La corrupci¨®n acaba con el jefe del Ej¨¦rcito argentino
Roberto Bendini es un gran aliado de la familia Kirchner
Un caso de presunta corrupci¨®n derrib¨® el jueves al jefe del Ej¨¦rcito argentino, Roberto Bendini. El general quedar¨¢ en la historia por ser quien descolg¨®, en 2004, el cuadro del ex dictador Jorge Rafael Videla (1976-1980) de las paredes del Colegio Militar por orden del entonces presidente, N¨¦stor Kirchner. Bendini ser¨¢ reemplazado por su n¨²mero dos, el general Luiz Alberto Pozzi, seg¨²n anunci¨® ayer el jefe de Gabinete, Sergio Massa. El recambio se produjo despu¨¦s de que en las ¨²ltimas semanas fueran desplazados otros seis generales y 38 militares por presunta corrupci¨®n en las compras del Ej¨¦rcito.
Bendini era un hombre fiel a Kirchner, a su esposa y actual presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez, y a su pol¨ªtica de condena de las violaciones de los derechos humanos cometidas por los militares en los 70, pero despu¨¦s de cinco a?os de permanencia en el cargo tuvo que pedir su pase a retiro despu¨¦s de que la C¨¢mara Federal de la ciudad de Comodoro Rivadavia (1.839 kil¨®metros al sur de Buenos Aires) lo procesara el jueves por malversaci¨®n de fondos.
El presunto acto de corrupci¨®n de Bendini no tiene que ver con los recientes casos de compras irregulares del Ej¨¦rcito, sino que fue cometido en 2002, cuando Bendini estaba a cargo de la Brigada Mecanizada XI de R¨ªo Gallegos, capital de la sure?a provincia de Santa Cruz. All¨ª, el ahora ex jefe del Ej¨¦rcito manten¨ªa una buena relaci¨®n con Kirchner, gobernador santacruce?o de aquel tiempo. Cuando Kirchner asumi¨® la presidencia de Argentina en 2003, se comprometi¨® a perseguir a los criminales de la ¨²ltima dictadura (1976-1983) y busc¨® en Bendini un aliado. Para nombrarlo al frente del Ej¨¦rcito tuvo que echar a 26 generales que eran sus superiores, lo que provoc¨® la primera tensi¨®n velada entre Kirchner y los hombres de verde.
Al poco tiempo de la designaci¨®n como jefe del Ej¨¦rcito, Bendini ya fue denunciado por el caso de malversaci¨®n de fondos. En s¨®lo cinco a?os, a los 62 de edad, termin¨® su carrera militar.
En 2004, el episodio del cuadro de Videla demostr¨® la sumisi¨®n del poder militar al civil, a pesar de que ¨¦ste fuera encarnado por un presidente que abogaba por la abolici¨®n de las leyes de amnist¨ªa (1987) y los indultos (1990) que beneficiaron a los represores del r¨¦gimen. Adem¨¢s, profundiz¨® la autocr¨ªtica que las fuerzas militares hab¨ªan comenzado en los 90 por su pasado.
Bendini nunca fue un l¨ªder popular entre su tropa. Los recientes casos de corrupci¨®n, que fueron detectados por la ministra de Defensa, Nilda Garr¨¦, dejaron al descubierto su flojo control sobre la fuerza. Tanto los desplazamientos de generales de 2003 como los de este a?o han llevado a un inevitable recambio generacional en el Ej¨¦rcito, lo que ha puesto en los mandos superiores a militares que apenas comenzaban su carrera en tiempos de la dictadura y se formaron en la etapa democr¨¢tica.
Los Kirchner, poco adeptos a los cambios en la c¨²pula del poder, han optado por sustituir a Bendini por Pozzi, subjefe del Ej¨¦rcito y general de divisi¨®n experto en el ¨¢rea de comunicaciones e inform¨¢tica.
Pozzi ingres¨® en la fuerza en 1965, antes de las dictaduras de 1966-1973 y de 1976-1983, pero no se conoce ninguna causa contra ¨¦l de aquel entonces. Combati¨® en la guerra de Malvinas (1982), en la que venci¨® el Reino Unido. Para poder aspirar al ¨¦xito, Pozzi deber¨¢, ahora, mejorar la deteriorada imagen del Ej¨¦rcito argentino.
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