Votos religiosos a escondidas
Familiares de las seglares argentinas internadas en Espa?a y ex integrantes de Servi Trinitatis relatan las experiencias vividas en el instituto cat¨®lico
A una de las cuatro argentinas internadas en un instituto secular cat¨®lico en Cuenca, los sacerdotes s¨®lo la han dejado llamar una vez por tel¨¦fono en doce a?os. "Fue para hablar con su padre, que se estaba muriendo; cuando llam¨®, ¨¦l ya estaba en coma", relata uno de los familiares que denuncia la situaci¨®n que padecen las mujeres a cargo de los sacerdotes de Servi Trinitatis. Esta persona, que prefiere mantener su anonimato por miedo a las represalias, explica que su familiar entr¨® a los 18 a?os en el grupo religioso, "secta", seg¨²n ¨¦l. Hizo los votos sin dec¨ªrselo a sus padres. "Ocultar no es mentir", le dec¨ªan los sacerdotes.
La alarma salt¨® el pasado viernes cuando familiares de las cuatro mujeres pidieron a la justicia federal de Argentina que interviniera para lograr su repatriaci¨®n. Dos sacerdotes espa?oles de ese instituto secular, que comenz¨® a funcionar a principios de los 80 en Espa?a y est¨¢ presente tambi¨¦n en Argentina y Venezuela, han sido acusados ante los tribunales de la provincia argentina de La Pampa de reducci¨®n a la servidumbre, trata de personas, defraudaci¨®n e ingreso ilegal de dinero en territorio argentino. Antonio Mart¨ªnez Racionero y Ricardo Latorre Ca?izares, los dos curas, residen en la capital pampeana, Santa Rosa (a 607 kil¨®metros al sudoeste de Buenos Aires). El l¨ªder del movimiento, el sacerdote Gratiniano Checa Colmena, se encuentra en Cuenca.
Una ex integrante de Servi Trinitatis, que tampoco quiso dar su nombre porque intenta reconstruir su vida, recuerda que a los 18 a?os comenz¨® a ir a la catedral de Santa Rosa y al mes ya hab¨ªa hecho los votos de laica consagrada. Tampoco le dejaron cont¨¢rselo a sus padres. Hasta que tuvo 20 a?os.
"Hay chicas de 13 y 15 a?os que hacen votos a escondidas", relata. "Yo me quise ir pronto", prosigue el relato, "pero nos dec¨ªan que si nos ¨ªbamos nos condenar¨ªamos a nosotras y nuestras familias. Era una tortura. Ten¨ªamos el s¨ªndrome de adoctrinamiento sectario. Iban cerrando nuestros v¨ªnculos con la familia y la sociedad. S¨®lo pod¨ªamos contar nuestros problemas al director espiritual, que era un sacerdote, y a la directora del instituto. Ten¨ªamos prohibidos los medios de comunicaci¨®n. No pod¨ªamos tener amigos dentro ni fuera del instituto porque era un apego desordenado. Tambi¨¦n est¨¢bamos aislados de los dem¨¢s grupos cat¨®licos", recuerda esta joven. Ella y casi todo el centenar de laicas consagradas viajaban a Cuenca a conocer al cura fundador y en el viaje de vuelta tra¨ªan miles de euros escondidos en la ropa interior y medicamentos que les recetaba un m¨¦dico desde Espa?a.
Otra ex consagrada del instituto declar¨® ante los tribunales que durante diez a?os la obligaron a fingir enfermedades que sirvieran para organizar colectas para supuestos tratamientos en el extranjero, que nunca se concretaron. Se supon¨ªa que iba camino de la santidad, pero ahora est¨¢ anor¨¦xica y bul¨ªmica despu¨¦s de a?os de sacrificios con la comida, seg¨²n los denunciantes.
EL PA?S ha intentado ponerse en contacto con los dos sacerdotes espa?oles de Santa Rosa -uno de ellos es vicario del obispo?, pero la secretar¨ªa del templo ha argumentado: "No est¨¢n disponibles. Los diarios tergiversan todo". Cuando estall¨® el esc¨¢ndalo judicial en mayo, el entonces obispo, Fidel Br¨¦dice, conservador, los defendi¨®. Al mes siguiente, el cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, reemplaz¨® a Br¨¦dice, que ya estaba en edad de jubilarse, por un hombre de su confianza, Mario Poli, que fue consagrado hace una semana y por ahora no ha hecho ninguna declaraci¨®n acerca del asunto.
La Iglesia cat¨®lica est¨¢ investigando el caso de puertas adentro. En la web de Servi Trinitatis se ofrece un texto del cardenal de Viena, Christoph Sch?nborn, que rechaza la posibilidad de que existan sectas dentro del catolicismo y responde a cr¨ªticas contra ciertos movimientos por "lavado de cerebro, aislamiento y separaci¨®n del mundo, alejamiento de la familia, dependencia de personalidades carism¨¢ticas, creaci¨®n de estructuras intra-eclesiales propias, violaci¨®n de los derechos humanos y problemas de ex miembros".
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