Cientos de palestinos salen de Gaza tras la apertura de Rafah

Cientos de palestinos han salido este mi¨¦rcoles de la franja de Gaza por el paso fronterizo de Rafah, despu¨¦s de que Egipto decidiera desmarcarse de su aliado israel¨ª y abrir de forma indefinida la ¨²nica frontera de Gaza que no controla el Estado hebreo. Pol¨ªticos y analistas interpretan la decisi¨®n egipcia como respuesta al clamor internacional para poner fin al embargo en la franja de Gaza. Como los expertos, los palestinos de a pie temen sin embargo que la apertura se trate de un gesto pol¨ªtico reversible por parte de El Cairo.

A las seis de la ma?ana salieron de la ciudad de Gaza los autobuses con aquellos con derecho a cruzar a Egipto, es decir, los que figuran en los listados del ministerio de Interior del Gobierno de Ham¨¢s. Con este mecanismo, el Gobierno quiso evitar avalanchas en la frontera. Enfermos, palestinos con pasaporte o visados de terceros pa¨ªses y estudiantes son los ¨²nicos que de momento pueden acceder a los permisos de salida. El Gobierno y la poblaci¨®n de Gaza aspira a que se ampl¨ªe a todo tipo de supuestos. Junto a los agraciados, entraron tambi¨¦n por primera vez en m¨¢s de un a?o mercanc¨ªas que no distintas de comida o material m¨¦dico, como generadores el¨¦ctricos o colchones.

"Las autoridades egipcias nos han informado de que se trata de una apertura indefinida, pero para cierto tipo de ciudadanos. Esperemos que esta desgracia [el abordaje israel¨ª a la flotilla] suponga el fin del bloqueo y que todo el mundo pueda entrar o salir para siempre", expresaba ayer a las puertas de Rafah Gazi Hamad, responsable del Gobierno de la franja para los pasos fronterizos. All¨ª, los autobuses entraban y sal¨ªan de un pa¨ªs a otro con una normalidad que constituye una aut¨¦ntica rareza en este rinc¨®n del planeta.

En el edificio del control de pasaportes, los elegidos por Interior esperan sentados su turno. La mayor¨ªa eran enfermos y ten¨ªan mala cara. Najdi Namad, de 36 a?os era uno de ellos. Lleva un mes esperando para cruzar. Tiene una herida en la cuenca del ojo artificial que lleva y en Gaza no le puede curar. Cuando el martes escuch¨® en la televisi¨®n que abr¨ªan la frontera corri¨® a por un permiso. Ahora espera que el Gobierno egipcio no de marcha atr¨¢s en los pr¨®ximos d¨ªas y pueda volver una vez curado. La ¨²ltima vez que intent¨® cruzar, las autoridades egipcias lo devolvieron a Gaza. Varios asientos m¨¢s all¨¢, en silla de ruedas, espera Ahmad Fayad, de 71 a?os. Con galabiya blanca y pa?uelo palestino rojiblanco en la cabeza dice estar "muy feliz" de poder por fin volver a casa de sus hijos en Arabia Saud¨ª.

Egipto abre peri¨®dicamente el paso de Rafah para casos humanitarios. La apertura suele durar dos otros d¨ªas y ¨²ltimamente se produce cada dos meses. Esta vez no tocaba una de esas aperturas. Esta vez es diferente, porque no hay fecha de cierre y porque las autoridades egipcias no ponen impedimento ninguno. Ayer no hab¨ªa ni rastro de las habituales horas de espera a la entrada de Rafah. Todo iba como la seda. Muchos lugare?os apenas se cre¨ªan lo que ve¨ªan. Otros, maldec¨ªan al ver lo f¨¢cil que podr¨ªan ser las cosas y que en Gaza tienden a no serlo. "Ese lacayo [en alusi¨®n al presidente egipcio Hosni Mubarak y a su complicidad con Israel para mantener el bloqueo] no habr¨ªa tenido el coraje de abrir de no ser por las presiones de Turqu¨ªa", sostiene un barbudo polic¨ªa de en Rafah, sin dar su nombre.

El Paso de Rafah