La Chureca reclama un cambio
Un conflicto por la propiedad de las tierras bloquea la rehabilitaci¨®n del mayor vertedero de Nicaragua, costeada por el Gobierno de Espa?a
Carla Valdez hurga en cuclillas entre la monta?a de basura en busca de botellas de pl¨¢stico. Est¨¢ embarazada de ocho meses y el vientre hinchado le dificulta moverse. Usa una vara de madera para sostenerse y remover la basura. La entierra y la levanta, la entierra y levanta. El d¨ªa ir¨¢ bien si encuentra suficientes botellas. Ir¨¢ mejor si en la b¨²squeda encuentra alguna caja con restos de pizza, pollo o carne. "Como lo que salga", dice jadeando.
El fiero sol ha tostado la piel de esta mujer hasta tornarla de un color rojizo. De tanto hurgar en la basura sus u?as est¨¢n negras y tiene los pies hinchados, que s¨®lo protege con un par de chanclas de hule. Carla Valdez dice que seguir¨¢ buscando botellas de pl¨¢stico y restos de comida hasta el d¨ªa que nazca su hijo, previsto para el 18 de septiembre. Mientras tanto, se pelea por un espacio entre las monta?as de basura de La Chureca, el basurero municipal de Managua, el mayor vertedero de Nicaragua. Carla Valdez vender¨¢ a 5 c¨¦ntimos de euro el kilo de botellas de pl¨¢stico a una empresa de reciclaje. Si le va bien, en el d¨ªa recibir¨¢ unos cien c¨®rdobas (3,5 euros).
La vida de Valdez y otros 2.000 habitantes de La Chureca puede cambiar. La esperanza para ellos lleg¨® el 2 de agosto de 2007, cuando una caravana de coches detuvo la actividad de los churequeros, como se autodenominan los habitantes y trabajadores del basurero. De uno de esos coches baj¨® una mujer delgada, que llevaba gafas de sol e iba rodeada por hombres de chaqueta y corbata. La vicepresidenta primera del Gobierno espa?ol, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, llegaba "a ver de cerca" las condiciones de vida del vertedero. Fern¨¢ndez de la Vega iba con una promesa bajo el brazo. "La cooperaci¨®n espa?ola va a iniciar aqu¨ª un proyecto para que la salud y la vivienda sean una realidad", asegur¨® la vicepresidenta, quien charl¨® con los habitantes del basurero, acarici¨® a los ni?os descalzos y escuch¨® las peticiones de las mujeres. Desde entonces, la vicepresidenta es un mito en La Chureca. Todos los pobladores del basurero consultados se refirieron con cari?o hacia la funcionaria espa?ola. El motivo es simple: los pol¨ªticos nicarag¨¹enses no se acercan al vertedero. Ni el presidente Daniel Ortega, cuyos lemas a favor de los pobres llenan de r¨®tulos rosados las principales calles de Managua: "Arriba los pobres del mundo", rezan. "?l pas¨® de lejos una vez, pero con la nariz tapada", dice Tom¨¢s P¨¦rez, un chico de 22 a?os que vive y trabaja en el basurero.
La jornada laboral en La Chureca comienza a las seis de la ma?ana. A esa hora, como si de una empresa se tratara, un ej¨¦rcito de hombres, mujeres y ni?os salen de sus casuchas de pl¨¢stico y cart¨®n rumbo a las monta?as de basura pestilente. La mayor¨ªa van descalzos. Llevan una bolsa de pl¨¢stico y varas de madera para hurgar entre la basura.
Los churequeros esperan la llegada de los camiones repletos de desechos que llegan de los barrios de Managua. Saltan sobre ellos para garantizarse una posici¨®n privilegiada que les permita buscar los materiales deseados: pl¨¢stico, vidrio y cart¨®n. M¨¢s de una vez esa acci¨®n temeraria ha terminado en tragedia: alg¨²n ni?o queda atrapado entre las llantas del cami¨®n. O una mujer muere aplastada por las toneladas de basura. Son las historias que todos repiten por aqu¨ª.
La cooperaci¨®n espa?ola pretende cambiar esa realidad. El proyecto que impulsa en el basurero se llama Plan de Desarrollo Integral del Barrio Acahualinca La Chureca, y consiste en cerrar el basurero, construir una planta de tratamiento de basura, instalar un ¨¢rea para el acopio de los desechos reciclables y entregarle a los churequeros viviendas dignas con servicios b¨¢sicos. El proyecto tiene un presupuesto de 30 millones de euros a ejecutarse en cinco a?os. Estaba previsto que se iniciara en 2008, pero la burocracia nicarag¨¹ense ha retrasado las obras de arranque.
