"No vamos al infierno si gana Pi?era ni al cielo si gana Frei"
Despu¨¦s de 15 a?os de militancia, el diputado socialista Marco Enr¨ªquez-Ominani renunci¨® esta semana a su partido para presentarse como candidato independiente a presidente de Chile en las elecciones de diciembre pr¨®ximo, que determinar¨¢n el sucesor de Michelle Bachelet. Con su decisi¨®n, el postulante m¨¢s joven a La Moneda -36 a?os reci¨¦n cumplidos-, y de mayor crecimiento en los sondeos, se transform¨® en el tercer socialista que abandona este partido para competir en la carrera presidencial al margen de la Concertaci¨®n y puso fin a la ambig¨¹edad de permanecer en las filas oficialistas pero no respaldar al candidato de la coalici¨®n de centroizquierda que gobierna Chile desde 1990, el senador democristiano y ex presidente Eduardo Frei (1994-2000).
Renuncia a las filas socialistas "porque la ley as¨ª lo exige para postular como independiente (...) es una decisi¨®n a la que se me oblig¨®, que no quise pero deb¨ª tomar porque no se me dej¨® competir en primarias", afirma en una entrevista con EL PA?S. De profesi¨®n fil¨®sofo y cineasta, sostiene que se marcha de su partido con un "sentimiento de tristeza, de ninguna alegr¨ªa". En un mensaje a trav¨¦s de Youtube explica que su dimisi¨®n "responde a la decisi¨®n de la Concertaci¨®n y del PS de ahogar la competencia" y pide a sus adherentes no tomar la misma decisi¨®n, pero los convoca a conformar "una nueva mayor¨ªa, amplia, diversa, fuerte y libertaria". En una carta que envi¨® al presidente del Partido Socialista (PS), Camilo Escalona, critica al partido por estar inmerso en "l¨®gicas mezquinas y banales de luchas por cuotas y cargos".
Pregunta. ?Qu¨¦ respaldo le queda sin partidos que lo apoyen?
Respuesta. Miles de personas. Cuarenta mil adherentes en Facebook, la segunda mayor comunidad en el pa¨ªs, dirigentes regionales, locales...
P. Para gobernar se requieren los partidos, pero usted no tiene ninguno detr¨¢s.
R. Por supuesto que gobernar¨¦ con los partidos, pero no con esos dirigentes. Son ellos los que encarnan lo que yo no quiero m¨¢s en Chile, las malas pr¨¢cticas, la decadencia, la descomposici¨®n de las convicciones. En mi p¨¢gina web he puesto que "ellos no votan por Marco". Con esos dirigentes no se pueden hacer los cambios. Cuidado, vamos a gobernar con lo mejor de los partidos.
P. Esos partidos no parecen tener en su orden del d¨ªa la intenci¨®n de cambiar.
R. Mi candidatura tiene que generar cambios. Viene un debate muy rico en materia partidaria, hay un punto de inflexi¨®n: nos quedan siete meses y siete meses son una d¨¦cada en pol¨ªtica. En los tres meses que ya van hemos instalado vectores nuevos en el debate, como los derechos sexuales, el aborto...
P. ?C¨®mo va la recolecci¨®n de las 36.000 firmas independientes que necesita para ser candidato?
R. Tenemos cerca de 12.000. Ahora est¨¢n tratando de invalidarlas jur¨ªdicamente. Ser¨¢ una linda batalla, mi propia primaria, con plazo hasta el 12 de septiembre. No tengo ninguna angustia salvo las firmas.
P. ?Ser¨ªa muy dram¨¢tico que ganara Sebasti¨¢n Pi?era (candidato de la derecha) y se acabaran los Gobiernos de la Concertaci¨®n?
R. Rechazo que nos vayamos a ir al infierno si gana Pi?era y al cielo si gana Frei. Los dos candidatos tienen similitudes muy preocupantes. Los dos son dos democristianos, los dos tienen acciones, los dos tienen un joven de un Techo para Chile (ONG que entrega viviendas a familias pobres), los dos tienen un obispo que los defiende...
