China y EE UU abordan la remodelaci¨®n del mundo
Washington y Pek¨ªn abren un di¨¢logo para superar problemas econ¨®micos y estrat¨¦gicos.- Obama llama al gigante asi¨¢tico a crear un futuro juntos
China y Estados Unidos han abierto en Washington un di¨¢logo que pretende, sin muchos tapujos, una remodelaci¨®n del mundo acorde con la visi¨®n y los intereses de las dos nuevas superpotencias. "Las relaciones entre Estados Unidos y China determinar¨¢n el siglo XXI", dijo Barack Obama en la inauguraci¨®n de una conferencia de alto nivel que, durante dos d¨ªas, abordar¨¢ los principales problemas econ¨®micos y estrat¨¦gicos entre ambos pa¨ªses.
La agenda de este di¨¢logo, que pretende ser un foro permanente dirigido por las principales figuras de sus respectivos gobiernos, incluye asuntos como la proliferaci¨®n nuclear, el cambio clim¨¢tico, la crisis financiera o el terrorismo, en los que se juega el futuro de la humanidad y en los que China y Estados Unidos tienen, claramente, la ¨²ltima palabra.
Esta reuni¨®n pretende que, a diferencia del anterior mundo bipolar, las dos superpotencias sean capaces de superar su rivalidad y resolver sus diferencias en un contexto pac¨ªfico, incluso de colaboraci¨®n. "Si conseguimos defender nuestros intereses a trav¨¦s de la cooperaci¨®n, el mundo saldr¨¢ beneficiado", declar¨® Obama.
Competencia feroz
No es una tarea f¨¢cil. Estados Unidos y China compiten ferozmente en la b¨²squeda de mercados para sus productos y ninguno de los dos renuncia a una posici¨®n hegem¨®nica en el mundo. Washington sigue implicado en la seguridad de sus aliados en Asia, y China extiende su influencia hacia ?frica y Am¨¦rica Latina. Ambos pa¨ªses, como reconoci¨® Obama, se observan todav¨ªa con m¨¢s recelo que simpat¨ªa.
"Algunos en China", manifest¨® el presidente norteamericano, "creen que Estados Unidos trata de contener las ambiciones de China; algunos en Estados Unidos creen todav¨ªa que hay algo que temer en el crecimiento de China. Yo creo en un futuro en el que China sea un fuerte, pr¨®spero y exitoso miembro de la comunidad internacional, un futuro en el que nuestra naciones sean socias, no s¨®lo por necesidad, sino por la oportunidad que eso representa".
Construir ese futuro significa superar los m¨²ltiples obst¨¢culos de hoy. China y Estados Unidos discrepan, de entrada, en su jerarqu¨ªa de valores. La existencia de un r¨¦gimen totalitario en China y la falta de garant¨ªas al respeto de los derechos humanos en ese pa¨ªs se interponen constantemente en el camino de una relaci¨®n m¨¢s cordial. Recientemente, fue la muerta de cerca de 150 personas en la revuelta de la provincia de Xinjiang. Obama tuvo que referirse a ese suceso, pero lo hizo s¨®lo de forma tangencial - "los derechos de las minor¨ªas ¨¦tnicas y religiosas tienen que ser respetados"- puesto que Washington intenta avanzar en sus relaciones con Pek¨ªn circunvalando las diferencias pol¨ªticas.
Problemas en varios ¨¢mbitos
En el ¨¢mbito econ¨®mico los problemas no son menores. China se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en el gran banquero de Estados Unidos, en el principal financiador de su deuda. Pek¨ªn quiere ahora garant¨ªas de que su inversi¨®n est¨¢ segura y Washington pretende a cambio un mejor acceso a los consumidores chinos.
Esa competencia entre sus econom¨ªas dificulta tambi¨¦n un arreglo en uno de los problemas internacionales m¨¢s acuciantes: el calentamiento atmosf¨¦rico. China y Estados Unidos son los dos mayores contaminantes del planeta. Estados Unidos ha aceptado recientemente poner cuotas y plazos fijos para la reducci¨®n de los gases que provocan el efecto invernadero. Pero China todav¨ªa se resiste a hacerlo. Ambos Gobiernos tendr¨¢n que llegar a un acuerdo antes de fin de a?o para que la cumbre de la ONU de Copenhague, que intenta poner al d¨ªa los acuerdos de Kioto, pueda ser un ¨¦xito.
El entendimiento entre Estados Unidos y China es m¨¢s frecuente en las ¨¢reas relacionadas con la seguridad. China a¨²n no compite en eso con la naci¨®n que cuenta casi con la mitad de todo el gasto militar del mundo. Con excepci¨®n de su intransigente posici¨®n respecto a Taiwan, China procura que nadie la vea como una amenaza militar.
En ese contexto, China y Estados Unidos se pusieron de acuerdo para aprobar sanciones contra Corea del Norte en el consejo de Seguridad de la ONU y mantienen al un¨ªsono la presi¨®n para evitar un r¨¦gimen con armas nucleares en Pyongyang. Algo similar puede decirse respecto a Ir¨¢n.
Obama destac¨® esas coincidencias y sugiri¨® profundizar la cooperaci¨®n militar para evitar riesgos en el futuro. "Aumentando los lazos entre nuestros Ej¨¦rcitos", dijo, "podemos disminuir las causas de disputa. Aumentando el intercambio de informaci¨®n, podemos abortar complot terroristas o desmantelar redes terroristas".
Dentro de tres a?os se cumplir¨¢n 40 del viaje de Richard Nixon a China. Entonces s¨®lo se vislumbraba la posibilidad de que China despertase, como se dec¨ªa entonces. El di¨¢logo abierto demuestra, no s¨®lo que ha despertado, si no que Estados Unidos intenta ahora no perderle el paso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.