El r¨¦gimen iran¨ª opta por la represi¨®n

El Consejo de Guardianes, especie de Tribunal Constitucional iran¨ª, anunci¨® ayer que recontar¨¢ los votos de las elecciones del viernes, pero rechaz¨® convocar nuevos comicios. Este gesto de flexibilidad contrasta con el atrincheramiento del r¨¦gimen. Las autoridades han lanzado una campa?a de detenci¨®n de l¨ªderes reformistas, cancelado las acreditaciones de los enviados especiales y prohibido cubrir las manifestaciones de la oposici¨®n a los corresponsales en Teher¨¢n.

Tales medidas apuntan a un enroque del r¨¦gimen y sustentan la idea de que la revisi¨®n del escrutinio, que ya ha sido rechazada por insuficiente por Mir-Hosein Musav¨ª, el candidato perdedor, s¨®lo busca ganar tiempo mientras se desvanecen las protestas.

"Es posible que haya algunos cambios en el resultado tras el recuento", declar¨® a la televisi¨®n estatal el portavoz del Consejo de Guardianes, Abbas Al¨ª Kadjodai, tras anunciar la disposici¨®n de esa especie de c¨¢mara alta no electa a examinar algunas papeletas. No obstante, Kadjodai precis¨® que "de acuerdo con la ley, la petici¨®n de que se cancele el escrutinio que han hecho

candidatos no se puede admitir".

Tanto Musav¨ª como el candidato reformista Mehdi Karrub¨ª, que son los que pidieron la anulaci¨®n del voto, rechazan esa soluci¨®n, seg¨²n hizo saber ayer una persona pr¨®xima a ambos. El d¨ªa anterior, el mism¨ªsimo l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei, pidi¨® al Consejo, que act¨²a de organismo de supervisi¨®n electoral, que tomara en cuenta las reclamaciones de esos candidatos. Su intervenci¨®n sorprendi¨® porque el s¨¢bado, cuando empezaron las primeras protestas, sali¨® en defensa del reelegido presidente Mahmud Ahmadineyad.

No est¨¢ claro si la intervenci¨®n de Jamenei ha sido un intento de proteger la legitimidad del Estado, o si la m¨¢xima autoridad de la Rep¨²blica Isl¨¢mica se ha visto sorprendida por la magnitud de las protestas. En cualquier caso, la mayor¨ªa de los observadores considera improbable que el l¨ªder supremo vaya a aceptar que se cambie un resultado que ya ha avalado p¨²blicamente.

"Pueden admitir un error y decir que han sido 21 millones de votos frente a 20, pero eso no cambiar¨ªa el triunfo de Ahmadineyad", afirma un analista que pide guardar el anonimato ante lo delicado de la situaci¨®n. "En realidad puede que ¨¦se fuera el resultado inicial, no hay que olvidar que el presidente tiene muchos apoyos en las zonas rurales y entre los sectores m¨¢s conservadores del funcionariado y las fuerzas armadas", explica esta fuente. Entonces, ?por qu¨¦ se hincharon las cifras? "Para humillar a sus opositores, a esa parte del r¨¦gimen que le ha menospreciado por no pertenecer a las ¨¦lites gobernantes y haber logrado consolidar un poder que muchos cre¨ªan fuera del alcance de su cargo".

Los detenidos ayer, Mohamed Abtahi y Said Hajarian, pertenecen a ese movimiento prorreforma que durante cuatro a?os ha fustigado las pol¨ªticas de Ahmadineyad. Como la mayor¨ªa de los interpelados desde el s¨¢bado -que el ministro de los Servicios Secretos, Gholam Hosein Moshen¨ª-Ejei, cifr¨® en 26-, son personas que tuvieron cargos importantes en el Gobierno del reformista Mohamed Jatam¨ª, uno de los principales apoyos de Musav¨ª junto al ex presidente Al¨ª Akbar Hashem¨ª Rafsanyan¨ª. Jatam¨ª, seg¨²n su hermano Reza, que estuvo detenido la noche del s¨¢bado al domingo, tambi¨¦n pide que se repitan las elecciones.

Otra figura del sistema que est¨¢ cuestionando lo que sucede es el presidente del Parlamento, Al¨ª Lariyan¨ª, m¨¢s conocido en Occidente por su papel como jefe del equipo negociador nuclear, del que fue apartado por Ahmadineyad. Lariyan¨ª no es un reformista sino un conservador moderado, pero a pesar de las diferencias ideol¨®gicas, comparte con ellos la convicci¨®n de que el presidente ha da?ado la imagen internacional de Ir¨¢n con su populismo y su ret¨®rica agresiva.

"El Ministerio del Interior es responsable de esto y debe responder por ello. El Parlamento vigilar¨¢ de cerca el caso", respondi¨® Lariyan¨ª a la agencia estudiantil ISNA cuando le pregunt¨® por los ataques de la madrugada de ayer en la residencia universitaria. Los estudiantes han denunciado que polic¨ªas antidisturbios y basiy¨ªs (milicianos voluntarios) irrumpieron en el campus y suprimieron brutalmente la protesta que estaba realiz¨¢ndose. El lunes en las verjas de la Universidad de Teher¨¢n hab¨ªa carteles que denunciaban "el ba?o de sangre" que, dijeron, fue m¨¢s grave que el de las revueltas de julio de 1999. En una web cuyo servidor est¨¢ fuera de Ir¨¢n se citan los nombres de cinco alumnos que, aseguran, resultaron muertos, algo que el rector, Farhad Rahbar, ha negado.

Los medios de comunicaci¨®n estatales insistieron sin embargo ayer en que las protestas de los partidarios de Musav¨ª hab¨ªan dejado siete muertos. Algunos observadores incluso dudan de si existen o si se trata de un elemento m¨¢s de la campa?a de desprestigio que la prensa oficial est¨¢ llevando a cabo contra los opositores, a los que acusa de ser gamberros que se dedican a destruir la propiedad p¨²blica y privada.

Las habituales dificultades de los periodistas extranjeros en este pa¨ªs se agrandaron ayer. A media ma?ana, una comunicaci¨®n oficial anunciaba a los enviados especiales que sus acreditaciones hab¨ªan sido anuladas y que deb¨ªan organizar su salida del pa¨ªs. Poco despu¨¦s, un fax remitido a los corresponsales permanentes nos prohib¨ªa cubrir "cualquier manifestaci¨®n no autorizada por el Ministerio del Interior". Los equipos de televisi¨®n tampoco pueden salir fuera de sus oficinas. La medida carece de precedentes. En 1999, s¨®lo se prohibi¨® la toma de im¨¢genes de la represi¨®n de las revueltas estudiantiles.

Relato de ?ngeles Espinosa desde Teher¨¢n