La oposici¨®n brasile?a despierta del letargo
La candidatura del socialdem¨®crata Serra resucita la esperanza de vencer al PT
La oposici¨®n al Gobierno brasile?o, que preside Luiz In¨¢cio Lula da Silva, ha despertado despu¨¦s de siete a?os de letargo. En ese tiempo, el carism¨¢tico presidente se la hab¨ªa tragado con la fuerza de su popularidad. Pero ahora resucita con el lanzamiento, por parte del Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), de la candidatura a la presidencia del ex gobernador de S?o Paulo Jos¨¦ Serra.
Al lanzamiento de su candidatura en Brasilia, coraz¨®n pol¨ªtico del Gobierno, hab¨ªan sido invitadas 2.000 personas. Llegaron 6.000. Perdieron el miedo. El candidato socialdem¨®crata enardeci¨® a sus militantes. Fue un duelo a distancia con el mandatario brasile?o y su candidata, Dilma Rousseff, cuyos nombres no pronunci¨® una sola vez. La palabra que m¨¢s repiti¨® fue "Brasil". Lo hizo en 40 ocasiones, casi todas para decir a quienes pretenden identificar al pa¨ªs con Lula que "Brasil no tiene due?o".
A Rousseff, que est¨¢ centrando su campa?a en el pasado -los logros del Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y su comparaci¨®n con el Ejecutivo que le precedi¨®, de Fernando Henrique Cardoso-, Serra responde que ¨¦l tendr¨¢ los ojos puestos en el futuro, bajo el lema Brasil puede mucho m¨¢s. Y advierte que el suyo no ser¨¢ un Gobierno de oposici¨®n a Lula -"No escupiremos en el plato en el que hemos comido", record¨®-, sino que ser¨¢ un Gobierno "pos-Lula".
Al actual presidente, que suele decir a los pobres del pa¨ªs que ¨¦l consigui¨® llegar a la jefatura del Estado sin diploma universitario y sin saber ingl¨¦s, Serra recuerda que su padre, que trabajaba en un mercado popular, "cargaba cajas de frutas y hortalizas para que un d¨ªa ¨¦l pudiera cargar cajas de libros". Serra es un intelectual y devorador de libros.
Y a los que acusan al PT de haber ocupado el Estado, Serra les dijo que sue?a con que sus nietos "no necesiten exhibir el carn¨¦ de un partido pol¨ªtico" para poder trabajar dignamente.
A Lula se le identifica con la gran masa de pobres de Brasil. ?l mismo suele decir que los pobres y trabajadores no lo ven como presidente, sino como uno de ellos, que triunf¨® con sus propias fuerzas. Por eso, Serra manda un mensaje a los suyos: "No me pid¨¢is que divida al pa¨ªs entre ricos y pobres, entre norte y sur. Quiero ser el presidente de la unidad".
Con la advertencia de que Brasil no pertenece a un partido ni a un hombre, por carism¨¢tico y popular que sea, record¨® que Brasil "pertenece a los brasile?os que trabajan, a los que estudian, a los que quieren subir en la vida, a los que creen en el esfuerzo personal, a los que no se dejan corromper, a los que no toleran la iniquidad, a los que exigen ¨¦tica en la vida p¨²blica porque son decentes, a los que no necesitan de un enchufe pol¨ªtico para abrirse paso en la vida..."
Con todo, el candidato socialdem¨®crata sabe que no le resultar¨¢ f¨¢cil vencer a la candidata respaldada por Lula, que cuenta con el 80% del consenso popular y que deja un Brasil admirado por el mundo. Por ello, comenz¨® su discurso de presentaci¨®n de la candidatura diciendo que "el camino ser¨¢ dif¨ªcil y largo". Los analistas pol¨ªticos aseguran, sin embargo, que Serra no es de los que se dejan derrotar f¨¢cilmente. Para ¨¦l, lo imposible es s¨®lo sin¨®nimo de lo que a¨²n no se ha alcanzado.
Pero es cierto que no ser¨¢ una lucha f¨¢cil. En realidad, se tratar¨¢ de un duelo entre dos concepciones progresistas de la pol¨ªtica: una, la de Rousseff, m¨¢s radical, m¨¢s de izquierdas y m¨¢s estatalista, y otra, la de Serra, m¨¢s volcada en el avance de la industria, en el desarrollo de un Brasil con mayor capital tecnol¨®gico, capaz de crecer el doble de lo que hoy crece, un Brasil menos violento y con mayores oportunidades para todos. El del socialdem¨®crata es el proyecto del Brasil de la modernidad; el de Rousseff, el de un Gobierno m¨¢s del pueblo que de las instituciones, aunque ella haya acusado a los l¨ªderes del PSDB de ser los "viudos del atraso".
Cardoso, que fue presidente del PSDB, record¨® en su discurso, que precedi¨® al de Serra, que el mayor reconocimiento que Lula rindi¨® a su Gobierno fue el haber continuado estos ocho a?os con la pol¨ªtica macroecon¨®mica y social que ¨¦l le hab¨ªa dejado en herencia y que Lula supo perfeccionar con ¨¦xito. En efecto, al conservador presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, que mantuvo a raya la inflaci¨®n y supo soslayar la crisis global, Lula lo escogi¨® al llegar a la presidencia entre los hombres de Cardoso.
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