El problema es la propiedad de las tierras. Una familia adinerada de Managua reclama el derecho sobre las 42 hect¨¢reas. Gabriel Mart¨ªnez, portavoz de la familia, dice que no est¨¢n en contra del proyecto, pero exige que la alcald¨ªa de Managua le pague a su familia el costo de la propiedad. "Llevamos 140 a?os como propietarios de esas tierras", afirma.
La alcald¨ªa se comprometi¨® a pagar a la familia seis millones de d¨®lares (8,4 millones de euros) por el terreno. El primer pago ten¨ªa que hacerse a mediados de este a?o, pero la familia dice que nunca lo recibieron. "No tienen el dinero para pagar", dice Mart¨ªnez.
La pol¨¦mica entre la familia y la alcald¨ªa de la capital de Nicaragua fue sellada por el Gobierno del presidente Ortega, que por decreto decidi¨® indemnizar con bonos del Tesoro a los Mart¨ªnez, con una suma de 39,5 millones de c¨®rdobas en bonos (1,4 millones de euros), 99 millones de c¨®rdobas (3,5 millones de euros) menos de lo pactado entre ambas partes. Adem¨¢s, el Estado entreg¨® a la Alcald¨ªa un t¨ªtulo de propiedad que no ten¨ªa la firma de los due?os originales. Gabriel Mart¨ªnez asegura que esa decisi¨®n es "una confiscaci¨®n disfrazada de expropiaci¨®n".
La Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID) ha decidido mantenerse al margen de esa controversia. Funcionarios de la instituci¨®n en Managua aseguran que el problema de la propiedad debe ser resuelto por la alcald¨ªa, que es la contraparte del proyecto.
Soraya Rodr¨ªguez, secretaria de Estado de Cooperaci¨®n Internacional del Gobierno espa?ol, visit¨® La Chureca el pasado 10 de agosto y se reuni¨® a puerta cerrada con representantes de los habitantes del basurero. En el encuentro particip¨® Ramona L¨®pez, una l¨ªder de La Chureca, que asegur¨® que Rodr¨ªguez les anim¨® y afirm¨® que el proyecto se realizar¨¢.
En conferencia de prensa en Managua, la funcionaria espa?ola afirm¨® que esperan los documentos de la alcald¨ªa en los que se declara de utilidad p¨²blica el vertedero, para comenzar las obras de transformaci¨®n. "No defraudaremos a la gente de La Chureca", enfatiz¨® Rodr¨ªguez.
Esas palabras fueron recibidas con entusiasmo en el basurero. All¨ª sigue Carla Valdez, aguantando las temperaturas de m¨¢s de 35 grados entre nubes de moscas, hurgando con su vara entre v¨ªsceras, comida descompuesta y otras porquer¨ªas. Lleva 10 a?os viviendo ah¨ª, viviendo de la basura. Su casa, si es que se le puede llamar as¨ª, es un montaje de cart¨®n, tablas viejas y pl¨¢stico negro. Nada m¨¢s. No hay agua potable, la luz es un lujo que llega a algunas casas por conexiones ilegales y la comida sana es un privilegio: la mayor¨ªa consigue verduras entre los desechos reci¨¦n llegados, con las que preparan sopas para enga?ar el hambre, describe Carla.
En esas condiciones no es extra?o que abunden las enfermedades. Una investigaci¨®n realizada en 2003 por varios m¨¦dicos independientes mostr¨® que los habitantes, principalmente los ni?os, padecen enfermedades gastrointestinales, infecciones en la piel, problemas respiratorios y concentraci¨®n de plomo en la sangre.
Carla Valdez tiene esperanzas en el cambio de La Chureca. "Espero que me den mi casa para tener bien a mi hijo". A unos metros, Ramona L¨®pez es m¨¢s contundente. No dejar¨¢n que nadie les arrebate las esperanzas de cambio, dice. "Los que se opongan al proyecto se las ver¨¢n con nosotros. Vamos a reclamar nuestro derecho por las buenas o por las malas", afirma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega Sanz
- Viajes oficiales
- Basura
- Nicaragua
- Contactos oficiales
- Residuos urbanos
- Pobreza
- Residuos
- Centroam¨¦rica
- Saneamiento
- Salud p¨²blica
- Pol¨ªtica exterior
- Equipamiento urbano
- Pol¨ªtica sanitaria
- Problemas ambientales
- Latinoam¨¦rica
- Urbanismo
- Sanidad
- Am¨¦rica
- Salud
- Espa?a
- Problemas sociales
- Relaciones exteriores
- Pol¨ªtica
- Sociedad