Londres protesta pero descarta una crisis con China
El primer ministro, Gordon Brown, condena la ejecuci¨®n de Akmal Shaikh y muestra decepci¨®n porque sus persistentes peticiones de clemencia no fueron aceptadas
Londres ha alzado la voz de manera airada en protesta por la ejecuci¨®n del ciudadano brit¨¢nico Akmal Shaikh, pero el Gobierno se ha apresurado tambi¨¦n a dejar muy claro que no tiene ninguna intenci¨®n de llevar el rifirrafe al terreno de las represalias o una crisis diplom¨¢tica con Pek¨ªn.
La embajadora china en Reino Unido tuvo que presentarse dos veces en menos de 24 horas en el Foreign Office y el primer ministro, Gordon Brown, hizo p¨²blica una dura nota de condena, pero los analistas creen que las cosas no pasar¨¢n de ah¨ª. El creciente poder econ¨®mico y pol¨ªtico de China explica la pragm¨¢tica reacci¨®n del Gobierno brit¨¢nico, en l¨ªnea con su posici¨®n en todos los temas que rodean las relaciones con el gigante asi¨¢tico.
De cuando en cuando hay epis¨®dicas referencias a la cuesti¨®n de los derechos humanos en China o al problema del T¨ªbet. O desencuentros como las recientes negociaciones sobre el cambio clim¨¢tico en Copenhague, que Londres cree que no han ido m¨¢s all¨¢ precisamente porque China no ha querido. Pero nada de eso ha impedido que el presidente chino, Hu Jintao, fuera honrado en noviembre de 2005 con una visita de Estado de tres d¨ªas a Londres que culmin¨® con un banquete de gala en el palacio de Buckingham, y que volviera a visitar Londres en abril pasado con ocasi¨®n de la cumbre del G-8.
Este martes, Gordon Brown se ha reservado el papel de hombre indignado, pero ni siquiera se tom¨® la molestia de aparecer en p¨²blico. Se limit¨® a hacer p¨²blica una nota. "Condeno la ejecuci¨®n de Akmal Shaikh en los t¨¦rminos m¨¢s en¨¦rgicos y estoy consternado y decepcionado porque nuestras persistentes peticiones de clemencia no han sido aceptadas. Estoy particularmente preocupado porque no se haya hecho ninguna evaluaci¨®n de su estado mental", dice el texto.
En plenas vacaciones navide?as, el ministro de Asuntos Exteriores, David Miliband, tambi¨¦n se ha expresado por escrito: mediante una nota emitida por el Foreign Office en la que se suma a la del primer ministro y a trav¨¦s de un breve comentario en su blog, en el que advierte que la ejecuci¨®n de Akmal Shaikh da argumentos "a quienes creen que la integraci¨®n de China en el sistema mundial (...) es un sue?o imposible". "Yo no lo creo", puntualiza, "pero es un recordatorio de lo distintas que pueden ser nuestras perspectivas. Tenemos que entender a China [y el masivo apoyo p¨²blico a la ejecuci¨®n]. Ellos tienen que entendernos a nosotros".
En el Foreign Office, el secretario de Estado de guardia, Ivan Lewis, ha informado a los medios acerca de su "dif¨ªcil" encuentro con la embajadora china. Y, tras condenar con toda dureza la ejecuci¨®n e invitar a China a respetar los derechos humanos, ha precisado que no es el momento de reacciones en caliente. "Nuestro compromiso con China es innegociable y no hay ninguna estrategia alternativa cre¨ªble", ha admitido.
La Uni¨®n Europea ha condenado tambi¨¦n de forma tajante la ejecuci¨®n.
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