La OTAN lanza la mayor ofensiva en Afganist¨¢n desde la invasi¨®n de 2001
Seis mil soldados cercan el ¨²ltimo gran basti¨®n de los talibanes en la ciudad de Marjah.- Es el primer gran asalto desde que el presidente Barack Obama orden¨® el env¨ªo de 30.000 soldados m¨¢s al pa¨ªs
A nadie cogi¨® por sorpresa. Las tropas aliadas llevaban semanas anunciando que atacar¨ªan Marjah (provincia de Helmand), el m¨¢s grande fort¨ªn de los talibanes al sur del pa¨ªs seg¨²n la OTAN. Se sab¨ªa que ese pueblo es clave en el control de la producci¨®n de opio en la sure?a provincia de Helmand y que el opio es b¨¢sico para financiar las campa?as de los talibanes. Se estimaba que all¨ª residen entre 400 y 1000 talibanes. Se hab¨ªa avisado a los 120.000 habitantes del pueblo y lugares aleda?os de que convendr¨ªa que despejasen la zona. Se hab¨ªa bautizado la operaci¨®n con el nombre de Moshtrarak, que significa juntos en dari, en referencia a la uni¨®n de soldados estadounidenses y afganos para la misi¨®n. S¨®lo quedaba emprender el ataque. Y esta madrugada, antes de que amaneciera, alrededor de 6.000 militares emprendieron la marcha hacia Marjah.
Unos 4.500 marines, 1.500 soldados afganos y otros 300 militares estadounidenses y brit¨¢nicos avanzan a pie, en tanques y por aire para intentar tomar el control de la ciudad. Seg¨²n la agencia Reuters, un pelot¨®n de marines se encuentra ya a la entrada de la ciudad y ha comenzado a intercambiar disparos y al menos dos misiles con los insurgentes.
"El mensaje para los talibanes es: ser¨¢ f¨¢cil o dif¨ªcil, pero llegaremos", asegur¨® el general John Nicholson, comandante de los marines en la provincia de Helmand Province, en declaraciones al diario The New York Times poco antes de que comenzara la operaci¨®n, denominada Moshtrarak (juntos). La campa?a fue anunciada la semana pasada a bombo y platillo por el general McChrystal, m¨¢ximo jefe militar de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF, en sus siglas inglesas) desplegada en la zona, en un esfuerzo propagand¨ªstico por ofrecer la mejor cara de un conflicto b¨¦lico que ya ha cumplido ocho a?os sin que termine de ofrecer resultados aceptables para la opini¨®n p¨²blica.
El asalto, el primero desde que el presidente de EE UU, Barack Obama, orden¨® el env¨ªo de 30.000 soldados m¨¢s a Afganist¨¢n el pasado diciembre, es el inicio de una campa?a para imponer el control en las zonas controladas por los rebeldes y empezar a replegarse a partir de mediados de 2011. Es tambi¨¦n la mayor operaci¨®n de ataque desde que las tropas estadounidenses invadieron el pa¨ªs en 2001.
El objetivo es desalojar a los talibanes de una zona clave donde los integristas han logrado fabricar bombas sin ning¨²n tipo de oposici¨®n, producir opio y entrenar a sus combatientes. Desde hace tres a?os ha permanecido impenetrable para las tropas afganas y de la OTAN. El camino hacia el fort¨ªn de los talibanes estar¨¢ plagado de bombas y minas. Pero las fuerzas aliadas ya cuentan con eso. Seg¨²n los oficiales al mando de la operaci¨®n, lo que m¨¢s preocupa son las bombas de fabricaci¨®n artesanal, el arma m¨¢s letal de los talibanes, que han producido m¨¢s del 60% de las bajas entre las tropas de la coalici¨®n.
Qari Fazludin, jefe talib¨¢n de la zona, explic¨® ayer a REUTERS que cuenta con m¨¢s de 2.000 combatientes que est¨¢n dispuestos a luchar para defender el basti¨®n. Los comandantes estadounidenses y afganos han reconocido que se espera una lucha dura que llevar¨¢ varios d¨ªas, si no semanas.
Aviso a la poblaci¨®n
Durante las semanas previas a la operaci¨®n la OTAN ha intentado buscar la alianza del mayor n¨²mero de l¨ªderes tribales. El objetivo es causar el menor n¨²mero posible de bajas civiles entre la poblaci¨®n afgana. Para eso, habr¨ªa sido deseable que una gran masa de habitantes se hubiera desplazado estos d¨ªas, pero s¨®lo unas mil personas abandonaron el pueblo. Otros miles que tambi¨¦n quer¨ªan huir no pudieron hacerlo porque se lo impidieron los rebeldes.
Poco antes de comenzar la ofensiva, varios helic¨®pteros lanzaron octavillas sobre la ciudad y los alrededores (se calcula que hay alrededor de 125.000 residentes en total) para prevenir a la poblaci¨®n civil y aconsejar a todos los residentes que permanezcan en sus casas. La radio local tambi¨¦n difundi¨® mensajes de advertencia.
Cualquier baja civil har¨¢ a¨²n m¨¢s dif¨ªcil para las fuerzas aliadas conseguir derrotar a los talibanes en aquellas zonas donde han conseguido mantenerse inexpugnables durante varios a?os. Los pa¨ªses de la OTAN deber¨¢n encontrar tambi¨¦n v¨ªas econ¨®micas alternativas para conseguir suplantar el beneficio que genera en la poblaci¨®n la producci¨®n de opio.
Conscientes de que la colaboraci¨®n de la poblaci¨®n civil es important¨ªsima, las fuerzas aliadas han avanzado la noticia de la operaci¨®n durante meses, a diferencia de lo que ocurri¨® con otras operaciones sorpresivas donde las v¨ªctimas civiles fueron las primeras en caer.
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