P. Si usted no llegara a segunda vuelta, ?a qui¨¦n le dar¨ªa sus votos?
R. Pasar¨¦ a segunda vuelta y espero contar en ella con el apoyo de la presidenta de la Rep¨²blica [Michelle Bachelet].
P. ?Por qu¨¦ quiere cambiar el presidencialismo a un r¨¦gimen semipresidencial con primer ministro, algo bastante europeo?
R. Quiero cambiar la monarqu¨ªa borb¨®nica colonial que tenemos con este presidencialismo exagerado. Soy un semipresidencialista y un federalista moderado. Quiero m¨¢s distribuci¨®n del poder y debate. La figura presidencial chilena es hija de Pinochet. Se construy¨® porque Pinochet la dibuj¨® para ¨¦l mismo, pero nunca previ¨® que no iba a ser presidente. [Al llegar la democracia], se produjo algo que contradijo a la Concertaci¨®n. Vistas las cosas como estaban, con comandantes en jefe y senadores designados, era mejor mantener el presidencialismo, para oponer un presidente fuerte a Pinochet. Entonces el presidencialismo fue una concesi¨®n de la Concertaci¨®n, no una convicci¨®n. Pero hoy estamos en el 2009. Al votar por Bachelet en 2005, los chilenos sin darnos cuenta, votamos contra el sistema presidencialista. Elegimos a la menos presidencialista de los candidatos a presidente. Bachelet instala un estilo ciudadano, participativo, de formar comisiones, de escuchar, que va contra el vector del presidencialismo, el que parte de la base que despu¨¦s de electo tienes el derecho de imponer legislaci¨®n. Pero ella retrocede en eso. Escalona [Camilo, presidente del Partido Socialista] en vez de vivir esto como un gran logro, lo ha vivido como una tragedia.
P. Usted ha dicho que le gusta la "izquierda de juicios complejos" ?Qu¨¦ significa?
R. Mucha gente se siente de izquierda simplemente por haberse opuesto a una dictadura. Eso genera un alineamiento discutible. He escuchado a diputados PPD (Partido por la Democracia), DC (Democracia Cristiana) confesar abiertamente que lo ¨²nico que los re¨²ne con ciertas posiciones en temas que legislan es que est¨¢n en esa piscina porque existi¨® Pinochet. Si no hubiese existido Pinochet ser¨ªan de una derecha liberal, de otros partidos. Ese trauma en la historia de Chile (la dictadura) gener¨® un alineamiento que es propio de la Guerra Fr¨ªa, y que no est¨¢ relacionado con lo que pasa hoy.
P. ?Qu¨¦ es ser de izquierda hoy para usted?
R. En el Chile de hoy, primero, ser un inconformista permanente y no un conservador, como la derecha, que es guardi¨¢n de la constituci¨®n. Segundo, entender que el Estado no es la herramienta, es el brazo para derrotar la pobreza. El mercado es la herramienta que puede crear riqueza pero no es capaz de repartirla. Tercero, en materia de derechos civiles tengo una definici¨®n muy ideol¨®gica: el Estado no puede estar ni con la pena de muerte ni involucrarse penalizando los derechos sexuales y reproductivos.
P. Eso suena bastante liberal...
R. A eso me refiero. Soy hijo y sobrino de muchos de ellos. Se preguntan c¨®mo un hijo de Miguel Enr¨ªquez (l¨ªder guerrillero, que muri¨® en combate contra la dictadura), que estuvo exiliado, puede decir eso. Yo no s¨¦ si esa izquierda, que ha dado una lucha tan noble, que ha estado en la marginalidad parlamentaria tanto tiempo, es la izquierda que le habla al grueso de los chilenos. Hay dos posibilidades, unos culpan a los medios de comunicaci¨®n, 'mire, hemos estado bloqueados y censurados', y otros a una mixtura de cosas, porque este pa¨ªs est¨¢ pidiendo pronunciamientos mucho m¨¢s complejos sobre otros temas, transg¨¦nicos, propiedad intelectual, remedios gen¨¦ricos...
