Brasil, menos desigual y m¨¢s mestizo
Las altas tasas de analfabetismo y de trabajo infantil son las grandes cuentas pendientes - Los que se definen como blancos descienden por debajo del 50%
Brasil es desde el a?o pasado un pa¨ªs m¨¢s mulato, aunque la mayor¨ªa de los brasile?os contin¨²en consider¨¢ndose de piel blanca. As¨ª lo muestra el estudio difundido el viernes pasado por el Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica (IBGE), organismo de contrastada credibilidad.
Los brasile?os que se definen como blancos, que ya en 2007 cayeron por debajo de la frontera del 50% (49,2%), continuaron en descenso en 2008 hasta situarse en el 48,4% de la poblaci¨®n. Sin embargo, la poblaci¨®n que se declara de raza parda creci¨® el a?o pasado hasta representar el 43,8%. Por su parte, los negros y los ind¨ªgenas contin¨²an siendo la minor¨ªa (6,8% y 0,9%, respectivamente).
La encuesta, realizada a lo largo y ancho de Brasil en una muestra de m¨¢s de 150.000 hogares y casi 400.000 personas, no determina qui¨¦n es blanco, mulato o negro bas¨¢ndose en determinados indicadores, sino que se limita a reflejar lo que cada entrevistado afirma ser. Por tanto, lo que ha variado sensiblemente es la imagen que los brasile?os tienen de su propia identidad racial: los expertos afirman que hay menos gente que se mira en el espejo de Europa (hablan de "desblanqueo" de la sociedad brasile?a) y m¨¢s que asume la realidad mestiza brasile?a.
El estudio del IBGE muestra una fotograf¨ªa bastante optimista del Brasil m¨¢s actual. Menos paro, mayor distribuci¨®n de la renta acompa?ada de una consecuente ca¨ªda de los niveles de pobreza, y aumento del acceso a las tecnolog¨ªas y a la vivienda, son algunos de los elementos que configuran un horizonte halag¨¹e?o para el gigante suramericano.
Las grandes cuentas pendientes siguen siendo los altos niveles de analfabetismo, que parecen no menguar, y las preocupantes cifras de trabajo infantil. El presidente, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, sabe bien que estos dos asuntos son de trascendental importancia para futuro de su pa¨ªs, y por ello ha creado un fondo social que se nutrir¨¢ de los dividendos que deje el boyante negocio petrol¨ªfero. Gran parte de ese dinero ir¨¢ destinado a saldar la cuenta de la educaci¨®n.
Aunque entre los a?os 2007 y 2008 el ¨ªndice de trabajo infantil mejor¨® sensiblemente, el a?o pasado a¨²n trabajaban en Brasil casi 4,5 millones de ni?os de edades comprendidas entre 5 y 17 a?os. Esto quiere decir que el 10,2% de los ni?os y adolescentes brasile?os formaba parte de la masa trabajadora del pa¨ªs, en su mayor¨ªa de manera ilegal. El IBGE apunta un dato a¨²n m¨¢s sangrante: muchos de estos ni?os y adolescentes afrontaban "triples jornadas", que se traducen en simultanear trabajo con estudios (80% de los que trabajan) y con tareas dom¨¦sticas (57,1% de los que trabajan y estudian).
Pese a una elevada tasa de escolaridad (97,5%), los brasile?os mayores de 15 a?os que no sab¨ªan leer ni escribir a¨²n representaban el 10% de la poblaci¨®n el a?o pasado, y analfabetos funcionales hab¨ªa m¨¢s del doble (21%).
En 2008, Brasil alcanz¨® su mejor indicador de paro desde 1992. La tasa de desempleo cay¨® el a?o pasado hasta el 7,2% y fue acompa?ada de una subida considerable de la renta per c¨¢pita mensual, que lleg¨® a los 1.041 reales (algo menos de 400 euros). Esta redistribuci¨®n de la renta se tradujo en 3,8 millones de brasile?os que salieron del pozo de la pobreza entre 2007 y 2008. Entre 2003 y 2008 esta mejora es todav¨ªa m¨¢s visible, ya que durante esos cinco a?os 19,3 millones de personas dejaron atr¨¢s la miseria.
Las cifras muestran que Brasil tambi¨¦n est¨¢ convirti¨¦ndose en un pa¨ªs m¨¢s envejecido, con una tercera edad que en 2008 super¨® el 11% de la poblaci¨®n, y con serios problemas de acceso a los servicios p¨²blicos b¨¢sicos, como el alcantarillado, que ese mismo a?o s¨®lo lleg¨® al 52,5% de los hogares brasile?os. Es decir, 27,3 millones de casas desaguaban todo lo que sal¨ªa de sus ca?er¨ªas en lugares totalmente inadecuados, como fosas s¨¦pticas, r¨ªos, lagos o el mar. Esto supone no s¨®lo un serio problema de salud p¨²blica, sino tambi¨¦n medioambiental.
El acceso de los hogares brasile?os a la tecnolog¨ªa, hist¨®ricamente fuera del alcance de los bolsillos m¨¢s modestos, tambi¨¦n ha dado un salto cuantitativo. En el periodo analizado, cuatro millones de hogares adquirieron tel¨¦fonos m¨®viles, y en 2008, casi un tercio de los domicilios (18 millones) ya contaba con al menos un ordenador. En el mismo a?o, casi el 24% de los hogares ten¨ªa conexi¨®n a Internet. Actualmente, en Brasil se contabilizan 86 tel¨¦fonos m¨®viles por cada 100 habitantes y se espera que en 2011 el n¨²mero de aparatos supere al n¨²mero de habitantes.
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