Sarkozy remodela su Gobierno tras la derrota de las elecciones
El presidente franc¨¦s sustituye al ministro de Trabajo, Xavier Darcos, que dirig¨ªa las negociaciones sobre la reforma del sistema de pensiones
Tras su abultada derrota electoral en las elecciones regionales, Nicolas Sarkozy ha retocado el Gobierno con la vista puesta en aplacar las cr¨ªticas de su propia familia pol¨ªtica, que le acusa de haber traicionado los principios que le auparon a la presidencia en 2007 y haber recurrido, con demasiada frecuencia, a dirigentes de izquierda para puestos claves, lo que en Francia se ha denominado la "apertura a la izquierda".
El baile de ministros ha sido leve y escaso pero sintom¨¢tico: el ministro de Trabajo, Xavier Darcos, convertido en una suerte de chivo expiatorio, deja el cargo por una raz¨®n: como cabeza de lista de la regi¨®n de Aquitania, obtuvo el domingo un resultado calamitoso (un 28% frente al 56,3% de la coalici¨®n de izquierda) y eso le impide pilotar con la legitimidad suficiente la dif¨ªcil reforma de las pensiones, rechazada por los sindicatos y la izquierda y prevista por Sarkozy para el oto?o. El elegido para sustituirle es el actual ministro del Presupuesto Eric Woerth.
Para sustituir a Woerth entra en el Gobierno Fran?ois Baroin, un diputado de la esfera del ex presidente Jacques Chirac. Con esta incorporaci¨®n, Sarkozy parece decidido a acallar las cr¨ªticas crecientes de su propio grupo parlamentario, en especial los pertenecientes a la familia del ex presidente. Darcos no es la ¨²nica persona que deja el Gobierno: Mart¨ªn Hirsch, uno de los s¨ªmbolos de esta "apertura a la izquierda", que trabaj¨® en su tiempo con Gobiernos socialistas como asesor en materia de sanidad y de trabajo, actual Alto Comisario de la Juventud, ser¨¢ sustituido por el m¨¢s ortodoxo diputado y secretario adjunto de la UMP, Marc-Philippe Daubresse.
Tambi¨¦n se incorpora al nuevo Ejecutivo franc¨¦s, como secretario de Estado de la Funci¨®n P¨²blica, el diputado George Tron, pr¨®ximo al viejo rival de Sarkozy el ex primer ministro Dominique de Villepin, que de hecho tiene previsto, esta semana, anunciar la creaci¨®n de una nueva formaci¨®n pol¨ªtica de centro derecha que har¨¢ la competencia al partido del actual jefe del Estado. As¨ª, la incorporaci¨®n de Tron al Gobierno se entiende como un intento de ir segando la hierba a los pies de Villepin, enfrentado a Sarkozy desde hace a?os unido al Presidente de la Rep¨²blica s¨®lo por el odio mutuo que se profesan.
El mazado electoral de Sarkozy ha sido grave: el centro derecha consigui¨® s¨®lo el 34,34% de los votos y las regiones de Alsacia, en la Francia metropolitana, y la Guayana y Reuni¨®n, en ultramar. La alianza entre socialistas, ecologistas y Frente de Izquierda (que agrupa entre otros al Partido Comunista), ha conseguido el mejor resultado desde 1981, con un 54,67%. La izquierda gobernar¨¢ en 23 de las 26 regiones francesas. Ayer, Sarkozy y su primer ministro Fran?ois Fill¨®n estudiaron los resultados y ultimaron los retoques.
No les faltaron consejos hechos con m¨¢s o menos mala fe. Jean-Fran?ois Cop¨¦, presidente del grupo de la UMP en la Asamblea Nacional y una de las cabezas visibles del centro derecha con ambici¨®n y determinaci¨®n como para convertirse en el reemplazo de Sarkozy si este decae, manifest¨® que se impon¨ªa "un regreso a los fundamentos de 2007".
El actual jefe del Estado lleg¨® al El¨ªseo empujado por un impulso de cambio, tras prometer que los franceses que gozar¨ªan de mejor nivel de vida, que "ganar¨ªan m¨¢s si trabajaban m¨¢s" y despu¨¦s se apresur¨® a emprender varias reformas muy contestadas por la izquierda: un "escudo fiscal" que evitaba a nadie pagar m¨¢s del 50% de impuestos, dirigido a las personas con mejores sueldos o la reducci¨®n progresiva del n¨²mero de funcionarios a base de cubrir s¨®lo una vacante cada dos jubilaciones. A juicio de los cr¨ªticos, ese cambio, tal vez debido a la crisis, se ha frenado demasiado.
La izquierda, que ha barrido en estas elecciones y se prepara, con optimismo resucitado, para el asalto del El¨ªseo en las elecciones presidenciales de 2012, le reprocha, precisamente lo contrario: que ese cambio ha ido muy lejos, hasta el punto de desmantelar los servicios p¨²blicos como la sanidad o la educaci¨®n. Y la protesta crece: los sindicatos han convocado par hoy una huelga que afectar¨¢, sobre todo, al transporte p¨²blico y al sector de la ense?anza. No ser¨¢ la ¨²ltima.
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