El voto de protesta, seg¨²n una de sus protagonistas
En menos de dos meses, m¨¢s de 40 grupos de j¨®venes han surgido en M¨¦xico que invitan a protestar mediante el voto contra lo que perciben como una crisis de representaci¨®n en el Gobierno. Susurros espont¨¢neos y aislados que hoy han fijado el tema principal de las elecciones que tendr¨¢n lugar este 5 de julio: ?votar por los partidos pol¨ªticos o elegir no elegirlos?
M¨¢s all¨¢ de las diferentes ciudades donde surgieron y de sus distintas formas de expresi¨®n -unos promueven dejar la papeleta en blanco, otros anularla intencionalmente y otros votar por un candidato no registrado-, todos buscan realizar una protesta mediante el voto.
Encuestas recientes (la del peri¨®dico Reforma, por ejemplo) se?alan que alrededor del 10% de la poblaci¨®n acudir¨¢ a la urna para protestar con su voto al no eligir a un partido pol¨ªtico.
A diferencia de otros pa¨ªses, como Espa?a y Argentina, en M¨¦xico el voto de protesta no se encuentra regulado como una forma de sancionar a los partidos. Lo que implica que, pese a que el ciudadano es consciente de que su voto no tendr¨¢ una necesaria consecuencia, est¨¢ dispuesto a sacrificar su incidencia en el resultado de la elecci¨®n para demostrar su descontento.
Lo anterior exhibe, principalmente, el gran descontento que se vive hoy en M¨¦xico por la falta de representatividad del ciudadano en la esfera p¨²blica, la carencia de sistemas de rendici¨®n de cuentas y la ausencia de un canal institucional a trav¨¦s del cual el ciudadano pueda protestar ante los abusos de la clase pol¨ªtica.
Uno de los factores que m¨¢s ha sorprendido sobre este fen¨®meno que se adue?¨® del debate nacional por encima de las propuestas de los partidos, es que no proviene de grupos organizados de la pol¨ªtica tradicional mexicana, sino que se ha gestado en los j¨®venes que desde hace muchos a?os no se hab¨ªan agrupado entorno a una misma causa.
La generaci¨®n que hoy encabeza este movimiento tiene entre 20 y 30 a?os de edad y es la primera que, en estas dimensiones, ha prescindido de utilizar las calles y las plazas p¨²blicas como centros de reuni¨®n y de convocatoria, para remplazarlas con una poderosa herramienta: el Internet.
Mediante blogs, redes sociales, correos electr¨®nicos, videos, podcasts y p¨¢ginas web, este movimiento ha logrado, sin recursos econ¨®micos o administrativos, una importante difusi¨®n e impacto. A¨²n cuando los partidos gastar¨¢n m¨¢s de 44 millones de euros en esta elecci¨®n y tendr¨¢n acceso gratuito a m¨¢s nueve millones de anuncios de radio y televisi¨®n, no han logrado seducir al elector indeciso, como s¨ª lo ha conseguido el movimiento en torno al voto de protesta.
Uno podr¨ªa decir que los partidos pol¨ªticos no han utilizado Internet de forma positiva. Toda vez que las campa?as negativas est¨¢n prohibidas en radio y televisi¨®n y queInternet no est¨¢ regulado por las leyes electorales mexicanas, ¨¦ste se ha vuelto el comod¨ªn que utilizan los partidos para atacarse unos a otros. En contraste, los ciudadanos lo han utilizado para expresarse, para unirse, para organizarse, para lograr el primer movimiento nacional nacido en la red y que ha logrado, con ¨¦xito, saltar a los medios de comunicaci¨®n tradicionales.
Sin embargo, esta herramienta tiene l¨ªmites. Hasta finales de 2008, s¨®lo 27 millones de mexicanos, de un total de m¨¢s de 105 millones, ten¨ªan acceso a Internet. En este sentido, es f¨¢cil explicarpor qu¨¦ el movimiento ha sido acogido b¨¢sicamente en las grandes ciudades y ha pasado de largo en las zonas menos desarrolladas y rurales.
Con sus ventajas y sus desventajas, hoy, el movimiento de voto de protesta ha ganado porque logr¨® transformar, con el uso de la creatividad y el Internet, uno de los problemas m¨¢s importantes de nuestro pa¨ªs: la falta de representaci¨®n pol¨ªtica, en una voz que se ha ganado un lugar en la agenda. Su ¨¦xito en la obtenci¨®n de las reformas legales que otorguen al ciudadano mecanismos de rendici¨®n de cuentas depender¨¢, en un primer momento, del porcentaje de voto de protesta que se emita en las elecciones, y, en un segundo momento, de la capacidad de mantener unidas a estas voces para hacer una presi¨®n real en el siguiente Congreso.
Mucho se ha dicho sobre el origen de este movimiento en M¨¦xico, pero lo cierto es que, a nivel mundial, el Internet se ha tornado en la herramienta id¨®nea para organizar y canalizar causas de la sociedad. Id¨®nea no s¨®lo por lo eficiente que resulta sino porque no existe un arma para censurarla o acallarla. La lista se empieza a escribir: Estados Unidos, Ir¨¢n, M¨¦xico... y ¨¦sta seguro seguir¨¢.
* Elisa de Anda es abogada por la Universidad Iberoamericana y curs¨® un seminario de Derecho Internacional en La Haya.
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