El grifo de las remesas se cierra en Am¨¦rica Latina
Despu¨¦s de a?os de bonanza econ¨®mica, el dinero enviado por los migrantes comienza a caer
La situaci¨®n de Rebeca Maldonado, ecuatoriana de 24 a?os, no es a¨²n "desesperada". Vive en Espa?a desde 2007 y cuando lleg¨® "todo era muy distinto". No tuvo problema en hallar trabajo. Hasta hace tres meses se desempe?aba como camarera en un bar del barrio de Salamanca de Madrid. La recesi¨®n mundial convenci¨® al due?o de prescindir del personal y le oblig¨® a atender personalmente el local. Desde entonces, Maldonado no ha podido lograr otro empleo. Enviaba a Ecuador 300 euros, poco m¨¢s de la mitad de su salario. Ahora vive con la ayuda de sus amigos. No sabe hasta cu¨¢ndo.
La omnipresente crisis econ¨®mica global aterriz¨® en Am¨¦rica Latina en la segunda mitad de 2008 y lo hizo para quedarse. Aunque la regi¨®n parec¨ªa estar vacunada ante el tsunami que emergi¨® de Wall Street, la realidad marc¨® otra pauta. Adem¨¢s del contagio financiero y comercial, hay una tercera v¨ªa que va a afectar a la econom¨ªa latinoamericana: la ca¨ªda del dinero enviado desde el extranjero. De todas las regiones emergentes, Am¨¦rica Latina es la que m¨¢s depende de las remesas.
Hasta ahora, los flujos de dinero enviados desde los pa¨ªses de destino de los migrantes pod¨ªan llegar a compensar un periodo de bajo crecimiento en los pa¨ªses receptores. El freno en la econom¨ªa mundial, sin embargo, no deja indemne a la regi¨®n. La proyecci¨®n de crecimiento que el Banco Mundial estima para Am¨¦rica Latina ha ca¨ªdo de un 2,7% previsto el a?o pasado hasta un 0,3%.
Pero en esta ocasi¨®n, la crisis no ha sido causada por las econom¨ªas emergentes. Por primera vez, la debacle se origin¨® en el pa¨ªs del que parten la mayor parte de las remesas del mundo, Estados Unidos, y ha golpeado sin piedad al principal emisor europeo, Espa?a.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se?ala que los inmigrantes latinoamericanos enviaron a sus pa¨ªses 69.200 millones de d¨®lares en 2008, lo que supone un incremento de tan s¨®lo el 0,9% frente a 2007. Adem¨¢s, el presente a?o ser¨¢ el primero desde que el BID comenz¨® a estudiar los datos de env¨ªos de dinero, en 2000, en que se registre una ca¨ªda. Esta tendencia fue evidente en el ¨²ltimo trimestre de 2008, cuando el dinero enviado desde el extranjero cay¨® un 2%. El derrumbe se agudiz¨® el pasado mes de enero, con un desplome que oscila entre el 11% y el 13%, seg¨²n los ¨²ltimos datos del BID.
"La ca¨ªda era esperada, y seguramente vaya a m¨¢s, pero en cualquier caso su efecto va a ser mucho m¨¢s moderado que el provocado por la v¨ªa comercial, donde la ca¨ªda de ingresos supera ya el 20%, o por la v¨ªa financiera", matiza Jos¨¦ Antonio Ocampo, ex secretario ejecutivo de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal) y profesor de la Universidad de Columbia.
Cambio de vida
Aunque quiz¨¢ en el plano macroecon¨®mico el descenso de las remesas no se note, la esperada contracci¨®n del dinero enviado desde el extranjero trastocar¨¢ la calidad de vida de muchas familias latinoamericanas. Seg¨²n el ¨²ltimo informe del BID, el env¨ªo de dinero desde el extranjero ha significado un revulsivo para luchar contra la pobreza. El 60% del dinero se utiliza para cubrir necesidades diarias como alimentos, vestimenta y alojamiento y, especialmente, gastos sanitarios. En Am¨¦rica Latina no existe un sistema de Seguridad Social al estilo espa?ol. Un estudio de la Universidad de Maryland, realizado en 2007, expone que algunas poblaciones peque?as dependen enteramente del dinero que llega de Estados Unidos y Europa. Es el caso de Chiquimit¨ªo, un peque?o pueblo ubicado al sur de M¨¦xico, que ha visto decrecer su poblaci¨®n en m¨¢s de la mitad. Las opciones para quienes se quedan son pocas.
