El PRI pierde tres Estados de M¨¦xico que gobernaba desde hace 80 a?os
La alianza entre PAN y PRD gobernar¨¢ en Puebla, Sinaloa y Oaxaca
Los ganadores sufrieron ayer en M¨¦xico. El viejo PRI gan¨® nueve o 10 de los 12 gobiernos regionales en juego -a¨²n no hay resultados definitivos-, pero perdi¨® dos o tres de sus bastiones emblem¨¢ticos, Oaxaca, Puebla y tal vez Sinaloa, Estados donde el Partido Revolucionario Institucional ven¨ªa gobernando desde hace 80 a?os. ?Qui¨¦n fue capaz de tal haza?a? Una de las alianzas m¨¢s raras que en pol¨ªtica se hayan visto. Una coalici¨®n formada, entre otros, por la derecha que sostiene al presidente Felipe Calder¨®n y la izquierda que le acus¨® de robarle el poder en las elecciones del 2006. El perro y el gato se unieron para vencer al dinosaurio. Y parece que funciona.
La jornada electoral se desarroll¨® con normalidad. Bien es cierto que, de tres a?os para ac¨¢, la normalidad en M¨¦xico siempre incluye mucha sangre: cuatro hombres colgados en un puente de Chihuahua, seis personas tiroteadas en Tamaulipas, un l¨ªder ind¨ªgena ajusticiado en Chiapas... No hay que olvidar que el pasado mes de junio fue el mes m¨¢s sangriento del a?o m¨¢s sangriento desde que se inici¨® la guerra contra el crimen organizado. El triste colof¨®n del mes y de la campa?a electoral fue el asesinato del candidato del PRI a gobernar el Estado de Tamaulipas. Eso dio pie a pensar que los votantes -m¨¢s de 30 millones distribuidos en 14 Estados- se saltar¨ªan por esta vez su cita con las urnas. Pero no fue as¨ª. La gente sali¨® a la calle. Se trag¨® el miedo y deposit¨® su voto.
Un voto que, a la espera de los resultados definitivos, tiene que interpretarse como un jarro de agua fr¨ªa para las aspiraciones del PRI, cuya intenci¨®n era aprovechar su presumible triunfo para organizar la reconquista del poder presidencial en las elecciones de 2012. Pero ahora, antes de afilar las lanzas, los priistas tendr¨¢n que remendar el desaguisado que la extra?a alianza entre la derecha del PAN y la izquierda del PRD ha logrado organizar en algunos de sus feudos m¨¢s queridos. Porque el PRI mantiene plazas tan importantes como Chihuahua, Tamaulipas -donde gan¨® el hermano del candidato asesinado el pasado lunes- o Veracruz, pero pierde Puebla y Oaxaca, dos Estados que hab¨ªa gobernado con mano de hierro y fuerte contestaci¨®n social. Tambi¨¦n Sinaloa parece caer definitivamente de la mano de la coalici¨®n entre izquierdas y derechas.
El partido del presidente Calder¨®n estaba ayer exultante. Josefina V¨¢zquez Mota, coordinadora del PAN en la C¨¢mara de Diputados, manifest¨® en conversaci¨®n con este peri¨®dico que "los tres triunfos ya confirmados de Oaxaca, Puebla y Sinaloa contribuyen a dibujar un mapa muy diferente en la vida pol¨ªtica del pa¨ªs, pero tambi¨¦n derriban mitos que hab¨ªan venido prevaleciendo. Una de ellas es la del "carro completo". El PRI ven¨ªa hablando de la victoria absoluta de manera insistente, pero queda claro que ya en M¨¦xico la democracia, aunque con dificultades, se va abriendo paso. No hay que olvidar que los gobiernos del PRI en Oaxaca y Puebla eran gobiernos autoritarios, muy distantes a la ciudadan¨ªa. La gente se ha dado cuenta de que poderes que se cre¨ªan f¨¢cticos s¨ª pueden transformarse. El PRI daba por descontado sus triunfos electorales y se sent¨ªa pr¨¢cticamente gobernando en Los Pinos en 2012. Ahora tendr¨¢ que tener en cuenta a los ciudadanos".
Por su parte, la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, anunci¨® que interpondr¨¢ denuncias por "la guerra sucia y el uso de recursos ilegales" del partido del presidente Felipe Calder¨®n. "Muchas de las pr¨¢cticas del partido en el poder", a?adi¨®, "son regresivas y lesivas para el desarrollo pol¨ªtico de M¨¦xico". Con m¨¢s del 50% de los votos escrutados, el PRI hab¨ªa ganado nueve gobiernos regionales y sus adversarios s¨®lo tres. Pero a unos la victoria les supo a derrota y... viceversa.
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