Cuando matar beb¨¦s es leg¨ªtimo
Rabinos sionistas subvencionados por el Gobierno israel¨ª explican que se puede dar muerte a ni?os gentiles si sus padres son malvados
Hace un mes varios soldados israel¨ªes celebraron su graduaci¨®n y estamparon su mensaje en una pancarta: "El batall¨®n Shimshom no evacuar¨¢ Homesh". Ese batall¨®n pertenece a la brigada Kfir del Ej¨¦rcito israel¨ª, desplegada en el territorio palestino de Cisjordania. Y Homesh es una colonia al noroeste de Nablus, desmantelada en agosto de 2005 y a la que han regresado varios fan¨¢ticos con intenci¨®n de reconstruirla.
El lunes, otros seis militares imitaron a sus colegas en armas en otro acto en una base al sur de Hebr¨®n. "La Brigada Nahshon tampoco evac¨²a". Son j¨®venes que estudian en Hesder Yeshivas, las 62 escuelas que combinan estudios militares con el aprendizaje de la Tor¨¢. En alguna de ellas, alzadas en los asentamientos, se imparten lecciones escabrosas.
El Gobierno israel¨ª insiste en que toda incitaci¨®n contra Israel debe ser atajada de ra¨ªz si los palestinos desean alg¨²n d¨ªa vivir en un Estado independiente. La Autoridad Palestina se puso manos a la obra hace pocos a?os y ha recibido el aplauso del Gobierno de Estados Unidos por sus esfuerzos en los colegios. Hoy d¨ªa, funcionarios del Ejecutivo palestino reciben con 24 horas de antelaci¨®n los sermones que los imanes pronunciar¨¢n los viernes, y los templos se cierran una vez acabada la oraci¨®n.
Ya no se permite que los islamistas, perseguidos con denuedo, utilicen las mezquitas a su antojo para instigar el desprecio al jud¨ªo. "Los esp¨ªas abundan en cada rezo. La gente no se atreve a comentar nada con desconocidos", asegura Issa, un treinta?ero de un pueblo lindante con Jerusal¨¦n. En Gaza, estrangulada desde hace tres a?os y regida por Ham¨¢s, la historia es diferente: los ni?os maman el odio. En las mencionadas yeshivas se difunde tambi¨¦n, y con dinero p¨²blico, un odio at¨¢vico, aunque, naturalmente, la diana es el ¨¢rabe.
?Y qu¨¦ ense?an en la yeshiva de Yitzhar los rabinos Yitzhak Shapira y Yosef Elitzur? Que en determinados supuestos, y la laxitud produce v¨¦rtigo, se puede matar a ni?os gentiles. Para estos rabinos, paladines del sionismo religioso, el ¨¢rabe, el cristiano -todo gentil- es un ser inferior, a menudo peligroso, y siempre alguien digno de desconfianza.
?En que circunstancias se puede matar a beb¨¦s? "Porque su presencia puede promover los asesinatos. Existe una raz¨®n para da?ar a los ni?os si est¨¢ claro que crecer¨¢n para hacernos da?o... Est¨¢ permitido da?ar a los hijos de un l¨ªder para presionarle con el fin de que no act¨²e malvadamente... Hemos visto en la Halaja [ley religiosa jud¨ªa] que incluso existe causa para matar a los bebes de gentiles que no violan las siete leyes otorgadas por Dios a No¨¦ por la futura amenaza que causar¨¢n si son criados por gente malvada como sus padres", han escrito Shapira y Elitzur en su libro La Tor¨¢ del Rey: leyes sobre la vida y la muerte entre los jud¨ªos y las naciones". Se ha vendido con ¨¦xito en Mercaz Harav, una yeshiva de Jerusal¨¦n que es el buque insignia del sionismo religioso.
