Actuar hoy sobre el futuro
Am¨¦rica Latina y el Caribe no puede esperar m¨¢s. Es la hora de actuar para reducir la enorme desigualdad en que ha estado sumida nuestra regi¨®n durante siglos. La desigualdad impacta negativamente a las personas, a la econom¨ªa, a la pol¨ªtica, a la sociedad en su conjunto. La alta y persistente desigualdad, marca hist¨®rica de nuestra regi¨®n, afecta seriamente a la calidad de vida, a la libertad: en definitiva, al desarrollo humano.
En el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) tenemos claro el efecto nocivo de esta situaci¨®n de desigualdad y por ello hemos querido ahondar en el conocimiento de sus causas, de los factores que provocan que perviva para, de esta forma, poder proponer soluciones concretas, realistas y eficaces a este problema end¨¦mico que afecta a la regi¨®n en su conjunto.
"Diez de los 15 pa¨ªses m¨¢s desiguales son de Latinoam¨¦rica"
El primer Informe Regional sobre Desarrollo Humano para Am¨¦rica Latina y el Caribe elaborado por el PNUD, que hoy damos a conocer, plantea como mensaje central que la reducci¨®n de la desigualdad debe ser la prioridad pol¨ªtica en la regi¨®n. Para lograr dicha reducci¨®n de manera sostenible, es necesario incidir sobre los mecanismos que la hacen persistente en el tiempo y que vinculan estas desigualdades socioecon¨®micas entre generaciones.
Como han mostrado estudios recientes publicados por el PNUD, en varios pa¨ªses de la regi¨®n, incluyendo Brasil, Chile, M¨¦xico, Per¨² y Argentina, hubo una reducci¨®n en la desigualdad durante los primeros a?os de este siglo. Dicha disminuci¨®n se explica b¨¢sicamente por una mejor incidencia del gasto social -derivado de un consenso pol¨ªtico respecto a la importancia del combate a la pobreza?y por una din¨¢mica de ampliaci¨®n de la cobertura educativa a nivel b¨¢sico y medio, que ha propiciado un cambio en la composici¨®n de la fuerza laboral en un contexto de globalizaci¨®n.
Sin embargo, los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe siguen siendo los campeones de la desigualdad en el mundo. ?Por qu¨¦? La explicaci¨®n se encuentra en lo que en el PNUD hemos llamado "nuevos m¨¢rgenes de desigualdad". Hoy, si bien la cobertura de servicios p¨²blicos se ha ampliado en la mayor¨ªa de los pa¨ªses, la desigualdad se refleja, por ejemplo, en brechas de calidad. El incremento de programas p¨²blicos de transferencias monetarias condicionadas ha tenido efecto sobe la asistencia escolar y sobre algunos indicadores de nutrici¨®n y salud, especialmente en los ni?os y ni?as, pero no est¨¢n vinculados, seg¨²n muestran evaluaciones espec¨ªficas, a una mayor calidad de inserci¨®n laboral.
El informe resalta que existen mecanismos en los hogares que refuerzan la reproducci¨®n de la desigualdad. Hablamos de factores objetivos, como el acceso a bienes y servicios y a mercados, y aspectos subjetivos como la formaci¨®n de aspiraciones y la autonom¨ªa, que juegan tambi¨¦n un papel importante en la transmisi¨®n intergeneracional de la desigualdad. Cuando la distancia entre las aspiraciones de las personas y los recursos necesarios para poder alcanzarlas es demasiado grande, la brecha no puede ser cubierta. Esta situaci¨®n es propia de sociedades estratificadas, como las de Am¨¦rica Latina y el Caribe, donde es muy grande la distancia que existe entre las aspiraciones posibles de las personas que integran los grupos m¨¢s favorecidos y aquellas de los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Pero las explicaciones para la persistencia de la desigualdad en la regi¨®n no se encuentran solamente a nivel del hogar. El proceso pol¨ªtico tambi¨¦n responde de manera diferenciada a las necesidades de los distintos grupos sociales. Reducir la desigualdad de manera sostenible supone actuar sobre la baja calidad de la representaci¨®n pol¨ªtica, la debilidad institucional, el acceso diferenciado a la influencia sobre pol¨ªticas concretas, y sobre fallas institucionales que derivan en corrupci¨®n y captura del Estado por minor¨ªas.
