"Somos conscientes de que los cambios van lentos"
Entrevista con el Presidente de Paraguay, Fernando Lugo
?Podr¨¢? ?Podr¨¢ el presidente Fernando Lugo y su equipo cambiar las cosas en Paraguay, el pa¨ªs m¨¢s corrupto de Am¨¦rica Latina, en el que la clase dirigente no se ha conformado nunca con robarle al Estado un 40% de sus bienes, como en otros pa¨ªses del ¨¢rea, sino que ha rapi?ado casi con el 100%? Los paraguayos decidieron en agosto de 2008 echar del gobierno al Partido Colorado, que llevaba m¨¢s de 60 a?os en el poder, y colocaron al frente a un hombre de Iglesia, el hasta entonces obispo Fernando Lugo, de probada honestidad. Han pasado siete meses y empiezan a preguntarse si el presidente podr¨¢ hacer frente al bloqueo del Parlamento y si conseguir¨¢ sacar su reforma adelante. Lugo reconoce, en conversaci¨®n con EL PA?S, en el palacio presidencial de Asunci¨®n, que la mayor¨ªa de la sociedad est¨¢ angustiada ante la falta de respuestas r¨¢pidas, pero asegura que se han logrado ya algunos avances y renueva su convicci¨®n en que lograr¨¢ responder al ansia de cambio de la sociedad paraguaya.
Pregunta: ?Tienen raz¨®n quienes le critican por excesiva lentitud?
Respuesta: Yo procuro ver desapasionadamente las cosas y creo que hubo avances y, tambi¨¦n, cierta falta de velocidad en la expectativa de cambio en la ciudadan¨ªa. Para m¨ª, un avance importante fue el cambio en la consideraci¨®n internacional del pa¨ªs, la voluntad de acompa?ar el proceso paraguayo, diferenciado de los otros de la regi¨®n. En el ¨¢mbito interno, se esta haciendo una revisi¨®n del estado en que estaban las instituciones cuando desembarcamos. El proceso de ir por dentro, limpiar, pulir, dar honor a las instituciones, es muy lento. Aqu¨ª los ministerios eran el bot¨ªn de guerra del partido gobernante. Funcionalizar esos ministerios lleva mucho tiempo, y es verdad que hemos ido a una velocidad m¨¢s lenta de la que esperaba la ciudadan¨ªa. Pero es justo recordar que llegamos al gobierno dentro de una Alianza muy amplia ideol¨®gicamente, y sin tener mayor¨ªa en el Congreso.
P: Esa es una de las grandes dudas, ?qui¨¦nes son sus aliados para llevar adelante una reforma tan profunda?
R: Necesitamos un Parlamento que no sea obstruccionista. Creo que es importante que analicemos las ¨²ltimas encuestas, seg¨²n las cuales el gobierno, con todas las limitaciones, sigue teniendo un ¨ªndice de popularidad del 72%, frente a un 39% del Parlamento y un 32% del Poder Judicial. Eso deber¨ªa ayudar a llevar adelante el proceso paraguayo.
P: ?Quiere decir que puede llevar adelante la reforma apoy¨¢ndose en ese sost¨¦n popular? Algunos grupos afines a su gobierno le reprochan que no impulse usted una mayor movilizaci¨®n popular o un partido pol¨ªtico propio.
R: Somos conscientes de que esa aceptaci¨®n popular debe ser articulada. Nuestros programas y proyectos nacieron de la ciudadan¨ªa y yo creo que cuando haya cuestiones evidentes de obstrucci¨®n, esa propia ciudadan¨ªa sabr¨¢ leer los acontecimientos y dar un paso como co-responsables de un proceso que hemos iniciado con ellos.
P: ?No teme que ese apoyo se vaya diluyendo si la poblaci¨®n no aprecia r¨¢pidamente una mejora en sus condiciones de vida?
R: Este es un Gobierno que ha salvaguardado el rostro de Paraguay, del pa¨ªs m¨¢s corrupto de Am¨¦rica Latina, el segundo o tercero en el mundo. Ning¨²n ciudadano duda de la gesti¨®n transparente y honesta que hacemos y ese es un gran capital. No obstante, somos conscientes de ese peligro. Si esto no se traduce en una gesti¨®n eficaz, que de respuestas eficaces a las grandes demandas sociales, hist¨®ricamente postergadas, puede llegar un momento en que se digan "bueno, hasta aqu¨ª hemos llegado, no vemos los signos del cambio".
P: La reforma agraria fue uno de los principales puntos de su proyecto pol¨ªtico, pero esta misma semana ha habido manifestaciones de campesinos que protestan por la falta de avances.
R: Para pensar en una reforma agraria eficaz hay que tener en cuenta la estructura de la tenencia de la tierra y tambi¨¦n el desarrollo de la producci¨®n agraria. Paraguay es uno de los pocos pa¨ªses del mundo donde no existe ni tan siquiera un catastro. El Banco Mundial dio hace a?os un pr¨¦stamo de 40 millones de d¨®lares para hacerlo, pero no se ha realizado ni en un 15%. Esa es la realidad. Hay una enorme irregularidad en la tenencia de la tierra pero necesitamos un punto de partida y por eso estamos negociando con organismos internacionales que pueden ayudarnos a hacer ese catastro, un catastro din¨¢mico que nos permita ir avanzando. Adem¨¢s de eso, hemos recuperado ya tierras malhabidas, unas 100.000 hect¨¢reas, y hemos provisto una asistencia institucional en asentamientos rurales que estaban totalmente abandonados, sin presencia alguna del Estado.
