Italia expulsa a una inmigrante condenada a muerte en su pa¨ªs

Faith Aiworo tiene 23 a?os. Hace cinco abandon¨® su pa¨ªs natal, Nigeria, y lleg¨® a Italia. Intentaba huir de una condena a muerte por asesinato: hab¨ªa matado al hombre, su jefe, que quiso violarla. Encarcelada y liberada gracias al pago de una fianza, pens¨® ponerse a salvo escapando a miles de kil¨®metros de distancia. Sin embargo, hace unos d¨ªas, la joven fue repatriada porque no pose¨ªa un permiso de residencia en regla.

Faith sufri¨® otro intento de violaci¨®n en Bolonia, ciudad del norte de Italia, donde viv¨ªa. Los vecinos alarmados por los gritos, llamaron a la polic¨ªa. En el cuartel, la joven denunci¨® a su agresor pero result¨® no poseer un permiso de residencia. De inmediato fue trasladada al centro de internamiento de extranjeros de la misma ciudad -como fue denunciado por la emisora local, radio Citt¨¤ del Capo-, y el 20 de julio embarcada en un avi¨®n con destino a Lagos, Nigeria.

"No s¨¦ nada de ella desde que me llam¨® del aeropuerto de Roma", dice preocupado su abogado Alessandro Vitale, que ha empezado una lucha contrarreloj para salvar a la joven de una muerte segura: "No s¨¦ d¨®nde est¨¢ ahora, no consigo ponerme en contacto con ella. Lo ¨²nico cierto es que en ?frica la esperan para ahorcarla". Cuando fue internada en el centro, Aiworo present¨® una petici¨®n para ser acogida como refugiada, pero el engranaje de la expulsi¨®n march¨® demasiado r¨¢pido: "No pudimos bloquearlo -sigue Vitale- y Faith desapareci¨®. Italia est¨¢ cometiendo un grave crimen internacional".

Shucry Said, coordinadora de la p¨¢gina sobre los derechos de los inmigrantes migrare.eu y opinionista de EL PA?S, est¨¢ indignada: "Este episodio entra en neta colisi¨®n con la constituci¨®n italiana y con las convenciones internacionales". En su web, Said recuerda c¨®mo "el art¨ªculo 19 de la Carta de los derechos fundamentales de la Uni¨®n Europea establece que 'nadie puede ser alejado, expulsado o extraviado hacia un Estado donde corra el serio riesgo de sufrir una condena a muerte, torturas u otras penas inhumanas". La misma constituci¨®n italiana, en su segundo art¨ªculo, obliga al pa¨ªs a respetar los derechos inviolables del individuo, entre los cuales est¨¢ el de la vida. "Por eso ahora intentamos sensibilizar a la opini¨®n p¨²blica, para que la pol¨ªtica se haga cargo del destino de esta joven". De momento, no hubo respuesta.