El Kurdist¨¢n turco vuelve a un camino sembrado de muertos
La violencia terrorista de la guerrilla independentista del PKK se dispara tras la ruptura del di¨¢logo con el Gobierno de Erdogan
"No hay ninguna salida pac¨ªfica para la cuesti¨®n kurda sin reconocimiento de los derechos del pueblo kurdo", aseguraba hace un mes ante un grupo de periodistas europeos en el Parlamento de Ankara Sebahat Tuncel, diputada del Partido por la Paz y la Democracia (BDP), antes Partido de la Sociedad Democr¨¢tica (DTP, ilegalizado en diciembre de 2009), para dar a entender que el di¨¢logo entre el Gobierno del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y el nacionalismo radical kurdo estaba irremediablemente roto. Tuncel logr¨® un esca?o por Estambul en 2007 que le salv¨® de una larga condena de c¨¢rcel tras haber sido juzgada el a?o anterior. La fiscal¨ªa turca le acus¨® de pertenecer al Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK), organizaci¨®n considerada terrorista tanto por EE UU como por la UE, y de servir de enlace en el interior de Turqu¨ªa con las bases de la guerrilla independentista en el norte de Irak.
La rigidez de su mensaje y la frialdad de su expresi¨®n confirmaban ya entonces, cuando el PKK acababa de romper un alto el fuego unilateral de un a?o de duraci¨®n, y que los duros hab¨ªan vuelto a tomar el control del ala pol¨ªtica del nacionalismo radical. Las elecciones legislativas de 2007 no supusieron solo la victoria aplastante del islamismo moderado y reformista de Erdogan frente al aparato laico y kemalista del Estado. Tambi¨¦n significaron el regreso al Parlamento de diputados kurdos despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada de exclusi¨®n. El Gobierno de Ankara puso en marcha la llamada "iniciativa democr¨¢tica": un programa de descentralizaci¨®n para el sureste de Anatolia y de reconocimiento de la identidad cultural kurda. Aunque al final, la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito turco en el norte de Irak dio al traste un a?o despu¨¦s al proceso de apertura.
Erdogan se limit¨® despu¨¦s a ofrecer un canal de televisi¨®n estatal en lengua kurda, m¨¢s folcl¨®rico que identitario, y a hacer vagas promesas a los diputados nacionalistas para que siguieran apoyando el programa de reforma constitucional del Gobierno. Demasiado poco para los m¨¢s de 15 millones de kurdos de Turqu¨ªa, que observan con envidia que sus "hermanos" del norte de Irak han consolidado el autogobierno en un Estado federal tras el derrocamiento de Sadam Husein. Como de costumbre en Turqu¨ªa -ya son m¨¢s de una docena en los ¨²ltimos 30 a?os- el Tribunal Constitucional declar¨® proscrito al partido nacionalista radical kurdo, y los diputados que no fueron privados de sus actas o encausados fundaron una nueva organizaci¨®n pol¨ªtica.
El mayor pueblo sin Estado del planeta -m¨¢s de 30 millones de kurdos desperdigados entre Turqu¨ªa, Irak, Ir¨¢n y Siria? observa tambi¨¦n con atenci¨®n las reformas democr¨¢ticas emprendidas por el Gobierno de Ankara bajo la atenta mirada de la Uni¨®n Europea, a la que aspira a integrarse. Tras la matanza de 12 soldados a manos por la guerrilla el pasado fin de semana y el ataque terrorista de Estambul, Erdogan, jaleado por la prensa nacionalista turca, ha llegado a prometer que los "terroristas se ahogar¨ªan en su propia sangre". Pero la tentaci¨®n de reinstaurar el estado de excepci¨®n que ensombreci¨® durante dos d¨¦cadas las provincias del sureste de Anatolia solo contribuir¨ªa a arrinconar al Kurdist¨¢n turco en un camino sembrado por m¨¢s de 40.000 muertos desde 1984.
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