Cuba vive hoy su primera beatificaci¨®n

En Cuba, pese a la larga enfermedad de Fidel Castro y a las expectativas creadas con el acceso a la presidencia de su hermano Ra¨²l, han cambiado muy pocas cosas en los ¨²ltimos tiempos y nada sustancial pol¨ªticamente a poco m¨¢s de un mes de cumplirse los 50 a?os de Revoluci¨®n. El hermano mayor sigue siendo el l¨ªder del Partido Comunista, el que manda en el pa¨ªs. Pero la Cuba religiosa s¨ª parece moverse. Un segundo cubano, el primero que lo hace con m¨¦ritos en la propia isla, emprende el camino de la santidad en el plazo de un a?o.

Jos¨¦ Olallo, hermano de la Orden Hospitalaria de san Juan de Dios, ser¨¢ beatificado hoy en la plaza de la Caridad de Camag¨¹ey por el cardenal Jos¨¦ Sarayva, prefecto de la Congregaci¨®n para las Causas de los Santos y enviado del Vaticano para oficiar la primera ceremonia de este tipo en el pa¨ªs.

El pasado 19 de octubre se inaugur¨® en La Habana la catedral ortodoxa rusa y casi un mes despu¨¦s, cuando se volv¨ªa a especular sobre la larga desaparici¨®n p¨²blica de Fidel, surgi¨® por Internet la imagen del enfermo junto a Kiril Gundjaev, segundo mandatario de la iglesia en su visita, previa a la pol¨ªtica que ha hecho esta semana el presidente Dmitri Medv¨¦dev.

La religi¨®n se filtr¨® una vez m¨¢s por el f¨¦rreo laberinto pol¨ªtico para ver al comandante avejentado y con un corte de pelo m¨¢s moderno. Regatear al r¨¦gimen castrista lo ha hecho popularmente la santer¨ªa popular de origen africano y en ese filo de la navaja se ha mantenido "diplom¨¢ticamente" la cat¨®lica, la tradicional, que recibi¨® ox¨ªgeno con la visita de Juan Pablo II en 1998 y en febrero de este a?o con la del cardenal Tarsicio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, la primera de Estado realmente "diferente y no afin" en la era Ra¨²l.

Benedicto XVI y el Vaticano dieron el visto bueno a los m¨¦ritos del hermano Olallo, que naci¨® en La Habana en 1820 y muri¨® en Camag¨¹ey en 1889. Abandonado por su madre al mes de nacer, dedic¨® su vida, ya desde adolescente, a ayudar a pacientes de c¨®lera, fiebre amarilla, viruela y otras enfermedades. Se le atribuye la curaci¨®n milagrosa en 1999 de una ni?a de tres a?os con un enorme tumor que le afectaba al vientre y los ri?ones. Su padre se encomend¨® al hermano Olallo y seg¨²n se documenta en el proceso de beatificaci¨®n fue oyendo una voz suave que le daba paz y le acab¨® diciendo un d¨ªa: "Ya paramos la enfermedad". Los m¨¦dicos quedaron asombrados y sin explicaci¨®n cient¨ªfica. Para la canonizaci¨®n se requerir¨ªa acreditar otro caso milagroso similar.

Roberto, un camag¨¹eyano exiliado en Miami, donde habr¨¢ una celebraci¨®n paralela en la ermita de la Caridad del Cobre, el centro cat¨®lico de los cubanos de la di¨¢spora, recuerda que su abuelo le contaba las bondades del "padre Olallo". Atendi¨® sin distinci¨®n a los heridos espa?oles y cubanos de la Guerra de los Diez A?os, entre 1868 y 1878, y recogi¨® al general Ignacio Agramonte, uno de los h¨¦roes de la historia de Cuba cuando cay¨® muerto en la plaza de san Juan de Dios de Camag¨¹ey. El hermano Olallo, conocido como el "padre de los pobres y ap¨®stol de la caridad", fue enfermero, m¨¦dico, farmac¨¦utico y maestro.

Olallo ser¨¢ el segundo beato cubano. El 28 de octubre de 2007 fue beatificado en Roma, Jos¨¦ L¨®pez, que se hizo agustino en Espa?a, pero era cubano de Jatibonico, provincia de Camag¨¹ey. Estaba en el centro-colegio que tiene la orden en El Escorial (Madrid) y fue asesinado a los 23 a?os, el 30 de noviembre de 1936, en Paracuellos del Jarama. Detenido junto a un centenar de compa?eros, no los quiso abandonar pese a que se hicieron gestiones diplom¨¢ticas para salvarlo como extranjero. El padre L¨®pez entr¨® as¨ª hace m¨¢s de un a?o en Roma en la multitudinaria ceremonia junto a casi medio millar de m¨¢rtires. Precisamente, entre otras muchas causas de beatificaci¨®n en la iglesia cat¨®lica espera tambi¨¦n la de otro cubano y religioso de la Orden de san Juan de Dios, Jaime ?scar Vald¨¦s, asesinado el 7 de agosto de 1936 tras ser sacado por milicianos del asilo-hospital de la Malvarrosa, en Valencia, donde llevaba trabajando 22 de sus 45 a?os de vida.