La Am¨¦rica de Obama, 3
GENERACI?N OBAMA
Vista la distribuci¨®n territorial del voto, veamos ahora como se distribuye en las distintas franjas y grupos de poblaci¨®n, seg¨²n los principales par¨¢metros de edad, raza, nivel econ¨®mico o habitat. McCain venci¨® entre los votantes de m¨¢s de 65 a?os (53% frente a 45% para Obama), los blancos (55% a 43%), los ciudadanos de rentas medias (entre 50.000 y 200.000 d¨®lares) y los habitantes de zonas rurales (53% a 45%). En todos los otros grupos ¨¦tnicos, edad y habitat venci¨® Obama. En las zonas rurales y entre los mayores de 65 a?os McCain ampli¨® incluso la ¨²ltima victoria de Bush, que en el caso de estos ¨²ltimos le dieron un margen m¨¢s estrecho de 52% a 47%. F¨¢cilmente se puede identificar a McCain con la Am¨¦rica del siglo xx y a Obama con la del xxi, ya no tan s¨®lo por su edad y personalidad, sino tambi¨¦n por las caracter¨ªsticas de sus electores e incluso por su implantaci¨®n en regiones econ¨®micamente en declive o emergentes.
Si es relevante el comportamiento de los mayores de 65 a?os a favor de Mc- Cain m¨¢s lo es todav¨ªa el de los menores de 30 a favor de Obama, que le han votado en una proporci¨®n del 66 por ciento. El Pew Research Center ven¨ªa detectando desde las presidenciales de 2004 un cambio de actitud generacional, que se confirm¨® en las elecciones de mitad de mandato de 2006 y se ha consolidado de forma muy decisiva en estas elecciones. La propia afiliaci¨®n de los j¨®venes a los dos grandes partidos ha evolucionado en el mismo sentido, desde la pr¨¢ctica paridad en 2000 (36 % dem¨®crata, 35% republicano) hasta una diferencia de 19 puntos porcentuales en 2006: 45% est¨¢n inscritos como dem¨®cratas y el 26% lo est¨¢n como republicanos.
Un an¨¢lisis m¨¢s detallado permite observar que la decantaci¨®n generacional a favor de Obama es muy grande entre los j¨®venes negros (95%) y muy importante entre los hispanos (76%), pero sigue siendo relevante entre los j¨®venes blancos (54%, diez puntos por encima del voto a McCain). Entre estos ¨²ltimos se revela decisivo el nivel educativo. Quienes tienen nivel universitario se decantan en una proporci¨®n del 55%, frente al 42% por McCain, mientras que quienes no la poseen llegan casi a la paridad (50% a 48%)
EL VOTO DE DIOS
El magnetismo de Obama se ha percibido incluso entre los j¨®venes votantes pertenecientes a familias de la derecha cristiana. Los votantes protestantes en general votaron por Obama en un 45%, cinco puntos m¨¢s que a Kerry. Entre los cristianos renacidos y evang¨¦licos o baptistas, s¨®lo un 24% vot¨® a Obama, tres puntos m¨¢s que a Kerry, pero en el caso de los menores de 30 a?os el porcentaje llega al 32%, duplicando a Kerry (16%), algo que tambi¨¦n sucede con la siguiente franja de edad, menos de 45 a?os y mayores de 30, que votan a Obama en un 23%, mientras que a Kerry s¨®lo lo hicieron en un 12%. Hay todos los elementos para identificar una Generaci¨®n Obama que, seg¨²n el Pew Research Center, es m¨¢s diversa en cuanto a identidad racial y ¨¦tnica y m¨¢s secular en cuanto a orientaci¨®n religiosa que las anteriores generaciones pol¨ªticamente identificadas.
Respecto al reparto del voto seg¨²n la identificaci¨®n religiosa, Obama venci¨® entre los votantes cat¨®licos (54% frente a 45% McCain), siempre seg¨²n las encuestas a pie de urna del Pew Research Center, mejorando el resultado de Kerry en siete puntos. Bush venci¨® en 2004 entre estos votantes con un 52%. Destripando el voto cat¨®lico se comprueba que si se trata de cat¨®licos blancos gan¨® McCain (con 52% frente a 47% para Obama), aunque el dem¨®crata gan¨® ampliamente entre los cat¨®licos hispanos (72%). Obama obtuvo el 94% del voto protestante negro y el 67% de los hispanos protestantes y pertenecientes a otras confesiones cristianas. Y s¨®lo obtuvo, en cambio, el 24% de los blancos evang¨¦licos (frente al 74% para Mccain).
Obama tambi¨¦n ha mejorado el comportamiento de los dem¨®cratas entre otras minor¨ªas religiosas, como los jud¨ªos americanos. Entre estos ¨²ltimos, tradicionalmente dem¨®cratas, ha mejorado en relaci¨®n a Kerry en tres puntos, de 74% a 77%, aunque ha bajado en relaci¨®n a Al Gore, que obtuvo el 79% en 2000, seg¨²n el diario israel¨ª Haaretz. Los expertos consideran que las modificaciones del comportamiento electoral seg¨²n adscripci¨®n religiosa no corresponden a un cambio substancial. Lo revelan las cifras m¨¢s generales sobre comportamiento religioso. Entre quienes asisten semanalmente a los servicios religiosos McCain ha ganado por un 55% frente a 43% para Obama, algo por debajo de Bush, que obtuvo un 61% en 2004 frente al 39% de Kerry. Entre los ciudadanos que no se identifican por su adscripci¨®n religiosa Obama ha vencido ampliamente (75% a 23%) y ha aumentado ocho puntos respecto a Kerry en 2004.
