El presidente de Sud¨¢n compara la justicia internacional con el colonialismo
Omar al Bashir se mofa de la orden de arresto de la CPI y expulsa a diez organizaciones humanitarias del pa¨ªs
M¨¢s de dos mil personas han vuelto hoy a salir a las calles de Jartum, capital de Sud¨¢n, para apoyar al presidente del pa¨ªs, Omar al Bashir, sobre el que pesa desde ayer una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) por cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad cometidos en la regi¨®n de Darfur. Al Bashir, aclamado por las masas de su pa¨ªs, mantiene su pulso contra la justicia internacional y ha asegurado que la CPI no est¨¢ "moralmente capacitada" para emitir una orden de arresto contra ¨¦l.
El presidente sudan¨¦s ha hecho estas declaraciones ante el Consejo de Ministros. "Aquellos que han emitido una orden de arresto no est¨¢n cualificados moral u objetivamente para tomar estas decisiones y medidas, porque son responsables de la humillaci¨®n y el saqueo de la riqueza de los pueblos", ha asegurado Al Bashir en un breve discurso televisado. El mandatario ha agregado que responder¨¢ a la decisi¨®n de la CPI con "m¨¢s esfuerzos para alcanzar la paz".
Al Bashir, vestido de civil y mostrando una gran serenidad, ha sacado a relucir el conflicto en Oriente Pr¨®ximo, mientras la comunidad internacional le acusa de delitos que se cobraron la vida de m¨¢s de 300.000 personas."Aquellos que atacan Gaza con todo tipo de armas son los que deben ser llevados ante la justicia, no nosotros", ha dicho.
El presidente sudan¨¦s ha subrayado que la orden del tribunal internacional, con sede en La Haya, no se hab¨ªa dictado s¨®lo contra ¨¦l, sino contra "todos los estados que rechazan la pol¨ªtica de dictados" de los pa¨ªses occidentales. "Sud¨¢n, que rechaz¨® todo tipo de humillaci¨®n y que resisti¨® al colonialismo, no puede aceptar el regreso de ese colonialismo otra vez", ha declarado solemnemente. Omar al Bashir se hizo con el poder en 1989 mediante un golpe militar que provoc¨® el estallido de la guerra civil entre el norte musulm¨¢n y el sur cristiano y animista. Desde entonces gobierna con pu?o de hierro en una regi¨®n dividida en facciones rebeldes y que no ha dejado de sangrar por las disputas de los recursos.
El conflicto de Darfur, regi¨®n del oeste de Sud¨¢n y fronteriza con Chad, estall¨® en febrero de 2003 cuando dos grupos rebeldes, el Movimiento de Justicia e Igualdad (MJI) y el Movimiento para la Liberaci¨®n de Sud¨¢n (MLS), se levantaron en armas contra el r¨¦gimen de Jartum en protesta por la pobreza y la marginaci¨®n que sufr¨ªan los habitantes de esta regi¨®n. Seg¨²n han denunciado diversas ONG y la ONU, el conflicto, que todav¨ªa sangra a los habitantes de la zona, caus¨® la muerte de m¨¢s de 300.000 personas y oblig¨® a m¨¢s de dos millones y medio de civiles a huir y permanecer en campos de refugiados por temor a las violaciones y el miedo.
Expulsi¨®n de ONG
Como respuesta al dictado de la CPI, al menos diez ONG se han visto obligadas a abandonar la zona. El Gobierno de Jartum asegura que no puede garantizar la seguridad de los cooperantes tras conocerse la decisi¨®n judicial, pero Oxfam y Save the Children, dos de las diez organizaciones humanitarias expulsadas de Sud¨¢n, han advertido de que esta acci¨®n pone en peligro cientos de miles de vidas.
"Si se revoca la licencia de Oxfam, se ver¨¢n afectados m¨¢s de 600.000 sudaneses a los que proveemos diariamente de ayuda humanitaria y al desarrollo vitales, incluida agua limpia", ha advertido Penny Lawrence, directora internacional de esa ONG. Por su parte, el director de operaciones internacionales de la secci¨®n brit¨¢nica de Save the Children, Ken Calwell, ha asegurado: "Esto tiene implicaciones muy preocupantes para los 50.000 ni?os a los que prestamos actualmente apoyo en Jartum y el noreste del pa¨ªs".
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