La conjunci¨®n de todos estos factores explica por qu¨¦ 10 de los 15 pa¨ªses m¨¢s desiguales del mundo se encuentran en Am¨¦rica Latina y el Caribe. Como muestra el informe regional sobre desarrollo humano, el coeficiente de Gini del ingreso de la regi¨®n, el indicador m¨¢s usado para medir la desigualdad, es un 65% m¨¢s elevado que el de los pa¨ªses de ingreso alto, un 36% m¨¢s alto que el de los pa¨ªses del este asi¨¢tico y un 18% m¨¢s alto que el promedio del ?frica subsahariana.
Esta situaci¨®n regional esconde, no obstante, significativas diferencias. Pa¨ªses como Bolivia, Hait¨ª, y Brasil son m¨¢s desiguales y reportan un ¨ªndice de Gini superior a 0.55. En el otro extremo, pa¨ªses como Costa Rica, Argentina o Uruguay muestran mayor equidad con ¨ªndices inferiores a 0.49.
No cabe duda que el combate a la pobreza debe continuar entre las prioridades, pero deben fortalecerse los instrumentos que reduzcan la desigualdad y fortalezcan a la clase media. Es necesario incidir sobre las condiciones objetivas de los hogares y las restricciones que enfrentan, sobre aspectos subjetivos que determinan autonom¨ªa y aspiraciones de movilidad y, finalmente, sobre la calidad y eficacia de la representaci¨®n pol¨ªtica y la capacidad redistributiva del Estado.
Esta nueva pol¨ªtica integral y espec¨ªfica que propone el informe regional sobre desarrollo humano de PNUD se asienta en tres pilares. Las estrategias de redistribuci¨®n deben llegar a aquellos para quienes fueron dise?adas; deben considerar no solamente una restricci¨®n a la vez, sino tomar en cuenta que las restricciones que enfrentan los hogares son m¨²ltiples y en ocasiones se refuerzan unas con otras. Adem¨¢s, los objetivos de la pol¨ªtica p¨²blica deben incorporarse en el imaginario de los beneficiarios, quienes deben ser sujetos activos de su propio desarrollo.
La desigualdad importa en s¨ª misma. Importa para las personas, porque la igualdad es la base para que tengan posibilidades efectivas de elegir libremente entre distintas opciones de vida. Importa para la econom¨ªa, porque la desigualdad afecta la calidad del crecimiento y hace m¨¢s dif¨ªcil la lucha contra la pobreza. Importa para la sociedad, porque una situaci¨®n de igualdad genera cohesi¨®n social y mayores espacios para la gobernabilidad.
Este primer informe de PNUD sobre la desigualdad en Am¨¦rica Latina y el Caribe que hoy se presenta, constituye nuestro modesta aporte a los debates nacionales y regionales sobre la necesidad de un enfoque m¨¢s integral de pol¨ªtica p¨²blica y de un fortalecimiento de los instrumentos redistributivos y regulatorios del Estado. Es un llamado a romper ese c¨ªrculo vicioso hist¨®rico de alta desigualdad, con medidas concretas y efectivas. Es, en definitiva, una convocatoria a actuar, hoy, sobre el futuro.
Heraldo Mu?oz es director regional del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo de Am¨¦rica Latina y el Caribe
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La regi¨®n m¨¢s desigual del mundo
Diez de los quince pa¨ªses m¨¢s desiguales del mundo se encuentran en Am¨¦rica Latina y el Caribe. El coeficiente de Gini del ingreso de la regi¨®n, el indicador m¨¢s usado para medir la desigualdad, es un 65% m¨¢s elevado que el de los pa¨ªses de ingreso alto, un 36% m¨¢s alto que el de los pa¨ªses del este asi¨¢tico y un 18% m¨¢s alto que el promedio del ?frica subsahariana. Por pa¨ªses, Bolivia, Hait¨ª, y Brasil son m¨¢s desiguales y reportan un ¨ªndice de Gini superior a 0.55 mientras que Costa Rica, Argentina o Uruguay muestran mayor equidad con ¨ªndices inferiores a 0.49.
