Francia busca las 'cajas negras' del Airbus en una superficie de 17.000 kil¨®metros cuadrados

Paul-Louis Arslanian, director de la Oficina de An¨¢lisis e Investigaciones, el organismo oficial franc¨¦s encargado de buscar las causas del accidente del Airbus, asegur¨® esta ma?ana que a¨²n es pronto para dilucidar qu¨¦ pas¨® en el vuelo 447 R¨ªo de Janeiro-Par¨ªs, que se precipit¨® al mar con 228 personas a bordo. Y que contin¨²an buscando las cajas negras en una superficie circular de casi 80 kil¨®metros de radio, esto es, alrededor de 17.000 kil¨®metros cuadrados, m¨¢s de la mitad de B¨¦lgica.

Pero, a falta de m¨¢s conclusiones, Arslanian ha mostrado un sonido. Se trata de una se?al id¨¦ntica a la que, desde el 1 de junio, fecha del accidente, emite la baliza adherida a las cajas negras del avi¨®n, hundida en una parte del Oc¨¦ano Atl¨¢ntico, entre monta?as submarinas, a una profundidad probable de m¨¢s de 4.500 metros. El sonido que emite es un toc-toc-toc, parecido al de un martillazo continuo, preciso e intermitente. Si la baliza no se ha da?ado irremisiblemente en el accidente, la se?al empez¨® a sonar desde el preciso momento en que entr¨® en contacto con el agua. El toc-toc-toc estar¨¢ sonando hasta que se le agote la bater¨ªa. Como m¨ªnimo, tiene energ¨ªa para un mes. As¨ª, a partir del 1 de julio, "la probabilidad de encontrarla ser¨¢ m¨ªnima", seg¨²n Arslanian. Un miembro del equipo de Arslanian confes¨®: "Es una aut¨¦ntica carrera contrarreloj".

La se?al tiene un alcance de dos kil¨®metros. M¨¢s all¨¢, es inaudible, incluso para los fin¨ªsimos receptores enviados all¨ª por Estados Unidos y Francia. Para calibrar el alcance, el tama?o y la dificultad de la b¨²squeda, el director del organismo franc¨¦s record¨® que la zona rastreada cae de lleno en lo que se denomina la Dorsal Atl¨¢ntica, esto es, una cordillera que atraviesa el Oc¨¦ano Atl¨¢ntico de arriba abajo, con unas simas a 4.500 metros y otras crestas a 800. Las cajas negras, del tama?o de una caja de zapatos, puede estar sepultada a la mayor profundidad o haber ca¨ªdo algo m¨¢s cerca. Nadie lo sabe.

En su busca participa un submarino nuclear franc¨¦s equipado con un s¨®nar y dos remolcadores, tambi¨¦n franceses, que, atados a cables de m¨¢s de 6.000 metros, pasean unos ultrasensibles hidr¨®fonos cedidos por el Pent¨¢gono capaces de escuchar ese toc-toc-toc a m¨¢s un kil¨®metro y medio de distancia. Cuando se localice las cajas negras, si es que esto ocurre, los equipos de submarinos desplazados a la zona comenzar¨¢n a actuar.

Arslanian precis¨® que es una b¨²squeda dif¨ªcil, sujeta a decisiones arriesgadas: "Si acotamos una zona peque?a de rastreo, corremos el riesgo de pasar al lado de la baliza sin escucharla; por el contrario, si abarcamos una zona muy amplia, corremos el riesgo de no llegar a tiempo".

El director de la Oficina de Investigaciones y An¨¢lisis no quiso defender ninguna hip¨®tesis sobre la causa del accidente: "A¨²n estamos en la fase de recoger datos. Y es mejor hacerlo sin tener ninguna idea preconcebida. Es una manera de abrir m¨¢s los ojos".

Con respecto a los ¨²ltimos descubrimientos de las autopsias, que descartan en principio una explosi¨®n debido a la falta de quemaduras en los cad¨¢veres, Arslanian fue claro: "No hablar¨¦ de eso porque no hemos tenido acceso al resultado de las autopsias, hechas por personal brasile?o. Nosotros tenemos un m¨¦dico en Recife, pero no le han permitido sumarse al equipo".