El lunes, el diario Haaretz informaba de que la yeshiva dirigida por Shapira recibi¨® fondos del Estado por valor de 150.000 shekels (27.000 euros) desde 2007. El Ministerio de Educaci¨®n, seg¨²n la ONG israel¨ª Yesh Din, aport¨® otro mill¨®n de shekels (180.000 euros) entre 2006 y el a?o siguiente. El Ejecutivo hebreo ni siquiera se plantea sanciones pecuniarias.
Shapira y Elitzur animan a sus alumnos a hacer caso omiso de las leyes civiles de su propio pa¨ªs. "No se necesita una decisi¨®n del Estado para permitir el derramamiento de sangre de quienes pertenecen al imperio malvado. Incluso los individuos atacados por la soberan¨ªa del mal pueden tomar represalias", escriben. La distinci¨®n entre soldados y civiles en tiempo de guerra es asunto poco relevante. "El principal esfuerzo de la guerra debe destinarse a quienes intentan matar, pero cualquiera que es miembro de la naci¨®n enemiga es considerado un enemigo".
Son un buen pu?ado los rabinos que llevan d¨¦cadas esparciendo semejante ideolog¨ªa. Durante la guerra de Gaza, el invierno pasado, se distribuyeron panfletos entre la tropa en los que se instaba a no mostrar piedad con el enemigo. El rabino jefe del Ej¨¦rcito, Avichai Rontzki, insisti¨® la semana pasada en la inclemencia que debe adornar a los militares en el campo de batalla. Al Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu no le preocupan demasiado estas proclamas de los barbudos rabinos. S¨ª el desacato de los uniformados que advierten su disposici¨®n a incumplir ¨®rdenes de sus mandos. "Rechazar una orden", asegur¨® el martes, "significa la quiebra del Estado. No debe ocurrir, y haremos todo lo posible para poner fin a la desobediencia". Ya ha habido casos en que la polic¨ªa, y no el Ej¨¦rcito, se ha hecho cargo de la evacuaci¨®n de cientos de colonos.
Eliezer Melamed, rabino de la colonia de Bracha, una de las m¨¢s combativas en el acoso a los pueblos ¨¢rabes vecinos, en las inmediaciones de Nablus, no parece dispuesto a ceder. Acaba de publicar Revivim, un libro en el que explica: "Una sencilla ley de la Halaja precisa que est¨¢ prohibido para cualquier persona, soldado u oficial, participar en el estrictamente prohibido acto de expulsi¨®n de jud¨ªos de sus casas y en la entrega de cualquier porci¨®n de la Tierra de Israel al enemigo. Quien viola este precepto, viola varios mandamientos de la Tor¨¢".
A juicio de Melamed, "la mayor¨ªa de los oficiales superiores est¨¢n contaminados por la pol¨ªtica". De una ventaja disfrutan los militares que rechazan cumplir una orden por motivos ideol¨®gicos. Por cada d¨ªa que permanecen en una prisi¨®n militar -suelen ser condenados a 30 d¨ªas de c¨¢rcel- reciben de una ONG israel¨ª 1.000 shekels (unos 190 euros). Algunos jefes militares han salido a la palestra para asegurar que los alumnos de las Hesder Yeshivas son excelentes soldados, y la asociaci¨®n que agrupa a las 62 escuelas talm¨²dicas tambi¨¦n afirma que las amenazas de incumplir las supuestas ¨®rdenes de evacuaci¨®n de colonos -muchos de ellos sirven en filas precisamente en Cisjordania- son excepcionales. No lo son tanto. Y muy poco se hace para parar los pies a esos rabinos desaforados.
A este caldo de cultivo de la xenofobia acuden gustosos personajes como el ciudadano israel¨ª de origen estadounidense Yaakov Teitel. Procesado por el asesinato de dos palestinos en los a?os noventa y por tropel¨ªas de toda ¨ªndole contra polic¨ªas israel¨ªes, profesores universitarios u homosexuales, declaraba ufano en el juicio que acaba de abrirse en su contra: "Sin duda, Dios est¨¢ satisfecho conmigo".
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