El ej¨¦rcito liban¨¦s vuelve a patrullar Tr¨ªpoli para separar a sun¨ªes y chi¨ªes

Tras dos d¨ªas de violencia sectaria en la ciudad de Tr¨ªpoli, el ej¨¦rcito liban¨¦s ha desplegado a sus soldados por la ciudad para evitar nuevos choques. Seg¨²n fuentes m¨¦dicas, los combates entre sun¨ªes y chi¨ªes han causado al menos nueve muertos. Es la segunda vez que el Gobierno se ve obligado a enviar al ej¨¦rcito a la ciudad para contener los enfrentamientos sectarios en la segunda urbe del pa¨ªs, feudo del l¨ªder sun¨ª prooccidental Saad Hariri, hijo del ex primer ministro asesinado en 2004.

Hasta el despliegue de los soldados, se han producido intercambios de disparos y lanzamientos de granadas entre sun¨ªes y alau¨ªes, enfrentamientos que ya duraban dos d¨ªas y que se han cobrado la vida de nueve personas y han causado heridas a otras 68 personas. Muchos residentes de ambos distritos han tenido que abandonar sus hogares por temor a verse alcanzados por las armas de unos u otros.

Los soldados, apoyados por veh¨ªculos blindados, han tomado posiciones entre los distritos sun¨ª y alau¨ª -los alau¨ªes constituyen una secta minoritaria aliada del partido-milicia chi¨ª Hezbol¨¢-, para prevenir nuevos enfrentamientos entre ambas partes. Era la segunda vez que los soldados se desplegaban por la ciudad en pocos meses ?-el ej¨¦rcito es la ¨²nica instituci¨®n que se percibe como neutral-. El pasado 23 de junio ya tuvieron que patrullar la ciudad para abortar la violencia. Un episodio m¨¢s de la lucha por el poder entre los partidos con filias pro-occidentales, como el de Hariri, y los que miran hacia Siria e Ir¨¢n, como Hezbol¨¢. Estas luchas mantienen el pa¨ªs fuertemente dividido.

En los ¨²ltimos dos meses, al menos 22 personas han muerto en la ciudad, de mayor¨ªa sun¨ª, en los enfrentamientos sectarios. L¨ªbano se encuentra inmerso en una de sus peores crisis desde la guerra civil (1975-1990). En principio, la formaci¨®n de un Gobierno de unidad hace unas semanas y el nombramiento de un nuevo presidente del pa¨ªs, Michel Suleiman, deb¨ªan haber puesto el conflicto en v¨ªas de soluci¨®n, pero un documento del Gobierno cr¨ªtico con Hezbol¨¢ ha vuelto a tensar la convivencia.