De Wever, un radical revestido de pragmatismo
De mediana estatura, punzantes ojos azules y verbo f¨¢cil en cuatro lenguas (el neerland¨¦s nativo, el franc¨¦s y el alem¨¢n oficiales en B¨¦lgica y el incuestionable ingl¨¦s), Bart de Wever lleg¨® el otro d¨ªa corriendo y agitado a su ¨²nica reuni¨®n con la prensa extranjera en Bruselas. Tras disculparse por el retraso, se precipit¨® a explicar por qu¨¦ los mercados no deber¨ªan reaccionar con p¨¢nico ante su anunciado triunfo ("una victoria nuestra no llevar¨¢ a la divisi¨®n del pa¨ªs") porque ¨¦l es un hombre pragm¨¢tico ("no queremos una revoluci¨®n; queremos una suave evoluci¨®n") antes de exponer sus ideas y programa sin responder a la pregunta crucial: siendo la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) un partido republicano e independentista, ?cu¨¢ndo su visi¨®n ser¨¢ una realidad en B¨¦lgica?
Como cuando en Espa?a un padre febril hace al reci¨¦n nacido socio del equipo de sus amores, el inocente Bart recibi¨® hace 39 a?os el carn¨¦ de Volksunie, el partido separatista por antonomasia de Flandes en el que militaba su progenitor. Fue un acto de predestinaci¨®n. De los rescoldos m¨¢s intransigentes del Volksunie, disuelto en 2001, emergi¨® la N-VA que desde 2004 preside Bart de Wever.
Nacido en una localidad pr¨®-xima a Amberes en una familia modesta de tres hermanos, De Wever estudi¨® historia en la Universidad Cat¨®lica de Lovaina, donde prepar¨® una tesis de doctorado sobre el nacionalismo flamenco a partir de la II Guerra Mundial.
Casado y padre de cuatro hijos, ateo, agudo, cultivado, con sentido del humor y de la iron¨ªa, De Wever es tan popular en Flandes como repudiado en Bruselas y Valonia, donde se le reprochan algunas amistades extremistas en pol¨ªtica y declaraciones como las que hizo para justificar el colaboracionismo de la alcald¨ªa de Amberes con los nazis, a quienes fueron entregados los jud¨ªos de la ciudad. En 2007, el alcalde pidi¨® perd¨®n por los actos de su predecesor: "Amberes fue una v¨ªctima de la ocupaci¨®n nazi", se molest¨® De Wever. "Quienes entonces estaban en el poder tuvieron que tomar decisiones dif¨ªciles en tiempos dif¨ªciles. No me parece de valientes criticarles ahora". Luego se excus¨® ante la comunidad jud¨ªa de la ciudad.
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