?Bastar¨ªa entonces s¨®lo con adecuarse a la nueva realidad econ¨®mica? En principio s¨ª, pero ese s¨®lo es muy relativo, tal y como explica Luis Jorge Garay, economista colombiano, que ha estudiado el efecto de las remesas en su pa¨ªs. "Los migrantes han adecuado sus patrones de vida al dinero que han ido ingresando todo este tiempo. Consumen m¨¢s, por ejemplo; algunos han decidido no trabajar. Los neoliberales dicen que las remesas han producido una situaci¨®n de aperezamiento en los pa¨ªses de origen, algo que es parcialmente cierto. Muchos hogares tendr¨¢n que cambiar sus patrones", argumenta Garay.
El cambio, sin embargo, no se produce ni se producir¨¢ de la noche a la ma?ana. Las remesas son un residuo, el dinero que mandan los migrantes una vez que han cubierto sus gastos b¨¢sicos en el pa¨ªs de destino. ?Cu¨¢l es el colch¨®n que tienen para reducir su calidad de vida sin llegar a la mendicidad?El impacto de la ca¨ªda del monto de dinero enviado ser¨¢ diferente dependiendo del pa¨ªs de origen del migrante. Los pa¨ªses andinos -Ecuador, Per¨² y Bolivia- van a ser los m¨¢s damnificados por la disminuci¨®n de las remesas.
Dependencia de Espa?a
Los m¨¢s de 400.000 ecuatorianos que residen legalmente en Espa?a suponen la mayor colonia latinoamericana en el pa¨ªs; la segunda de extranjeros despu¨¦s de los marroqu¨ªes. De acuerdo con los datos del Banco Mundial, en 2008, la cantidad de remesas enviadas a Ecuador disminuy¨® un 10% respecto a 2007. M¨¢s a¨²n, es el segundo pa¨ªs dependiente de las remesas de Espa?a, concretamente un 4% del producto interior bruto (PIB), s¨®lo por detr¨¢s de Bolivia (las remesas que llegaron de Espa?a en 2007 representaron un 10% del PIB).
El Banco de Espa?a a¨²n no ha publicado los datos de env¨ªos de remesas del curso pasado. Sin embargo, los del segundo trimestre ya fueron sintom¨¢ticos de la huella que la crisis ha dejado en el env¨ªo de dinero. En ese periodo, las remesas hab¨ªan ca¨ªdo un 7,3% en relaci¨®n con la misma etapa de 2007. En total, de Espa?a partieron 1.773 millones de euros.
El principal problema que se avecina en 2009 es el imparable aumento del desempleo. Hasta ahora los sectores m¨¢s golpeados han sido la construcci¨®n y la hosteler¨ªa, que emplean al mayor n¨²mero de inmigrantes. Pero no ser¨¢ el ¨²nico factor que afecte al env¨ªo de las remesas. A Ecuador, como a El Salvador en Centroam¨¦rica, le va a pesar mucho tener una econom¨ªa dolarizada. El primer semestre del a?o pasado, los ecuatorianos se beneficiaron de la fortaleza de la moneda europea, pero la ca¨ªda de su valor frente al d¨®lar en el resto de 2008 redujo el monto de sus remesas.
Econom¨ªas dolarizadas
Las fluctuaciones en las tasas de cambio representan un factor importante en varias econom¨ªas latinoamericanas, con efectos distintos. El peso mexicano y el real brasile?o, por ejemplo, han perdido terreno frente al d¨®lar estadounidense en los meses recientes, y como consecuencia, el dinero enviado desde Estados Unidos ha visto incrementado su poder adquisitivo.