Las mujeres y la poblaci¨®n ind¨ªgena y afrodescendiente son los grupos m¨¢s afectados por la desigualdad. Las mujeres de la regi¨®n reciben un menor salario que los hombres por igual trabajo, tienen mayor presencia en la econom¨ªa informal y acarrean con una doble carga laboral. Por su parte, el doble de la poblaci¨®n ind¨ªgena y afrodescendiente vive con 1$ por d¨ªa, en promedio, respecto a la poblaci¨®n eurodescendiente.
El informe elaborado por PNUD presenta tambi¨¦n una novedosa medici¨®n que muestra c¨®mo la desigualdad impacta al desarrollo humano. Seg¨²n esta estimaci¨®n, el ?ndice de Desarrollo Humano (IDH) de los pa¨ªses de la regi¨®n disminuir¨ªa, en promedio, entre 6% y 19% si se corrigiera atendiendo a la desigualdad.
Es posible romper el c¨ªrculo vicioso
S¨ª es posible romper el c¨ªrculo vicioso de la desigualdad en Am¨¦rica Latina y el Caribe, pero para logarlo es preciso ir m¨¢s all¨¢ de las intervenciones para reducir la pobreza y formular e implementar pol¨ªticas p¨²blicas enfocadas a reducir la desigualdad. La desigualdad debe combatirse por s¨ª misma, como objetivo de pol¨ªtica expl¨ªcito, reforzando los instrumentos de las acciones p¨²blicas que podr¨ªan reducirla y como complemento a una pol¨ªtica de protecci¨®n social y de provisi¨®n de servicios de calidad con componentes universales.
El informe propone una nueva pol¨ªtica integral y espec¨ªfica que se asienta en tres pilares. Las estrategias de redistribuci¨®n deben llegar a aquellos para quienes fueron dise?adas (alcance), deben considerar no solamente una restricci¨®n a la vez, sino tomar en cuenta que las restricciones que enfrentan los hogares son m¨²ltiples y en ocasiones se refuerzan unas con otras (amplitud). Adem¨¢s, los objetivos de la pol¨ªtica p¨²blica deben incorporarse en el imaginario de los beneficiarios, quienes deben ser sujetos activos de su propio desarrollo (apropiaci¨®n).
Dise?o de pol¨ªticas para combatir la injusticia
El Informe de PNUD muestra que existen mecanismos en los hogares como en el sistema pol¨ªtico que refuerzan la reproducci¨®n de la desigualdad. Entender de manera m¨¢s clara estos mecanismos permitir¨¢ dise?ar pol¨ªticas que superen el combate a la pobreza y reduzcan con mayor efectividad la desigualdad en la regi¨®n.
El estudio muestra que existen factores objetivos, como el acceso a bienes y servicios y a mercados, y aspectos subjetivos como la formaci¨®n de aspiraciones y la autonom¨ªa, que juegan un papel importante en la reproducci¨®n de la desigualdad. Tambi¨¦n el nivel de ingresos o educativo, entre otros factores, est¨¢ detr¨¢s de la reproducci¨®n de situaciones de desigualdad en desarrollo humano.
En el plano pol¨ªtico, Actuar sobre el futuro: Romper la transmisi¨®n intergeneracional de la desigualdad muestra c¨®mo una serie de factores sist¨¦micos, como la baja calidad de la representaci¨®n pol¨ªtica, la debilidad institucional, la escasa participaci¨®n ciudadana, o la corrupci¨®n y la captura del Estado, propician que la din¨¢mica pol¨ªtica refuerce, en vez de compensar, la reproducci¨®n de la desigualdad.
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