Toque de queda en Miami
Una pol¨¦mica ley proh¨ªbe a los menores de 17 a?os salir solos de noche
Toque de queda en Miami. Ni es una broma, ni tampoco es Bangkok. Parcial y juvenil, pero toque de queda en la capital del sol de Florida, donde ya todo parece posible. A partir del 1 de mayo, los menores de 17 a?os no podr¨¢n circular solos por las calles a partir de las 23.00 de domingo a jueves, y a partir de las 24.00, viernes y s¨¢bados. S¨ª podr¨¢n hacerlo acompa?ados por mayores de edad (21 a?os) o si justifican su salida de casa, por razones de trabajo o deporte, por ejemplo.
Lo sorprendente es que se aplicar¨¢ una ley en vigor desde 1994, pero que no se pon¨ªa en pr¨¢ctica. La pol¨¦mica est¨¢ servida. Desde los padres, que lo ven como una estupenda medida para el control de sus hijos, hasta quienes la consideran inconstitucional, al recortar libertades, e incluso racista, pues parece dirigida especialmente a los j¨®venes negros.
Cuando se cumplen estos d¨ªas dos aniversarios emblem¨¢ticos para los cubanos, los 30 a?os del ¨¦xodo del Mariel, y los 10 de la devoluci¨®n a La Habana del ni?o Eli¨¢n Gonz¨¢lez a punta de metralleta, la controversia no ha surgido esta vez de la comunidad mayoritaria del exilio. El promotor ha sido el comisionado afroamericano Richard P. Dunn II, elegido en sustituci¨®n de Michelle Spence-Jones, imputada por distintos delitos. Su distrito, con zonas como Liberty City y Overtown, es un Harlem en Miami con su peor cara. Los tiroteos y muertes son moneda habitual, muchos de ellos protagonizados por j¨®venes.
Delincuencia juvenil
La violencia y los delitos relacionados con las drogas siguen siendo una plaga en muchos lugares de Miami. En apenas una semana han aparecido cuatro cad¨¢veres flotando en el Cayo Vizca¨ªno y en distintos canales. La crisis econ¨®mica ha hecho proliferar los robos en casas aisladas y las escuelas no han escapado a la delincuencia.
Muchos padres han pedido al alcalde, Tom¨¢s Regalado, que implante la medida. Lina est¨¢ encantada: "Me parece estupendo. ?Qu¨¦ hacen los j¨®venes a esas horas por la calle? Busc¨¢ndose problemas. Donde tienen que estar es en su casa y durmiendo para ir temprano al d¨ªa siguiente a la escuela".
"Tolerancia cero", anunci¨® la polic¨ªa. Los agentes que detecten a alg¨²n joven circulando por las calles fuera del horario permitido lo llevar¨¢n -no lo detendr¨¢n, salvo que cometa un delito- a la comisar¨ªa correspondiente y avisar¨¢n a los padres para que vayan a recogerlo. Si no lo hacen, lo trasladar¨¢n hasta su casa y si es reincidente, se empezar¨¢ a investigar la raz¨®n por la cual est¨¢ en la calle a esas horas. A la cuarta o quinta infracci¨®n, no s¨®lo tendr¨¢n que pagar 500 d¨®lares, sino tambi¨¦n pasar por un programa de familia educativo y correccional.
La ley puede convertirse en un arma de doble filo. Algunos abogados opinan que es inconstitucional, porque atenta contra el derecho a la privacidad y por eso en Tampa y Orlando ya no se aplica. Leyes similares a las de Miami fueron derogadas por el Tribunal Supremo de Florida en 2005. Para la Uni¨®n Americana de Libertades Civiles (ACLU) es un ataque a la libertad y le ve un tufo racista, como ha ocurrido hist¨®ricamente. Su abogado en Miami, John de Le¨®n, ha declarado que si llegan a notar que se aplica contra las minor¨ªas presentar¨¢ una demanda.
Los padres, adem¨¢s, tienen un problema delicado por la pr¨¢ctica habitual de los ni?os, inculcada en la escuela, de llamar a los servicios de emergencia y polic¨ªa cuando tienen un problema. Jorge est¨¢ preocupado porque los padres no tengan suficiente autoridad para imponer el toque de queda a sus hijos: "?D¨®nde est¨¢ el l¨ªmite entre la simple disciplina y los castigos o prohibiciones para evitar que los j¨®venes salgan a la calle? Porque ellos pueden denunciar a la polic¨ªa y considerarse un abuso infantil. Tremenda jodedera".
Antonio se?ala: "La mayor¨ªa de los j¨®venes no son malos y van a pagar por una minor¨ªa de delincuentes. Lo que tiene que hacer la polic¨ªa es dedicarse a ellos y ahora van a perder el tiempo con cuatro despistados. Adem¨¢s, el gran problema es la sociedad violenta que hemos creado, las armas de fuego que circulan libremente y las drogas. Esto parece un parche y no va a traer m¨¢s que problemas sin aportar gran cosa".
Dunn reconoci¨® que no es la ¨²nica soluci¨®n y la calific¨® como "una medida preventiva para proteger a nuestros j¨®venes".
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