P: ?Es suficiente?
R: Son tres pasos que ya hemos dado, cosas que no pod¨ªan esperar ni un d¨ªa m¨¢s, pero tambi¨¦n hemos sido honestos con la ciudadan¨ªa al explicarle que la reforma agraria es parte de un proceso largo.
P: Las asociaciones campesinas exigen una reforma m¨¢s r¨¢pida, al menos en cuanto a expropiaci¨®n de latifundios.
R: Tenemos que aceptar que el fin del latifundio, que los movimientos campesinos toman como bandera, tiene una limitaci¨®n constitucional. Soy consciente de que si no se cambia la Constituci¨®n Nacional, si no se realiza alguna reforma, ser¨¢ imposible hacer una reforma agraria integral.
P: ?Una reforma constitucional previa?
R: Sin duda. Si se quiere hacer una reforma agraria contundente con transformaciones sociales y tocando la estructura de tenencia de la tierra y el fin del latifundio improductivo, esto debe pasar por una reforma constitucional. Hoy lo que existe son grandes extensiones de tierras en manos de unos pocos, que no son tanto productores latifundistas sino especuladores de la tierra. Mientras no se tenga una pol¨ªtica fiscal que grave a las tierras improductivas, mientras no haga ese cambio en la Constituci¨®n, va a ser muy dif¨ªcil realizar esas reformas r¨¢pidas que exige gran parte de la ciudadan¨ªa.
P: Para cambiar la Constituci¨®n, usted necesitar¨ªa apoyos parlamentarios grandes, ?D¨®nde los encontrar¨¢? ?En el Partido Liberal, en el Colorado?
R: Hoy muchos est¨¢n convencidos de la necesidad de esa reforma constitucional. La misma Corte Suprema de Justicia, que no goza de mucho prestigio, propone la reforma de la Constituci¨®n. Yo creo que esto debe pasar por un gran debate nacional.
P: Ya se que usted no quiere hablar de fechas, pero ?hay alg¨²n proyecto concreto en marcha?
R: Ya hay varios proyectos, hechos por el Colegio de Abogados, por profesores de la Universidad Cat¨®lica y por algunos constitucionalistas individuales. Un proyecto de Constituci¨®n que tiene que ser debatido ampliamente por la ciudadan¨ªa antes de llegar a la Asamblea Nacional Constituyente.
P: Si el Parlamento se niega, ?prev¨¦ usted convocar un refer¨¦ndum para que la poblaci¨®n apoye la reforma constitucional?
R: No hay nada que adelantar. Yo creo que hay un sentir generalizado en la ciudadan¨ªa y que hay un apoyo impl¨ªcito a esta reforma constitucional.
P: La Corte Suprema es corrupta. ?Por qu¨¦ no la ha cambiado usted?
R: Porque dependen exclusivamente del Parlamento. Hay dos maneras de cambiar a los miembros de la Corte: por renuncia voluntaria o por un juicio pol¨ªtico. La renuncia es impensable, porque sus actuales miembros se sienten muy bien donde est¨¢n, y para el juicio pol¨ªtico tendr¨ªamos que tener mayor¨ªa en el Parlamento y no salen los n¨²meros. Hay argumentos de sobra para ese juicio pol¨ªtico, pero los partidos tradicionales no quieren arriesgarse a perder sus privilegios exponi¨¦ndose a jueces m¨¢s independientes y aut¨®nomos.
P: ?Qu¨¦ soluci¨®n hay?
R: Todo gira en torno del cambio constitucional que pueda garantizar, a su vez, el cambio en la Corte Suprema de Justicia.
P: Es imposible hablar de Paraguay sin plantear el tema de Itaip¨², la presa hidroel¨¦ctrica ?que comparten con Brasil. Ustedes exigen disponer libremente de su 50% de energ¨ªa y no estar obligados a vender a Brasil toda la que no utilizan. Brasil no aceptan la reforma del tratado, pero ofrece un programa que en el fondo significar¨ªa aumentar el precio. ?Para Paraguay es un tema de soberan¨ªa, todo o nada, o es posible una negociaci¨®n sobre precios??
R: Queremos recuperar la soberan¨ªa energ¨¦tica, pero entendemos que esto se pueda lograr gradualmente. Si hoy Brasil nos dijera: "Tienen libre disponibilidad de la energ¨ªa al 50%", resultar¨ªa que nosotros no podr¨ªamos hacer uso de ella porque no tenemos la infraestructura necesaria, ni para usarla ni para llevarla a otro lado. Por eso, nuestra propuesta es tambi¨¦n progresiva. Queremos que antes de 2023, cuando vence el tratado, en 2013, nosotros ya podamos decir que somos miembros plenos de Itaip¨²? y que tenemos derecho a vender a terceros o al mercado brasile?o fijando el precio.
P: Tengo entendido que acaba de aplazar un viaje a Brasil precisamente por falta de acuerdos.
R: S¨ª, el viaje se ha aplazado justamente porque no hab¨ªa acuerdos para firmar con el presidente Lula. Pero ahora estaremos juntos en Qatar y posiblemente en Trinidad y Tobago, y creo que esos encuentros pueden ser los previos a la visita oficial a Brasil.
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