"Lejos del centro tur¨ªstico, todo sigue igual"

Hay rojos y amarillos. Los hay que no tienen color (no colors) y tambi¨¦n los hay que los quieren todos (multi colors). "Pero el problema es que los unos no escuchan a los otros. Da igual si las razones son buenas, no sirven para nadie". Sawitree -prefiere no decir su nombre completo- trabaja en Bangkok como colaborador, entre otras cosas, de medios de comunicaci¨®n. Aclara que ni es camisa roja (seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra) ni es camisa amarilla (mon¨¢rquicos partidarios del actual Gobierno). Pero s¨ª pesimista ante el futuro de su pa¨ªs: "No veo un futuro mejor que el que hay si se mantiene la divisi¨®n. Los dos lados son muy testarudos y nadie sabe que va a pasar".

Lo que s¨ª sabe este trabajador tailand¨¦s contactado a trav¨¦s de correo electr¨®nico es que "la gente en Bangkok est¨¢ ya muy acostumbrada a las manifestaciones despu¨¦s de tantos a?os". Y para muestra, la fiesta del Songkram, a?o nuevo tailand¨¦s, celebrada recientemente: "Las luchas en las calles entre camisas rojas y polic¨ªa afect¨® a la gente unos d¨ªas antes, pero durante la fiesta salimos igual a lanzarnos agua los unos a los otros". A¨²n as¨ª, Sawitree se?ala que la "tensi¨®n" sigue creciendo en el centro de la capital tailandesa. "Pero fuera de all¨ª -matiza-, lejos del centro de la ciudad, la vida sigue".

?Qu¨¦ pasar¨¢ ahora?

Mar¨ªa -que opta por revelar solo su nombre-, afirma sin embargo que "Bangkok no esperaba tanta violencia". Residente extranjera, Mar¨ªa cree que los tailandeses "no est¨¢n acostumbrados a que [las protestas] duren tanto. Temen que los militares intervengan y se cuestionan c¨®mo actuar¨¢ el Ejecutivo ahora". La "inacci¨®n" del Gobierno, se?ala esta trabajadora en materia de cooperaci¨®n para el desarrollo, ha elevado la "tensi¨®n y decepci¨®n de los tailandeses".

Lejos del distrito financiero, comercial y tur¨ªstico de Bangkok, adonde, como se?ala el periodista Nirmal Ghosh, "la gente ya no va porque las tiendas est¨¢n cerradas", todo sigue igual. Ghosh, corresponsal del diario Strait Times, reitera en conversaci¨®n telef¨®nica que, pese a las im¨¢genes que llegan de choques en la capital, "Bangkok es una gran ciudad con unos 10 millones de habitantes. Fuera del centro, las tiendas y los colegios funcionan con normalidad". Periodista de dilatada experiencia, Ghosh afirma que la divisi¨®n entre rojos y amarillos "no es f¨¢cil de explicar", aunque, reconoce que "los camisas rojas tienen much¨ªsimo apoyo en la capital". ?Por qu¨¦ ahora? "Desde 2006 -explica Ghosh-, han crecido hasta convertirse en el movimiento m¨¢s grande de la historia de Tailandia". Y si se trata de protestar, la capital es el lugar: "Si algo no impacta en Bangkok, no sirve de nada".

El reportero del rotativo con sede en Singapur entrev¨¦ unas elecciones adelantadas, pero teme tambi¨¦n un escenario m¨¢s dram¨¢tico: "Que los amarillos salgan a la calle y se enfrenten con los rojos. El Ej¨¦rcito se ver¨ªa obligado a intervenir". La tambi¨¦n periodista corresponsal en Bangkok, Aela Callan, apostilla que la "divisi¨®n" que vive Tailandia parte tambi¨¦n en estas horas a rojos y militares. "Los tailandeses quieren evitar la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito, pero no s¨¦ que est¨¢ m¨¢s cerca, si eso o los comicios. El pa¨ªs es muy vol¨¢til. La situaci¨®n es cr¨ªtica en Bangkok".