Garz¨®n, el juez de la historia
"La historia me absolver¨¢" es el grito f¨¢cil, ret¨®rica de impunidad de algunos de los personajes que abusaron y abusan del poder pol¨ªtico. La historia juzga, pero puede olvidar, y lo sabe el juez Baltasar Garz¨®n.
No fueron pocas las ocasiones en que escuch¨¦ a pol¨ªticos espa?oles de izquierda y derecha cantar loas a la Transici¨®n espa?ola precisamente porque apost¨® por "dejar atr¨¢s el pasado y coloc¨® a Espa?a con la mirada en el futuro". ?En verdad la ejemplar Transici¨®n espa?ola se contenta, lisa y llanamente, con una sentencia hist¨®rica al dictador Francisco Franco? ?Se conform¨® a convocar al olvido? Detr¨¢s de la respuesta a esta pregunta est¨¢ el motivo de la suspensi¨®n y el sometimiento a proceso del juez Garz¨®n.
El veredicto a Garz¨®n juzgar¨¢ tambi¨¦n la historia preconstitucional espa?ola. No creo exagerar si afirmo que, al sentar a Garz¨®n en el banquillo de los acusados, tambi¨¦n se sienta a examen esa mod¨¦lica Transici¨®n pol¨ªtica espa?ola; porque la justicia, como uno de los ejercicios del poder pol¨ªtico, no s¨®lo vive del respeto a los procedimientos y garant¨ªas procesales, sino, adem¨¢s, esa procuraci¨®n e impartici¨®n de justicia debe estar fundada en la confianza, lastimada con la expulsi¨®n del juez Garz¨®n.
En muchos de sus casos tramitados dentro y fuera de Espa?a, Garz¨®n abon¨® a construir ese cr¨¦dito al sistema judicial. No se puede menospreciar su combate a la corrupci¨®n. Tampoco la frontal lucha contra el terrorismo y su andamiaje financiero. ?Por qu¨¦ no reconocerle en un mundo globalizado s¨®lo para el mercado sus esfuerzos por derribar tambi¨¦n las fronteras nacionales para la justicia, concretamente en el 'caso Pinochet'. Abri¨® expedientes lo mismo a funcionarios socialistas que a los del Partido Popular. En su desempe?o, Garz¨®n trajo la historia a tiempo presente. Es un juez de la historia, y con ello honra a muchos profesores de derecho que en el franquismo, al no gozar de una Constituci¨®n pol¨ªtica votada por el pueblo, se refugiaron en el estudio de la historia del derecho.
Garz¨®n es heredero de esos historiadores del derecho, como Manuel Garc¨ªa Pelayo o Francisco Tom¨¢s y Valiente, que en el r¨¦gimen de Franco, incluso en el exilio, armaron con erudici¨®n y brillantez disquisiciones jur¨ªdicas a partir de la historia para darle sustento y legitimidad al derecho espa?ol, precisamente dentro de un sistema sin derecho constitucional.
La historia justifica tambi¨¦n la existencia de las leyes. La historia es, como dicen los juristas, fuente del derecho, por eso se debe pelear por conocer la verdad hist¨®rica, no s¨®lo contentarse con exhibir la verdad legal en cada expediente, y Garz¨®n entend¨ªa esa diferencia.
En la ¨¦poca en que Garz¨®n reabri¨® un famoso caso de violencia del Estado ('caso GAL' 1996), el profesor Francisco Tom¨¢s y Valiente fue asesinado por un terrorista en su despacho de la Universidad de Madrid. Acababa de mandar al peri¨®dico EL PA?S su colaboraci¨®n 'Razones y tentaciones del Estado'. En esas ¨²ltimas letras, el tambi¨¦n magistrado Tom¨¢s y Valiente advert¨ªa de los intentos desde el Estado por desacreditar el imperio de la ley, recordando que el fin del Estado es la convivencia pac¨ªfica entre diferentes. Hoy, sin el juicio justo a la historia del franquismo que empuj¨® Garz¨®n, parece volver a estar en entredicho en Espa?a esa armon¨ªa social.
Baltasar Garz¨®n naci¨® en Ja¨¦n. En esa regi¨®n se libraron tres batallas forjadoras del rostro de Espa?a y de Occidente: la batalla de Baecula, donde Escipi¨®n el Africano venci¨® al ej¨¦rcito cartagin¨¦s a las ¨®rdenes de Asdr¨²bal y consolid¨® el Imperio Romano en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. La otra es la batalla de las Navas de Tolosa de 1212, donde el rey Alfonso VIII de Castilla vence a los musulmanes y abre las puertas del sur de Espa?a a la reconquista de los cristianos; y la tercera es la famosa batalla de Bail¨¦n de 1808, cuando los espa?oles, bajo el mando del general Casta?os, triunfaron por primera vez contra el ej¨¦rcito franc¨¦s de Napole¨®n.
Ahora, uno de los hijos de esa tierra andaluza va a emprender otra batalla hist¨®rica: demostrar su inocencia de los cargos que le imputan y acreditar que su actuaci¨®n justiciera ten¨ªa un motor de valores espirituales y no intereses mezquinos como le imputan sus detractores. Estoy seguro de que, una vez m¨¢s, la historia de Ja¨¦n contar¨¢ otra victoria.
Germ¨¢n Mart¨ªnez C¨¢zares, abogado mexicano, fue presidente del Partido Acci¨®n Nacional (PAN) en los a?os 2007 a 2009.
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