B¨¦lgica comienza a preparar el futuro

Una B¨¦lgica en estado de choque por los resultados de las elecciones del domingo, marcados por la escalada m¨¢s all¨¢ de toda expectativa de la independentista Nueva Alianza Flamenca (N-VA), ha comenzado ya a preparar el futuro. El rey Alberto II ha recibido esta tarde al gran triunfador, el republicano Bart de Wever, y pronto convocar¨¢ al incuestionable vencedor entre los franc¨®fonos, el socialista Elio Di Rupo. En manos de estos dos pol¨ªticos est¨¢ el futuro del pa¨ªs, que busca con urgencia la formaci¨®n de un Gobierno que podr¨ªa tardar meses en llegar.

"Somos concientes de la responsabilidad que tenemos como partido", ha declarado de Wever antes de acudir a palacio. "Queremos ponernos en marcha cuanto antes para conseguir unas estructuras que funcionen". 'Estructuras que funcionen' es un eufemismo que significa una mayor reducci¨®n del Estado federal en beneficio de las regiones, lo que en el caso de De Wever supone, tambi¨¦n, la desaparici¨®n de la regi¨®n de Bruselas, convertida en una simple ciudad a gestionar simult¨¢neamente por Flandes y Valonia. Cuesti¨®n tab¨² para los franc¨®fonos, sabedores como los secesionistas, de que sin Bruselas carece de sentido la independencia de Flandes.

"Ning¨²n partido obtiene todo lo que quiere en una negociaci¨®n", intenta tranquilizar De Wever. "Eso no se ha visto nunca". Tambi¨¦n dice, para aliviar ¨¢nimos, que "en el pasado se han hecho negociaciones. Se ve que se puede hacer". A ojos de los franc¨®fonos es la patita que traiciona al lobo. Desde 1970 B¨¦lgica ha vivido cinco procesos de reforma y descentralizaci¨®n que, seg¨²n De Wever y buena parte de los flamencos, han desembocado en una estructura del Estado que no funciona y que hay que cambiar. De ah¨ª el necesario sexto proceso. M¨¢s descentralizaci¨®n en nombre de la eficacia. ?l mismo lo ha definido como una paulatina evaporaci¨®n de B¨¦lgica.

El l¨ªder flamenco que ayer ofreci¨® tender puentes en Flandes y a los franc¨®fonos se ha marcado como prioridad formar una coalici¨®n en el norte del pa¨ªs desde la que enfocar la negociaci¨®n con el sur. Seg¨²n ¨¦l, los partidos franc¨®fonos pueden o negociar con la N-VA o boicoterla, pero les ha advertido de las consecuencia del rechazo.

El socialista Di Rupo, convertido en adalid de la causa franc¨®fona, ha optado por el pragmatismo y se declara dispuesto a buscar un compromiso. A la N-VA le gustan los socialistas, a quienes ve m¨¢s propensos al pacto que otros partidos franc¨®fonos. Una de las consecuencias de la polarizaci¨®n belga es la reducci¨®n del n¨²mero de protagonistas, reducidos a dos grandes agentes, la N-VA y los socialistas, capaces de llegar a acuerdos. Los dem¨¢s quedan por ahora como meros comparsas a la expectativa de lo que ofrezcan De Wever y Di Rupo.

Antes de recibir a De Wever, el rey habl¨® con Yves Leterme que le present¨® su dimisi¨®n, seguir¨¢ como primer ministro en funciones y el pr¨®ximo 1 de julio asumir¨¢ la presidencia rotatoria de la UE. Ni la Comisi¨®n Europea ni los Gobiernos de la Uni¨®n temen que esta precariedad tenga efectos negativos sobre la marcha comunitaria. Una fuente diplom¨¢tica espa?ola apunta que el programa de la presidencia belga, que forma tr¨ªo con la espa?ola que le precede y la h¨²ngara que le seguir¨¢, ha sido pactado con los socios comunitarios y con los propios partidos belgas