La mayor¨ªa de los inmigrantes de pa¨ªses como Honduras, Nicaragua o El Salvador viven en Estados Unidos; los pa¨ªses centroamericanos, con econom¨ªas dolarizadas, dependen directamente del valor de la moneda estadounidense.
"Si en M¨¦xico o en Colombia, por ejemplo, las remesas caen, pongamos, un 10%, pero la depreciaci¨®n de la moneda es del 30%, tienen una compensaci¨®n en torno al 20%", ilustra Jos¨¦ Antonio Ocampo.
Las remesas representan un papel decisivo en las econom¨ªas de la regi¨®n. Seg¨²n los datos del Banco Mundial, el pa¨ªs de Am¨¦rica Latina que m¨¢s depende de las remesas es Honduras. La cuarta parte de su PIB proviene del dinero enviado desde el extranjero. El organismo recuerda que es la quinta econom¨ªa mundial con tal dependencia de las remesas.
M¨¦xico, que concentra un tercio del total de las remesas enviadas, es el principal receptor de Am¨¦rica Latina. S¨®lo es superado en el mundo por China e India. Los 30 millones de personas de origen mexicano -algunos est¨¢n nacionalizados- que viven en Estados Unidos no son ajenos a la crisis. As¨ª lo corrobora Jos¨¦ D¨ªaz, presidente del Club Rafael Carrizal, miembro de la Asociaci¨®n de Clubes Michoacanos en Chicago. Uno de cada 10 inmigrantes mexicanos en Estados Unidos proviene de Michoac¨¢n, un Estado al occidente de M¨¦xico. "Est¨¢ muy dif¨ªcil, [los estadounidenses] no quieren gastar", explica D¨ªaz.
Sin retorno
Muchos trabajan en construcci¨®n, en restaurantes o en la agricultura. El freno en la econom¨ªa les ha afectado por igual. Volver, sin embargo, no es una opci¨®n. "M¨¢s bien viajamos menos", cuenta. El retorno tampoco es una alternativa para Rebeca Maldonado, la ecuatoriana que vive en Espa?a. Cuando se le plantea la posibilidad de regresar, la respuesta es clara: "No. All¨¢ siempre est¨¢ peor".
La encrucijada a la que se enfrentan los Gobiernos de origen y de destino, especialmente en el caso de Espa?a, no es sencilla. La ¨¦poca actual evidencia la doble moral con la que han jugado los Ejecutivos desde que comenz¨® a agudizarse el fen¨®meno de la migraci¨®n. En los momentos de mayor auge econ¨®mico, todos ganaron, sobre todo algunos pa¨ªses de origen, que al poder liberarse de la responsabilidad de brindar empleo a personas que estaban en el paro, pudieron mejorar su calidad de vida. El problema viene ahora, cuando hay que apretarse el cintur¨®n. Los pa¨ªses de donde partieron los migrantes suelen dar la callada por respuesta, no hablan de programas de repatriaci¨®n. Y los de destino da la impresi¨®n de que cuantos m¨¢s se vayan, mejor. "Pero sin ser correspondidos", puntualiza Garay.
?Pueden hacer algo para paliar el efecto de la disminuci¨®n de las remesas? "Las remesas de por s¨ª generan desigualdad. Si encima una Administraci¨®n decidiese compensar a los que no la reciben, ?qu¨¦ pasar¨ªa con los que nunca han tenido nada?", mantiene Jos¨¦ Antonio Ocampo.
?Qu¨¦ puede llegar a ocurrir? En la medida en que las remesas bajan, la pobreza sube. Unido a la crisis global, lo que se avecina no es nada halag¨¹e?o. En esa b¨²squeda por encontrar el dinero para completar el que ya no viene de fuera, los analistas temen que entren en juego los sicarios, que ya han empezado a hacer actos de presencia, por ejemplo, en el eje cafetero colombiano, la regi¨®n que va desde el sur de Antioquia hasta el norte del Cauca. Lo mismo que en M¨¦xico. "All¨¢ los muchachos ya nom¨¢s se quieren dedicar a la droga", comenta D¨ªaz.
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