Tras el caos a¨¦reo, el caos comercial
Espa?a se convierte en puerta de entrada y salida de mercanc¨ªas de Europa con el resto de continentes
Desde Calcuta hasta Madrid, miles de empresas en todo el mundo notan el impacto de la nube de ceniza volc¨¢nica. Productores de flores de Kenia que ven c¨®mo se marchitan sin poder llegar a Europa, grandes cadenas de ropa esperando prendas fabricadas en Asia, empresas de transporte que no pueden recoger m¨¢s mercanc¨ªa porque tienen los almacenes saturados... En la mara?a del comercio global, Espa?a se ha convertido en una importante puerta de entrada y salida de Europa con el resto de continentes.
El cierre de espacios a¨¦reos no s¨®lo ha dejado atrapados a cientos de miles de pasajeros y ha generado importantes p¨¦rdidas en las aerol¨ªneas. Tampoco llegan a su destino las mercanc¨ªas que habitualmente llenan las bodegas de los aviones de pasajeros o los de carga, aunque el impacto econ¨®mico, en sectores tan diversos y pa¨ªses de todo el mundo, es dif¨ªcil de cuantificar.
Automoci¨®n y electr¨®nica, que trabajan con stocks de componentes y productos terminados muy reducidos; y productores de perecederos, como fruta, verdura, flores o pescado, son los que m¨¢s acusan las consecuencias de la erupci¨®n del Eyjafjalla. Las empresas de estos sectores son las que est¨¢n dispuestas a pagar m¨¢s por conseguir que su producci¨®n llegue a destino.
"Estamos recibiendo un ch¨¢rter al d¨ªa desde Hong Kong y otro desde Suram¨¦rica", explica Alex Delrue, gerente para Espa?a de la multinacional de log¨ªstica integral Hellmann. Los clientes que contratan estos vuelos pagan cerca del doble de lo que costar¨ªa un env¨ªo a¨¦reo normal en las bodegas de un avi¨®n de pasajeros.
Desde Suram¨¦rica, detalla Delrue, llegan productos perecederos, y desde Asia, bienes que aunque no lo parezca, se consideran tales: reproductores MP3 o MP4, ropa para una de las principales marcas textiles espa?olas, cuyas tiendas cambian las prendas continuamente...
Los aeropuertos espa?oles se han convertido en una plataforma que conecta el continente con el resto del mundo. "Espa?a es la puerta de entrada y salida de Europa", describe el directivo. "Gran parte de la mercanc¨ªa que estamos recibiendo en Madrid y Barcelona va al norte de Europa", a?ade Delrue, que indica que en los ¨²ltimos dos d¨ªas han duplicado el volumen de mercanc¨ªas que mueven. Tras aterrizar en Espa?a, conectan "en 24 horas con casi cualquier punto de Europa" en camiones con dos conductores.
Tambi¨¦n Jos¨¦ Luis Tirador, director de m¨¢rketing de DHL Express Iberia, destaca el papel de Espa?a, y en su caso, el sur de Italia, en esta crisis. "Traemos mercanc¨ªas por cami¨®n desde Francia a Barcelona, y desde ah¨ª lo env¨ªamos al resto del mundo", pone como ejemplo. La empresa de paqueter¨ªa urgente tiene flota propia (en propiedad o de dedicaci¨®n exclusiva) de aviones y de camiones, por lo que cada d¨ªa revisan, en funci¨®n de los aeropuertos abiertos, las rutas y combinaciones.
"En los puntos donde es imposible llegar por v¨ªa a¨¦rea, hemos reforzado la red terrestre", afirma Tirador. Esto provoca retrasos de 24 a 72 horas en algunos destinos europeos, seg¨²n el directivo, que asegura que en esta situaci¨®n, los clientes simplemente agradecen la posibilidad de que el env¨ªo llegue a destino, aunque sea m¨¢s tarde.
El problema en el sector es que "algunas compa?¨ªas tienen muy centralizada su puerta de entrada y salida en un solo aeropuerto. Si cierra, no pueden sacar o meter mercanc¨ªa en Europa, y adem¨¢s, se va acumulando en los almacenes y acaban colapsados", indica Tirador. Por eso, tanto Tirador como Delrue predicen que, cuando desaparezca la nube y se abran los espacios a¨¦reos, el transporte de mercanc¨ªas todav¨ªa va a tardar semanas en normalizarse.
"Los almacenes tienen mercanc¨ªas de cuatro o cinco d¨ªas, pero las bodegas de los aviones son las mismas", explica el gerente de Hellmann. Con los espacios en los vuelos ya reservados, alguien que quiera exportar un producto puede verse abocado a esperar varias semanas. "Hay muchas compa?¨ªas que van a tardar entre dos y tres semanas en digerir el retraso acumulado", opina Tirador.
En una situaci¨®n excepcional, como esta, un retraso de varios d¨ªas en la recepci¨®n de componentes puede suponer un par¨®n de la producci¨®n. Nissan ha tenido que suspender tres l¨ªneas de producci¨®n en Jap¨®n por la falta de un componente fabricado en Irlanda, lo que afecta a unos 2.000 veh¨ªculos al d¨ªa, seg¨²n France Presse. Ocurre lo mismo con los productos terminados: las coreanas Samsung y LG acumulan en sus almacenes 200.000 tel¨¦fonos m¨®viles, por un valor de 30 millones de d¨®lares (22 millones de euros).
Norway's Marine Harvest, la mayor acuicultora mundial, ha reducido las exportaciones de salm¨®n a Asia y Norteam¨¦rica, seg¨²n recoge Reuters. El sector de la horticultura de Kenia pierde m¨¢s de dos millones de euros al d¨ªa.
Sin embargo, otras empresas viven el momento como una oportunidad. "Es dif¨ªcil de valorar si estamos ganando o perdiendo. Aunque tengamos sobrecostes, tambi¨¦n estamos recibiendo mercanc¨ªas de otros competidores", concluye Tirador.
Normalidad en Espa?a
No hay signos de desabastecimiento en las grandes cadenas de distribuci¨®n y en los mercados en Espa?a. As¨ª lo indican Mercamadrid y la patronal de la gran distribuci¨®n, ANGED (que incluye a Alcampo, Carrefour, Eroski e Hipercor), que explica que m¨¢s del 90% de los proveedores son espa?oles y que los transportes se hacen en su mayor parte por carretera.
El cierre del espacio a¨¦reo tampoco afecta a las exportaciones de productos frescos, seg¨²n la federaci¨®n que agrupa a los productores exportadores de frutas, hortalizas y flores y plantas, FEPEX.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.