El presidente depuesto de Kirguizist¨¢n abandona el pa¨ªs
Bak¨ªev, que vuela a Kazajist¨¢n, intent¨® en vano reforzar su posici¨®n en un mitin en la localidad de Osh
Una intervenci¨®n internacional conjunta ha conseguido evitar nuevos derramamientos de sangre y agravamiento de las tensiones en el Estado centroasi¨¢tico de Kirguizist¨¢n. El presidente Kurmanbek Bak¨ªev, depuesto el 7 de abril por una revuelta que ha causado m¨¢s de 80 muertos, ha huido a Kazajist¨¢n en un avi¨®n militar facilitado por ese pa¨ªs que en la actualidad preside la Organizaci¨®n de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE).
Por la ma?ana, Bak¨ªev se resist¨ªa a¨²n a ceder ante el Gobierno provisional dirigido por Rosa Otunb¨¢yeva e intent¨® en vano reforzar su posici¨®n en un mitin en la localidad de Osh, que estuvo a punto de convertirse en una matanza. Por la tarde, tras negociar con los funcionarios amotinados y firmar un documento con ellos por el que cede el poder, Bak¨ªev abandon¨® Kirguizist¨¢n desde el aeropuerto de Dzhalal-Abad con destino a Taraz, en Kazajist¨¢n.
Kanat Saudab¨¢yev, el ministro de Exteriores de Kazajist¨¢n, manifest¨® que el acuerdo firmado por el ex presidente con los miembros del Gobierno provisional ha sido resultado de los esfuerzos conjuntos del presidente de Kazajist¨¢n, Nursult¨¢n Nazarb¨¢yev, el presidente de EE UU, Barak Obama, y el de Rusia, Dmitri Medv¨¦dev, en colaboraci¨®n con la ONU y la UE.
Bak¨ªev se exili¨® acompa?ado de numerosos parientes, incluidos ni?os, seg¨²n el Ministerio de Exteriores de Kazajist¨¢n. Seg¨²n la agencia Fergana.ru, con ¨¦l no iban dos funcionarios perseguidos por el Gobierno provisional, Bakait Kal¨ªev, ex ministro de Defensa, y Zhanish Bak¨ªev, hermano del presidente y jefe del servicio de escolta estatal, abolido por los amotinados. Bak¨ªev, que el mi¨¦rcoles llam¨® por tel¨¦fono al jefe del Gobierno ruso, Vlad¨ªmir Putin, declin¨® otra oferta de cobijo procedente del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.
A resultas de la revuelta, el presidente se hab¨ªa refugiado en su pueblo natal de Teiit, en la regi¨®n de Dhzalal-Abad, y desde all¨ª se hab¨ªa dirigido a Osh, donde sus simpatizantes, contrariamente a lo que esperaba, estaban en minor¨ªa en relaci¨®n con los partidarios del Gobierno provisional dispuestos a boicotear el mitin a bastonazos. La escolta presidencial tuvo que intervenir disparando al aire y el presidente huy¨® en un jeep, perseguido por las piedras que le lanzaban los manifestantes portadores de retratos de Rosa Otunb¨¢yeva, quien ayer en Bishkek anunci¨® que tiene preparado ya un proyecto de nueva constituci¨®n.
Los amotinados, que han encontrado respaldo y comprensi¨®n tanto en Washington como en Mosc¨², son antiguos colaboradores de Bak¨ªev, con el que participaron en 2005 en la llamada Revoluci¨®n de los Tulipanes contra el presidente Askar Ak¨¢yev (que tuvo que huir a Rusia) y luego fueron o se sintieron marginados por su colega. Reelegido en 2009 y reconocido tanto por Rusia como por EE UU, Bak¨ªev se ha caracterizado por un comportamiento veleidoso y un af¨¢n de sacar el m¨¢ximo provecho material de la importante posici¨®n geoestrat¨¦gica de Kirguizist¨¢n para la operaci¨®n de EE UU y sus aliados en Afganist¨¢n.
Sus regateos en torno a la base militar de Man¨¢s le granjearon la animadversi¨®n de Mosc¨², que hab¨ªa dado a Kirguizist¨¢n un cr¨¦dito de 2.000 millones de d¨®lares a cambio de que presionara a los americanos para dejar aquellas instalaciones. En Washington, el presidente Medv¨¦dev apoy¨® impl¨ªcitamente el cese de Bak¨ªev, al manifestar que Kirguizist¨¢n pod¨ªa convertirse en otro Afganist¨¢n, si el presidente no dimit¨ªa. Tras la revuelta del 7 de abril, el vicejefe del Gobierno provisional, Almazbek Atamb¨¢yev, visit¨® Mosc¨² y obtuvo una promesa de 50 millones de d¨®lares en ayudas y pr¨¦stamos. Con todo, la situaci¨®n en Kirguizist¨¢n es inestable y el portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia ha expresado preocupaci¨®n por la seguridad de sus compatriotas, que se quejan de indefensi¨®n ante expolios y saqueos.
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