Los 'Tea Party' contra Obama

"English only" (s¨®lo ingl¨¦s). Bajo esta premisa, esta corresponsal obtiene monos¨ªlabos y falta de inter¨¦s en las respuestas por parte de sus pretendidos entrevistados cuando perciben el acento extranjero en el ingl¨¦s de la reportera. Todav¨ªa no son las ocho de la ma?ana, pero los asistentes a la primera Convenci¨®n Nacional del Tea Party congregados en Nashville (Tennessee) ya est¨¢n ejercitando un m¨²sculo que comenz¨® a calentar la noche anterior el populista e incendiario Tom Tancredo.

El potente desayuno, "t¨ªpicamente americano", puntualiza una risue?a abuela de Florida -huevos revueltos, salchichas, beicon y patatas, todo regado con mucho caf¨¦- tambi¨¦n "americano"-, ayuda a coger fuerzas para la dura misi¨®n: recuperar Am¨¦rica para los americanos.

Afectado por esta m¨¢xima est¨¢ Barack Obama. No son pocos los seguidores del Tea Party que creen que el presidente no es norteamericano y le exigen su certificado de nacimiento. Afectada tambi¨¦n est¨¢ Samyra, la palestina que sirve los caf¨¦s en la convenci¨®n; Roberto, el salvadore?o que hace las camas del hotel; y Ahmadu, taxista et¨ªope que transporta a la delegaci¨®n de California.

Congresista republicano en Washington durante los ¨²ltimos 10 a?os y hoy alejado del Capitolio aunque no de la arena pol¨ªtica, Tancredo denunci¨® en el discurso de apertura de la convenci¨®n "el culto al multiculturalismo". Famoso por su agenda anti inmigraci¨®n y por pretender a?adir una enmienda a la Constituci¨®n de EE UU que establec¨ªa el ingl¨¦s como lengua oficial del pa¨ªs -intento fracasado-, Tancredo asegur¨® que Obama lleg¨® al poder porque "en este pa¨ªs no existe un examen c¨ªvico y de alfabetismo necesario para que la gente pueda votar". "Vota gente que ni siquiera sabe deletrear o escribir la palabra votar", ridiculiz¨®. La ovaci¨®n que recibi¨® fue intensa. Pero la declaraci¨®n ha sido pol¨¦mica y ha avivado el fuego de un extremismo que los defensores del movimiento pretenden maquillar. Pruebas de alfabetismo se usaron durante la segregaci¨®n para dejar fuera a los votantes negros hasta que una ley los prohibi¨® en 1964.

"Este pa¨ªs es nuestro", reclam¨® Tancredo. "Recuper¨¦moslo". ?sa es la esencia del movimiento de los Tea Party, junto a la ferviente y al¨¦rgica oposici¨®n a los impuestos y a la autoridad del Gobierno Federal. Refundar Estados Unidos con una segunda revoluci¨®n que, en opini¨®n de sus seguidores, ya ha comenzado. Como ejemplo aportan tres batallas ganadas en la guerra contra el poder: Virginia y Nueva Jersey (donde los dem¨®cratas perdieron en las pasadas elecciones los puestos de gobernadores) y lo que ya se denomina el milagro de Massachussetts: la conquista por Scott Brown, un populista sin identificaci¨®n ideol¨®gica, del esca?o en el Senado dejado vacante en ese Estado por el fallecido Ted Kennedy.

Pero, ?qu¨¦ es, o son los Tea Party? El nombre se ha tomado prestado de uno de los acontecimientos que desencaden¨® la revoluci¨®n americana. En 1773 tuvo lugar en Boston el denominado Mot¨ªn del t¨¦ (Boston Tea Party, en ingl¨¦s), en el que los colonos, en un acto de protesta contra la metr¨®poli brit¨¢nica y sus sangrantes impuestos, lanzaron al mar un cargamento de t¨¦ (Londres gravaba la importaci¨®n de ¨¦ste y otros productos). Samuel Adams, uno de los padres de la independencia de EE UU, fue uno de los inspiradores del mot¨ªn. Hoy, adem¨¢s de ser el nombre de una popular cerveza de Boston, los pasillos del centro de Convenciones del Hotel Gaylord Opryland (se supone que el mayor hotel de EE UU fuera de Las Vegas), cuentan con miembros del movimiento Tea Party disfrazados de Adams llamando a "la revoluci¨®n".

En el siglo XXI, el Tea Party es un movimiento de base que aglutina a hombres blancos de clase media en estado de p¨¢nico y golpeados por la crisis econ¨®mica y la llegada de un negro a la Casa Blanca, al que lo mismo consideran un marxista, que un nazi o un racista contra los blancos.

El nacimiento de esta ola que congreg¨® en Washington el pasado septiembre a cientos de miles de personas est¨¢ en una espont¨¢nea explosi¨®n de ira que el presentador televisivo de CNBC Rick Santelli tuvo en febrero de 2009 en contra del rescate econ¨®mico de los bancos por parte de la Administraci¨®n de Obama. A partir de ah¨ª, ciudadanos de todo el pa¨ªs empezaron a organizar protestas.

Dicen no tener adscripci¨®n con el Partido Republicano ni un l¨ªder concreto, a pesar de que la ex candidata republicana a la vicepresidencia de EE UU, Sarah Palin, cerrar¨¢ hoy la convenci¨®n con una cena de m¨¢s de 350 d¨®lares que incluye langosta en el men¨². Palin cobrar¨¢ por ello 100.000 d¨®lares, que dice que donar¨¢ a "la causa". El precio del evento ha sido ya motivo de fricci¨®n entre los seguidores: 549 d¨®lares por la inscripci¨®n en tiempos de crisis han supuesto que FreedomWorks, inspirador del movimiento, no est¨¦ en Nashville. ?Primera escisi¨®n en el eventual nacimiento de un tercer partido en EE UU?