McChrystal anuncia su intenci¨®n de retirarse del Ej¨¦rcito de EE UU
El general informa de su decisi¨®n pocos d¨ªas despu¨¦s de ser destituido como jefe de las tropas de la OTAN en Afganist¨¢n por criticar a Obama y su entorno en la revista 'Rolling Stone'
El general estadounidense Stanley McChrystal, recientemente destituido como jefe de las tropas de Estados Unidos y de la OTAN en Afganist¨¢n por cr¨ªticar al presidente Obama y su entorno en un art¨ªculo de la revista Rolling Stone, ha informado al Ej¨¦rcito de su pa¨ªs de que planea retirarse, seg¨²n un portavoz de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
El anuncio de McChrystal llega menos de una semana despu¨¦s de su sustituci¨®n por el general David Petraeus, anunciada por Obama el pasado 23 de junio como "una decisi¨®n dif¨ªcil, triste", pero inevitable y fulminante, solo 24 horas despu¨¦s de la aparici¨®n del pol¨¦mico art¨ªculo, en el que el general arremete contra dirigentes pol¨ªticos y diplom¨¢ticos estadounidenses, ministros franceses y ex militares convertidos en asesores en Washington. Ni siquiera el inquilino de la Casa Blanca se libr¨® de las cr¨ªticas.
El militar se disculp¨® enseguida con todos ellos y despidi¨® a su jefe de prensa. "Expreso mis m¨¢s sinceras disculpas", afirm¨® en un comunicado, "fue un error que refleja un pobre juicio y que nunca se deber¨ªa de haber producido", refiri¨¦ndose a la decisi¨®n de este y otros asesores de colaborar en el perfil de McChrystal que estaba realizando el periodista Michael Hastings para Rolling Stone, puesto que fueron ellos y no el general quienes desvelaron a la revista sus opiniones.
Durante el a?o que estuvo al frente de las tropas de EE UU en Afganist¨¢n, McChrystal se revel¨® como un extraordinario estratega. Supo poner en marcha una ofensiva que evit¨® lo que se ve¨ªa como una derrota inminente y devolvi¨® un cierto optimismo a sus tropas. No obstante, fue reprendido por Obama el pasado octubre, en una conversaci¨®n sostenida a bordo del Air Force One, por su excesiva insistencia en la demanda de refuerzos para Afganist¨¢n. El presidente, finalmente, le dio 30.000 soldados m¨¢s y McChrystal comenz¨® a hacer progresos en la guerra, pero nunca perdi¨® su afici¨®n por el lenguaje franco sobre la marcha de los acontecimientos.
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