"La criminalizaci¨®n de la droga favorece la violencia y la corrupci¨®n"
Ignacio Cano, de origen espa?ol, es uno de los conocedores m¨¢s precisos de la realidad latinoamericana, especialmente en lo relacionado con la violencia. Residi¨® en El Salvador en los noventa, pero en la actualidad vive y trabaja en Brasil, donde fund¨® y dirige el Laboratorio de An¨¢lisis de la Violencia de la Universidad del Estado de R¨ªo de Janeiro.
Pregunta. ?Cu¨¢l es la principal caracter¨ªstica de la violencia en Latinoam¨¦rica?
Respuesta. Latinoam¨¦rica es la regi¨®n m¨¢s violenta del mundo y la violencia que se ejerce tiene ra¨ªces m¨²ltiples. Hay una gran incidencia de la violencia interpersonal, la violencia dom¨¦stica y los homicidios, que son numerosos en algunos pa¨ªses como El Salvador, Venezuela, Brasil y Colombia. Estos homicidios tambi¨¦n tienen origen diverso, algunos asociados con la producci¨®n, venta y distribuci¨®n de drogas, en el caso de Colombia, M¨¦xico y Brasil. Hay un crimen organizado... No estamos libres de ninguna modalidad.
P. ?Por qu¨¦ tanta violencia, despu¨¦s de superar guerras y dictaduras?
R. La violencia tiene ra¨ªces hist¨®ricas y profundas, no surgi¨® con los conflictos pol¨ªticos. Por otra parte, cuando ¨¦stos terminaron muchos de sus actores quedaron armados, entrenados para matar, pero sin un cometido militar... y muchos de ellos practican hoy la violencia. Tambi¨¦n existen problemas muy profundos, culturales, y otros asociados con la enorme desigualdad.
P. ?C¨®mo se lucha en Brasil contra el pandillerismo?
R. En Brasil la situaci¨®n es un tanto diferente a lo que sucede en Centroam¨¦rica. Los grupos violentos est¨¢n ligados directamente a estructuras criminales y no nacen de organizaciones juveniles; es decir, en Brasil hay menos ambig¨¹edad. Estos grupos dominan territorios y subsisten del tr¨¢fico de droga y de peque?os delitos. La respuesta del Estado ha sido muy violenta y, lejos de resolver el problema, lo ha agravado. Las tasas de homicidio son alt¨ªsimas; el n¨²mero de muertos por la polic¨ªa en R¨ªo de Janeiro cada a?o llega a 1.000. Existen ¨¢reas pobres en las que no hay hombres: las mujeres no tienen con quien casarse porque los hombres mueren a causa de la violencia.
P. ?Qu¨¦ medidas se han adoptado en esta lucha?
R. Algunas tienen que ver con la educaci¨®n. Tambi¨¦n existen proyectos comunitarios de distribuci¨®n de fondos. Son medidas que esperamos que den a los j¨®venes la posibilidad de una vida menos violenta. Por otra parte, hay proyectos para eliminar las desigualdades y esto est¨¢ mejorando el nivel de vida de los pobres. Todo ello tendr¨¢ un gran impacto en la disminuci¨®n de la violencia.
P. ?Qu¨¦ opina de los programas de Mano Dura que se aplicaron en El Salvador durante casi una d¨¦cada?
R. Creo que estas pol¨ªticas fracasaron porque tuvieron un prop¨®sito electoral: se sab¨ªa que muchas normas eran inconstitucionales. Se bas¨® en la represi¨®n policial, sin reinserci¨®n social.
P. ?C¨®mo es la relaci¨®n entre el narcotr¨¢fico y el pandillerismo? Se cree que los narcos pagan con droga en lugar de dinero. Y esa droga es la que venden las maras en el narcomenudeo.
R. Ese problema se ha dado en la Amazonia brasile?a, donde ya comienza a circular la droga por canales por los que habitualmente nunca circul¨®. Hasta ahora la droga se ha tratado como un problema penal, pero es hora de considerarlo un asunto de salud p¨²blica. La criminalizaci¨®n de la droga no resuelve el problema, pero s¨ª favorece la violencia y la corrupci¨®n. En la medida en que vayamos saliendo del paradigma de la criminalizaci¨®n de la droga veremos c¨®mo se debilitan todas las estructuras del narcotr¨¢fico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.