Los Guardianes de la Revoluci¨®n amenazan a la prensa y a los 'blogueros' con "acciones legales"

El Gobierno iran¨ª ha dado hoy un paso m¨¢s en su estrategia de acoso contra la prensa y los blogueros. Al mediod¨ªa (dos horas y media menos en la Espa?a peninsular) los Guardianes de la Revoluci¨®n emitieron su primer comunicado desde que se celebraron las elecciones el pasado viernes, en el que exigen a todos los sitios de Internet y blogueros que eliminen de sus p¨¢ginas cualquier contenido que "cree tensi¨®n". Quienes intenten burlar la orden deber¨¢n enfrentarse a acciones legales. Los Guardianes de la Revoluci¨®n, m¨¢s conocidos como Pasdar¨¢n, son el ej¨¦rcito ideol¨®gico del r¨¦gimen y solo responden ante el l¨ªder supremo. Ya tienen una dilatada experiencia en la persecuci¨®n de blogueros.

Siguen las detenciones de reformistas. Esta ma?ana ha sido arrestado el economista Saeed Leylaz, uno de los intelectuales iran¨ªes de mayor prestigio, y el periodista y editor Mohamed Reza Jalaiepur, una de las referencias de la prensa reformista en Ir¨¢n.

Pero mientras se estrecha el cerco contra blogueros y periodistas, mientras los periodistas tratan en vano de contactar con sus fuentes y se topan con tel¨¦fonos desconectados, los manifestantes reformistas contin¨²an desafiando al r¨¦gimen. Teher¨¢n se prepara hoy para el quinto d¨ªa consecutivo de protestas por el resultado de las elecciones presidenciales. Los partidarios de Mir Hosein Musav¨ª, que contestan la humillante derrota de su candidato frente al reelegido Mahmud Ahmadineyad, aprovecharon la marcha de ayer hasta el edificio de la radiotelevisi¨®n estatal para pasar la voz de la nueva cita. "Ma?ana a las cinco en Haft-e Tir", informaban los j¨®venes boca a boca.

Los frecuentes cortes de las l¨ªneas de m¨®vil, la completa suspensi¨®n del servicio de sms y el cierre de la mayor¨ªa de las redes sociales en Internet, no han logrado impedir la coordinaci¨®n de los opositores. Una incre¨ªble red de voluntarios mantiene a todo el mundo informado de las protestas y se encarga de que estas transcurran en silencio y de forma pac¨ªfica para no provocar a las fuerzas del orden.

En lo que muchos observadores valoran como un cambio de t¨¢ctica, las autoridades parecen haber dado orden a la polic¨ªa de no intervenir mientras no haya actos violentos. Durante la marcha de ayer, peque?os grupos de antidisturbios, estrat¨¦gicamente situados en los principales cruces del tramo de la avenida Val-i Asr por donde se desarrollaba la marcha, observaban su paso sentados en los bolardos de las aceras. En la esquina con la calle Sattari, un oficial conversaba animadamente con una participante.

Al final de la concentraci¨®n, un fot¨®grafo extranjero llam¨® a esta corresponsal para indicarle que hab¨ªa visto algo inimaginable. "A la altura de Parkway, un grupo de antidisturbios ha quedado totalmente rodeado por los manifestantes que les coreaban: "un¨ªos a nosotros"; los agentes no han intervenido", relataba sorprendido. De momento, los polic¨ªas no se est¨¢n uniendo a las protestas, aunque no est¨¢ claro que llegado el momento vayan a disparar con gusto contra la multitud. La mayor¨ªa de los agentes desplegados son reclutas que cumplen el servicio militar. Solo los oficiales son polic¨ªas profesionales.

Poco a poco empiezan a llegar noticias de revueltas en otras ciudades del pa¨ªs, a las que los periodistas extranjeros no tenemos acceso. Los estudiantes de Shiraz, Isfah¨¢n o Qazv¨ªn han llevado a cabo protestas en sus universidades. Sin embargo, los v¨ªdeos realizados con tel¨¦fonos m¨®viles por los propios j¨®venes no se pueden ver en Ir¨¢n debido a la exasperante lentitud del acceso a Internet y al creciente control sobre los medios de comunicaci¨®n.