¨¦ticas entraron en Budapest para reprimir la protesta. 6.000 tanques y una estimaci¨®n de 2.500 civiles muertos. Del lado sovi¨¦tico, incluyendo a la Polic¨ªa secreta h¨²ngara, murieron 722 personas.
De nada sirvieron las llamadas de Nagy para detener los enfrentamientos. Aquello acab¨® con el aplastamiento total de la revuelta. Con la aleccionadora ejecuci¨®n de Nagy y con el nuevo Gobierno de Janos K¨¢d¨¢r, cuyo posicionamiento en la ortodoxia sovi¨¦tica era indudable. Seg¨²n la Open Society Archives la difusi¨®n de la grabaci¨®n radiof¨®nica servir¨¢ para mostrar "los or¨ªgenes asesinos y sangrientos del r¨¦gimen de K¨¢d¨¢r". Y tambi¨¦n para que la voz de Nagy, el chico formado en Mosc¨² y luego ca¨ªdo en desgracia, se escuche de nuevo en Budapest.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.