Cientos de miles de libaneses lloran en el entierro del padre espiritual de Hezbol¨¢
Fadlal¨¢ escap¨® en los a?os ochenta a un atentado de la CIA
Cientos de miles de personas, seg¨²n informa Reuters, han participado hoy en el entierro en Beirut del gran ayatol¨¢ Sayed Mohamed Husein Fadlal¨¢. As¨ª lo describe la agencia brit¨¢nica: "Un mar de hombres y mujeres llegados de todo L¨ªbano, vestidos de negro, caminaron por las calles de los suburbios meridionales de Beirut llevando retratos del cl¨¦rigo de la barba blanca y el turbante negro, y tambi¨¦n banderas negras y estandartes con frases de duelo. Muchos iban llorando".
En los a?os ochenta del pasado siglo Fadlal¨¢ fue objetivo prioritario de los servicios de espionaje estadounidenses e israel¨ªes. Le quer¨ªan muerto, bien muerto. As¨ª que la entrevista que le hice para EL PA?S [ver en PDF] en el verano de 1987 fue una de las m¨¢s peliculeras de mi vida. Dos a?o antes, la CIA de William Casey hab¨ªa organizado un atentado destinado a asesinar al que todo el mundo consideraba como l¨ªder espiritual del naciente movimiento chi¨ª Hezbol¨¢ y representante personal de Jomeini en L¨ªbano. El coche bomba hab¨ªa estallado en una encrucijada de los laber¨ªnticos suburbios meridionales de Beirut, y, aunque Fadlal¨¢ hab¨ªa sobrevivido, 80 civiles que pasaban por all¨ª hab¨ªan quedado hechos papilla.
Fadlal¨¢ falleci¨® el pasado domingo en Beirut a causa de una prolongada enfermedad diab¨¦tica. Ten¨ªa 75 a?os. No solo no hab¨ªan logrado matarle los sicarios de la CIA y el Mossad, sino que con el tiempo su figura se hab¨ªa convertido en ampliamente venerada en L¨ªbano. El primer ministro Saad Hariri, un sun¨ª pro occidental, declar¨® el mismo domingo: "El pa¨ªs ha perdido a una importante autoridad nacional y espiritual. Contribuy¨® a la consolidaci¨®n de los valores del bien y la justicia as¨ª como a la resistencia contra la injusticia".
Mi entrevista de 1987 con Fadlal¨¢ se desarroll¨® en una casa de los suburbios meridionales y, cuando los milicianos de Hezbol¨¢ me devolvieron al centro de Beirut, mis amigos corresponsales me preguntaron si hab¨ªa podido escuchar los gritos de los rehenes occidentales que supuestamente estaban all¨ª secuestrados. M¨¢s tarde, algunos agentes de servicios secretos intentaron sonsacarme informaci¨®n sobre el c¨®mo y, sobre todo, d¨®nde se hab¨ªa desarrollado el encuentro.
Por aquel entonces se atribu¨ªan a Yihad Isl¨¢mica, una rama particularmente sa?uda y clandestina de Hezbol¨¢, los secuestros de occidentales en L¨ªbano, al igual que los atentados suicidas que en 1983 hab¨ªan hecho huir de Beirut a los soldados norteamericanos y franceses.
Fadlal¨¢, por supuesto, me neg¨® tener la menor relaci¨®n con esas cosas. Hab¨ªa nacido en 1935 en el santuario iraqu¨ª de Nayaf, hijo de un liban¨¦s que all¨ª estudiaba teolog¨ªa. Ya mayor, se hab¨ªa instalado en L¨ªbano, destacando por una interpretaci¨®n justiciera del islam muy en l¨ªnea con la de Jomeini. Los refugiados palestinos y los desheredados chi¨ªs eran su gran preocupaci¨®n.
El ayatol¨¢ liban¨¦s fue uno de los grandes cerebros del islamismo moderno, el que combina la pureza cor¨¢nica con las ¨²ltimas tecnolog¨ªas. Me cit¨® a Mahoma diciendo que los musulmanes ten¨ªan que buscar el saber "aunque fuera en China". Y fue pionero de esa combinaci¨®n de activismo pol¨ªtico, actividad guerrillera y hasta terrorista y obras sociales -ambulatorios, hospitales, escuelas, orfanatos, pensiones- que es la base del ¨¦xito de Hezbol¨¢ y Ham¨¢s.
Con los a?os Fadlal¨¢ se fue distanciando de Hezbol¨¢ y de la teocracia en el poder en Teher¨¢n, a la par que liberalizaba sus posiciones en cuestiones de la vida cotidiana. Varias de sus fatuas fueron favorables a la ampliaci¨®n de derechos de las musulmanas. Otras se?alaron que el islam no tiene nada contra los cristianos y jud¨ªos, hermanos en el credo monote¨ªsta. Y conden¨® el 11-S, haciendo una distinci¨®n entre la resistencia a los soldados ocupantes y la acci¨®n terrorista contra civiles.
Cuando le entrevist¨¦ expres¨® su admiraci¨®n por la ciencia y la tecnolog¨ªa de Estados Unidos, criticando, eso s¨ª, que la pol¨ªtica de ese pa¨ªs en Oriente Pr¨®ximo fuera "vasalla de los intereses israel¨ªes". Y en su ¨²ltimo serm¨®n, el pasado 1 de julio, denunci¨® la "judeizaci¨®n" de Jerusal¨¦n oriental, la tradicional zona ¨¢rabe de la Ciudad Santa. Con ¨¦l desaparece el ¨²ltimo de los grandes te¨®logos chi¨ªs de la era de Jomeini.
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