Secuestrado en M¨¦xico un experto antisecuestros de EE UU

A sus 55 a?os, el ex mayor del Ej¨¦rcito norteamericano F¨¦lix Batista se gana la vida dando conferencias a empresarios que temen ser secuestrados. Para eso lleg¨® la pasada semana a M¨¦xico, sin duda uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos para quienes tienen haciendas que proteger. Batista imparti¨® sendos cursos en las localidades de Torre¨®n y Saltillo, ambas en el estado de Coahuila, donde puso en valor sus 24 a?os de experiencia en materia de seguridad. El curr¨ªculo del ex mayor incluye el asesoramiento en 300 casos de extorsi¨®n y en 90 secuestros en toda Am¨¦rica Latina. El mi¨¦rcoles 10 de diciembre, y con la satisfacci¨®n del trabajo bien hecho, F¨¦lix Batista -un cubano americano residente en Miami- se fue a almorzar a un restaurante situado al norte de la ciudad de Saltillo. Recibi¨® una llamada telef¨®nica. Sali¨® del local, y fue secuestrado.

F¨¦lix Batista, responsable para Am¨¦rica Latina de la consultora estadounidense ASI Global, lleg¨® al norte de M¨¦xico invitado por la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica del estado de Coahuila. Y ha sido hoy su responsable, Fausto Destenave Kuri, quien ha confirmado la desaparici¨®n del ex mayor, si bien no quiso utilizar la palabra "secuestro". Seg¨²n Destenave, a las puertas del restaurante donde se encontraba Batista no se produjo ninguna acci¨®n de fuerza. "No hubo nada de violencia", ha dicho, "es un hombre experto en antisecuestros...". Al parecer, y durante su larga experiencia como negociador, el ex mayor hab¨ªa llegado a tratar con uno de los m¨¢s sanguinarios secuestradores mexicanos, Daniel Arizmendi, cuyo apodo el Mochaorejas- da cuenta de su principal m¨¦todo de presi¨®n. Tambi¨¦n se hab¨ªa fajado con los grupos guerrilleros colombianos FARC y ELN.

El secuestro de Batista se produce precisamente d¨ªas despu¨¦s de que el gobernador del Estado de Coahuila, Humberto Moreira, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), abogara por la instauraci¨®n de la pena de muerte en M¨¦xico. Seg¨²n Moreira, que suscit¨® un encendido debate al respecto en todo el pa¨ªs, la pena de muerte "est¨¢ en el catecismo" y pidi¨® que al menos se opte por una soluci¨®n parecida a la de Estados Unidos, donde en unos estados la pena de muerte est¨¢ vigente y en otros no.