VOTO MULTI?TNICO
Respecto a la identidad ¨¦tnica, lo relevante de la victoria de Obama es que se debe al voto masivo de la minor¨ªa afroamericana y a su fuerte penetraci¨®n en todas las otras minor¨ªas, especialmente la hispana, de peso creciente en el conjunto de Estados Unidos, pero especialmente en algunos Estados. El an¨¢lisis del voto blanco merece una consideraci¨®n espec¨ªfica, pues Obama vence s¨®lo entre los menores de 30 a?os (54% a 44%), los poseedores de t¨ªtulo de postgrado (54% a 44%), los habitantes de los Estados del Este (52% a 47%) y los habitantes de las ciudades (51% a 47%), pero pierde en cifras globales (41% a 57%). La identificaci¨®n de McCain con la Am¨¦rica wasp (white, anglosaxon and protestant) tiene un traslado casi directo en el comportamiento electoral y tuvo ya un correlato previo en la muy escasa representaci¨®n de las minor¨ªas en la Convenci¨®n republicana.
El voto negro no ofrece muchas dudas. Obama obtuvo el 95% de los votos, 3¡¯3 millones m¨¢s que John Kerry, de los que 2¡¯9 millones era j¨®venes negros que no quisieron votar a este ¨²ltimo en 2004. Una cuarta parte del incremento de voto negro viene de votantes republicanos de 2004. La disciplina electoral afroamericana ha sido relevante en algunos Estados del antiguo sur segregacionista, como Carolina del Norte y Virginia, donde el alto nivel de inscripci¨®n electoral y de participaci¨®n ha permitido arrebat¨¢rselos a los republicanos.
La alta participaci¨®n electoral y el comportamiento en las urnas de los hispanos han sido factores cruciales, quiz¨¢s el segundo argumento explicativo para la victoria despu¨¦s del voto joven. Obama obtuvo el 67% de sus votos, 23 puntos m¨¢s que Bush, vencedor entre esta franja de poblaci¨®n en 2004. McCain s¨®lo ha obtenido el 32%, un 12% menos que Bush en 2004. Obama llev¨® a las urnas a 2¡¯5 millones hispanos m¨¢s que Kerry, un tercio de los cuales votaron a Bush en 2004.
Esta ca¨ªda del voto republicano entre los hispanos es especialmente amarga para la coalici¨®n conservadora, que hab¨ªa considerado a este sector de poblaci¨®n COMO muy pr¨®ximo a los valores de la derecha religiosa republicana, y es adem¨¢s muy preocupante para el futuro por el auge demogr¨¢fico que est¨¢ experimentando esta minor¨ªa. Obama obtuvo la victoria en Estados del interior, donde Bush venci¨® en 2004 gracias entre otras cosas al factor hispano. Este es el caso de Nevada, Colorado, Nuevo M¨¦xico y Florida. En la victoria de Obama en Estados como Virginia, Carolina del Norte e Indiana, donde no pudo ganar Kerry en 2004, cuenta tambi¨¦n el factor hispano. Incluso en Arizona y Texas el incremento es tan importante que permite pronosticar una victoria dem¨®crata en 2012 si no hay cambios sustanciales de tendencia.
Bush hab¨ªa manejado muy bien el voto hispano en sus elecciones gracias principalmente a su posici¨®n de apertura ante la inmigraci¨®n. Aunque McCain apoy¨® a Bush en su intento de aprobar una ley de inmigraci¨®n m¨¢s permisiva, los republicanos se han convertido en el partido de los enemigos de inmigraci¨®n, por lo que no son de extra?ar los resultados adversos obtenidos. La sobrerepresentaci¨®n de los hispanos en las fuerzas armadas es un segundo factor explicativo respecto a los recelos que suscita el republicanismo entre este segmento de poblaci¨®n: es la m¨¢s afectada por las muertes y los heridos de la guerra de Irak.
El comportamiento del voto hispano desmiente que fuera un voto cautivo de los Clinton y la supuesta dificultad de los hispanos para votar a un candidato afroamericano. Permite aventurar que su futuro comportamiento ser¨¢ un factor clave en la consolidaci¨®n de la hegemon¨ªa dem¨®crata, aunque depender¨¢ sobre todo de la salida de la crisis econ¨®mica y de las pol¨ªticas sobre inmigraci¨®n que realice el futuro gobierno.
Tambi¨¦n es muy significativa la fragmentaci¨®n del voto por rentas, que da la victoria de Obama entre las m¨¢s bajas (menos de 50.000 d¨®lares al a?o) por un amplio 60% y las m¨¢s altas (m¨¢s de 200.000 d¨®lares) que le votan en un 52% de casos frente al 46% a McCain. Se corresponde con el cuadro general de esta votaci¨®n, en la que la Am¨¦rica rural, de la tercera edad, cristiana renacida y conservadora pierde centralidad y da el relevo a una nueva Am¨¦rica econ¨®micamente emergente, urbana, multiracial, nada fan¨¢tica en sus expresiones religiosas y sobre todo joven y tecnol¨®gica.
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