El ADN decidir¨¢ si los hijos de la due?a de 'Clar¨ªn' fueron beb¨¦s robados por la dictadura
Abuelas de Plaza de Mayo protestan por el lugar elegido por el juez para las pruebas
Los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble, la principal accionista de Clar¨ªn, el mayor grupo de medios de Argentina, se sometieron ayer, despu¨¦s de dos d¨¦cadas de investigaci¨®n judicial, a un examen de ADN para verificar si fueron robados de padres desaparecidos por la ¨²ltima dictadura militar de este pa¨ªs (1976-1983). Sin embargo, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, descalific¨® los an¨¢lisis porque se realizaron en el Cuerpo M¨¦dico Forense del Poder Judicial -donde ser¨¢n confrontados con las muestras de ADN de las familias querellantes-, en lugar de haberse practicado, como establece una reciente ley, en el hospital que alberga el Banco Nacional de Datos Gen¨¦ticos, donde se concentra la informaci¨®n de los desaparecidos.
Herrera, de 84 a?os, viuda desde 1969 del fundador del peri¨®dico Clar¨ªn, Roberto Noble, ha declarado que se encontr¨® con dos beb¨¦s abandonados en el portal de su casa en 1976. En 1985, a poco del regreso de la democracia a Argentina, Abuelas de Plaza de Mayo, que ya ha recuperado la identidad de 100 de los 400 hijos de desaparecidos secuestrados por el r¨¦gimen y entregados en adopci¨®n, recibi¨® las primeras denuncias de que en esa lista tambi¨¦n hab¨ªa que apuntar a los ni?os de la due?a de Clar¨ªn: Marcela y Felipe Noble Herrera.
Las madres de desaparecidos Estela Gualdaro y Mara Amelia Herrera de Miranda presentaron demandas judiciales para recuperar a sus nietos sustra¨ªdos, presuntamente por los Noble Herrera, pero la causa no se activ¨® hasta que en 2001 Abuelas de Plaza de Mayo se present¨® como querellante. Al a?o siguiente, un juez federal, Roberto Marquevich, detuvo durante 66 horas a Herrera de Noble por la presunta falsificaci¨®n de los documentos de adopci¨®n de sus hijos. Un coro de empresarios, periodistas, pol¨ªticos, sindicalistas, obispos y jueces reclam¨® contra la detenci¨®n. En 2003, Marquevich fue apartado de la causa y al a?o siguiente fue destituido por el Consejo de la Magistratura, que encontr¨® irregularidades en el encierro de la due?a del grupo de medios m¨¢s poderoso de Argentina.
En estos a?os, algunas realidades cambiaron. Despu¨¦s de la detenci¨®n de su madre, los Noble Herrera aceptaron en 2003 someterse a un examen de ADN, aunque no en las condiciones que exig¨ªa Abuelas de Plaza de Mayo. El a?o pasado, a su vez, se acabaron cinco a?os de buenas relaciones entre los Kirchner y Clar¨ªn y comenz¨® una guerra sin cuartel. En 2009, el Congreso aprob¨® una ley de medios que obliga a Clar¨ªn a fuertes desinversiones y otra norma para facilitar la identificaci¨®n de hijos de desaparecidos, que ordena, entre otras disposiciones, que las pruebas de ADN se practiquen en el Banco Nacional de Datos Gen¨¦ticos.
El pasado lunes, de manera repentina, el actual juez de la causa de los Noble Herrera, Conrado Bergesio, dispuso que los dos j¨®venes se sometieran a las pruebas en el Cuerpo M¨¦dico Forense. En las puertas de los tribunales y ante los periodistas, el abogado de los Noble Herrera, Jorge Anzorreguy, defendi¨® ayer al juez, que hab¨ªa pedido las muestras en 2004, y a la C¨¢mara de Casaci¨®n Penal, que en 2007 las ratific¨® a pesar de las impugnaciones de los querellantes, porque consider¨® que el m¨¦todo usado es el que mejor armoniza los derechos y garant¨ªas constitucionales de ambas partes.
En cambio, Carlotto ley¨® en una rueda de prensa un comunicado de Abuelas de Plaza de Mayo que recordaba que ese colectivo "no consentir¨¢ esta medida de prueba ilegal ni que se realicen excepciones a la ley". En 15 o 45 d¨ªas se conocer¨¢ el resultado de los ex¨¢menes, pero Carlotto a?adi¨® que "se interpondr¨¢n los recursos legales para garantizar que, de una vez por todas, se realice una investigaci¨®n eficaz e independiente" para determinar si Felipe y Marcela Noble Herrera son hijos de desaparecidos. S¨®lo despu¨¦s la justicia deber¨¢ investigar qui¨¦n los secuestr¨®, qui¨¦n los entreg¨® y si la due?a de Clar¨ªn los adopt¨® de forma legal o no.
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