La hora del compromiso
Los rectores de tres de las universidades p¨²blicas m¨¢s importantes de Latinoam¨¦rica, M¨¦xico, Buenos Aires y S?o Paulo, hablan desde Universia
Jos¨¦ Vasconcelos fue rector de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) en 1920. Cuando lleg¨®, dijo: "Yo no vengo a trabajar por la Universidad, sino a pedir a la Universidad que trabaje por el pueblo". Noventa a?os despu¨¦s, los rectores de tres de las universidades p¨²blicas m¨¢s importantes de Latinoam¨¦rica -Buenos Aires, S?o Paulo y M¨¦xico- consideran que ahora m¨¢s que nunca aquel discurso est¨¢ vigente, que hay que dar un paso adelante, que los graves problemas que enfrentan sus respectivos pa¨ªses requieren de sus docentes un papel m¨¢s activo. "Ya no podemos guardar silencio", dice Rub¨¦n Hall¨², rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), "no podemos cerrar los ojos ante los problemas actuales. No podemos dejar sola a la sociedad cuando m¨¢s nos necesita".
En el discurso de apertura del II Encuentro de Rectores Universia, que se celebra en Guadalajara bajo el patrocinio del Banco Santander, el rector de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), Jos¨¦ Narro, detall¨® los problemas que afectan por igual a toda Latinoam¨¦rica: "El surgimiento reiterado de crisis financieras, el incremento del desempleo o la aparici¨®n de las lacras de una modernidad mal entendida: la desesperanza, la violencia y la inseguridad; el cambio clim¨¢tico y las crisis ecol¨®gicas; el narcotr¨¢fico y las adicciones...". Los rectores consultados coincidieron en proponer "un papel m¨¢s activo en el planteamiento y la ejecuci¨®n" de las soluciones. ?Y de qu¨¦ forma se puede ejecutar esa misi¨®n sin entrar en colisi¨®n con los respectivos Gobiernos?
El rector de la Universidad de Buenos Aires ofrece una respuesta: "Est¨¢ claro que el Gobierno es el que tiene que tomar las decisiones. Pero la Universidad, que es una fuente de conocimiento alejada de los intereses pol¨ªticos temporales, dispone del fundamento cient¨ªfico para hacer propuestas al Estado. Luego, el Gobierno llevar¨¢ o no a cabo esas sugerencias. Es su responsabilidad. Pero la nuestra como docentes es investigar los problemas reales y ofrecer posibles soluciones a la sociedad".
Jos¨¦ Narro, el rector de la UNAM, pone un ejemplo muy gr¨¢fico en conversaci¨®n con este peri¨®dico: "Platiquemos de lo que usted quiera. Platiquemos, por ejemplo, de la pobreza. Bueno, ah¨ª en M¨¦xico hay una deuda de siglos. No es un problema de 70 a?os o de 80 a?os. Es un problema secular. Centenario. Que se acompa?a de la desigualdad. ?Por qu¨¦ no hemos podido ser capaces, me pregunto yo, de resolver en algo ese problema? ?Por qu¨¦ en este M¨¦xico del 2010, al celebrar el bicentenario de la independencia y el centenario de la revoluci¨®n no hemos podido resolver un problema tan importante y tan sencillo de resolver ?porque lo han hecho muchos otros, porque cuesta pero no tanto? como el analfabetismo? ?Por qu¨¦ diablos aceptar que M¨¦xico siga contando con seis millones de analfabetos? Pues porque no se ha tomado la decisi¨®n", se contesta Narro, " y no es porque no se sepa, sino simplemente porque no se ha querido. Estoy convencido de que una de las cosas que tenemos que hacer en este pa¨ªs es cambiar el ambiente en el que estamos inmersos, un ambiente depresivo y de temor".
Herman Jacobus Cornelis es el rector de la Universidad de S?o Paulo. Tambi¨¦n insiste en que las universidades p¨²blicas no pueden olvidar jam¨¢s su compromiso social. "Nuestro objetivo en Brasil", explica, "no es s¨®lo conseguir que los muchachos de las clases m¨¢s desfavorecidas puedan tener acceso a la universidad, sino que puedan permanecer. Es absurdo comparar el papel social de nuestras universidades con las universidades europeas". Y pone un ejemplo: "Acabo de llegar de Europa. All¨ª, para el ranking entre las distintas universidades, utilizan indicadores anglosajones de competencia. Cuentan cuestiones tales como cu¨¢ntos Nobel han tenido en su larga historia. Nosotros somos universidades j¨®venes entre cuyos objetivos est¨¢ el equilibrio social: que nuestros estudiantes puedan comer, tengan donde dormir o el acceso al transporte... No es justo comparar realidades. Nuestro compromiso tiene mucho que ver con sacar a nuestros pa¨ªses hacia delante".
Lo m¨¢s llamativo, desde el punto de vista europeo, es que estos tres rectores de grandes universidades p¨²blicas no vean con recelo la participaci¨®n de la iniciativa privada en la vida de la Universidad. "La relaci¨®n tiene que existir", dice el argentino Hall¨², "lo importante es que cada quien conserve su rol. Pero, tambi¨¦n en esto, es impensable el aislamiento de la Universidad con el mundo que la rodea ". O, como dijo Narro al final de su discurso de inauguraci¨®n del encuentro: "En las universidades debemos buscar puntos de encuentro e interacci¨®n entre las culturas y entre las instituciones. Ah¨ª radica parte de nuestro desaf¨ªo y con esta reuni¨®n empezamos a vencerlo". Al final de su discurso se volvi¨® a acordar de Vasconcelos: "Por mi raza hablar¨¢ el esp¨ªritu".
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