P. A prop¨®sito de izquierdas, ?Ch¨¢vez o Lula?
R. Juicios complejos. A m¨ª me gusta el Ch¨¢vez que cuando se acaba la concesi¨®n de RCTV acepta que caduque y no la renueva, pero no me gusta el Ch¨¢vez que se guarda la RCTV para el Estado y no la vuelve a licitar. El Ch¨¢vez que expulsa a Jos¨¦ Miguel Vivanco de Human Rights Watch me parece espantoso; el Ch¨¢vez peleado con un monarca que la va a expropiar los bancos no me parece correcto, pero el Ch¨¢vez que propone un mundo multipolar, bien. Respecto de Lula tengo juicios complejos. Me seduce menor el Lula que en su primer per¨ªodo escabull¨® los grandes debates respecto de la regulaci¨®n bancaria me seduce menos; el Lula de hoy, que asume un mundo multipolar, un liderazgo regional y ayuda a Unasur, me gusta. Si me dicen: '?Usted fue laguista?', respondo, 'No', '?Pero usted trabaj¨® con Lagos (Ricardo, presidente 2000-2006)?', 'S¨ª, pero para que no ganara Lav¨ªn (Joaqu¨ªn, candidato de la derecha derrotado por Lagos)'. Uno no trabaja s¨®lo por; uno tambi¨¦n puede trabajar contra. Mucha gente que vota por m¨ª, estoy seguro, no lo hace por m¨ª, vota contra las ofertas que otros le hacen.
P. ?Se considera el Obama chileno?
R. Las comparaciones son siempre imprecisas. Nosotros encarnamos dos cosas: el reclamo, de diversos tipos, de gente excluida y generacional, y la instalaci¨®n de temas que no estaban en la agenda.
P. ?Hasta qu¨¦ punto usted es un producto medi¨¢tico?
R. Soy eso y mucho m¨¢s. Soy alguien que entiende de comunicaci¨®n. Mi chilenidad la hice estudiando Filosof¨ªa y despu¨¦s dedic¨¢ndome diez a?os a las comunicaciones. As¨ª decid¨ª aprehender el pa¨ªs. S¨ª lo soy, ?y qu¨¦? Para existir en un medio de comunicaci¨®n hay que ser un agente de contenidos. ..
P. ?Cu¨¢nto pesa en usted la imagen de su padre biol¨®gico, Miguel Enr¨ªquez?
R. Se dice que soy un candidato manipulado por el MIR, que en el fondo soy un tapado de la Concertaci¨®n, para que haya segunda vuelta. Las teor¨ªas son m¨²ltiples. Desde que llegu¨¦ a Chile soy v¨ªctima del prejuicio de una cierta elite. No me afecta en nada, me resbala, porque he aprendido, como dec¨ªa Miguel, que a un ser humano se le juzga por lo que sue?a, hace y no por lo que tiene ni de d¨®nde viene. A todos nos dejan un mandato familiar, te guste o no. La figura de un padre revolucionario no es tan f¨¢cil. Cuando yo era chico no robaba porque ?c¨®mo al hijo de Miguel lo van a pillar robando un chocolate? Hab¨ªa un imperativo ¨¦tico y un mandato. O no elud¨ªa ninguna pelea a combos porque, ?c¨®mo me voy a acojonar si soy el hijo de Miguel? Cuando uno es hijo de Miguel Enr¨ªquez, la relaci¨®n con el poder es muy distinta.
P. Algunos intelectuales piensan que su momento ser¨¢ en la elecci¨®n del 2013 y que ahora es su oportunidad de situarse en el escenario...
R. Eso expresa un gran desprecio por la edad. Es parte del envejecimiento.
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