La ONU adopta la declaraci¨®n contra el racismo en una cumbre turbulenta
La Rep¨²blica Checa se suma a los socios occidentales y abandona la reuni¨®n por las palabras de Ahmadineyad.- El viceprimer ministro israel¨ª compara a Ir¨¢n con la "Alemania de Hitler"
En medio de una cumbre turbulenta, los delegados de la Conferencia de Naciones Unidas han adoptado hoy una declaraci¨®n que condena el racismo, como una forma de amortiguar el impacto de la salida de los l¨ªderes de la UE de la reuni¨®n tras las pol¨¦micas declaraciones realizadas por el presidente de Ir¨¢n.
El texto, que "reafirma" un documento contencioso acordado en 2001 y que se refiere en seis oportunidades a Israel y Oriente Pr¨®ximo, ha sido adoptado por consenso y sin una sesi¨®n de debate p¨²blica, mucho antes de que termine la reuni¨®n a la que no asiste Estados Unidos y otros ocho pa¨ªses que han boicoteado el encuentro. La r¨¢pida aprobaci¨®n del documento -un d¨ªa despu¨¦s de que comenzara la Conferencia, que est¨¢ previsto concluya el pr¨®ximo viernes- se atribuye al temor de muchos pa¨ªses de que el enrarecido clima y la politizci¨®n que reina provocase nuevas deserciones de pa¨ªses y el consiguiente fracaso del foro.
El documento fue negociado arduamente la semana pasada para llegarse a un texto de compromiso, en el que los pa¨ªses isl¨¢micos cedieron en todas sus exigencias ante los occidentales, y la delegaci¨®n palestina acept¨® eliminar un p¨¢rrafo sobre la reciente ofensiva israel¨ª contra Gaza. El documento incluye una referencia al Holocausto jud¨ªo a manos de los nazis y el llamamiento a que no se olvide.
La aprobaci¨®n se produce despu¨¦s de que Rep¨²blica Checa, que ejerce la presidencia de turno de la Uni¨®n Europea (UE), abandonara el encuentro.
Praga se suma as¨ª a Israel, Estados Unidos, Italia, Australia, Canad¨¢, Polonia, Alemania, Holanda y Nueva Zelanda, pa¨ªses que se han negado a participar en la Conferencia por considerar que se iba a convertir en un foro antisemita. Tambi¨¦n a los delegados de 30 pa¨ªses, entre ellos los espa?oles, que ayer abandonaron la sala despu¨¦s de que Ir¨¢n revent¨® la cumbre por su virulenta diatriba contra Israel. "El discurso de ayer fue la gota que colm¨® el vaso", ha asegurado Hus¨¢k a los periodistas .
El presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad, calific¨® a Israel de racista. "Despu¨¦s de la II Guerra Mundial, recurrieron a la agresi¨®n militar para convertir en despose¨ªdos a una naci¨®n entera con el pretexto del sufrimiento de los jud¨ªos... Y enviaron a emigrantes desde Europa, Estados Unidos y otras partes del mundo para establecer un Gobierno totalmente racista en la Palestina ocupada. Y, de hecho, en compensaci¨®n por las espantosas consecuencias del racismo en Europa, ayudaron a otorgar poder al r¨¦gimen m¨¢s cruel, represivo y racista en Palestina", dijo ayer el presidente Ahmadineyad.
Como la Alemania de Hitler
La respuesta israel¨ª ha sido contundente. El viceprimer ministro de Israel, Silvan Shalom, ha comparado a Ir¨¢n con la Alemania de Adolf Hitler. Antes de la celebraci¨®n del foro, el Gobierno israel¨ª hab¨ªa promovido el boicoteo de la cumbre contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia al considerar que la presencia del l¨ªder iran¨ª no se pod¨ªa justificar por sus ataques deliberados.
Israel y el resto de sus socios tambi¨¦n rechazan el texto final por entender que se comparaba el sionismo con el racismo. El documento, que se aprobar¨¢ entre hoy y ma?ana, no hace ninguna menci¨®n ni a Israel, ni a los territorios ocupados, y s¨ª que hace referencia expl¨ªcita al Holocausto y a la necesidad de no olvidarlo. Asimismo, no incluye el concepto de "difamaci¨®n de religiones", que apoyaban algunos pa¨ªses ¨¢rabes y que fue excluido porque los occidentales tem¨ªan que pudieran afectar a la libertad de expresi¨®n.
Al mismo tiempo, el apoyo del Papa a la Conferencia contra el Racismo, expresado el domingo con toda claridad por Benedicto XVI, amenaza con abrir una nueva crisis entre el catolicismo y el juda¨ªsmo. El rabino jefe de Roma, Ricardo di Segni, censur¨® en t¨¦rminos duros la posici¨®n de la Santa Sede ante la llamada Durban II en una entrevista publicada en La Stampa, informa Miguel Mora.
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