Potos¨ª, la Cenicienta de Bolivia, quiere ser departamento federal
Las protestas se agravan en la regi¨®n minera tras 13 d¨ªas de huelga general
Potos¨ª, el departamento m¨¢s pobre y resignado de Bolivia, se ha rebelado y pedido para s¨ª el r¨¦gimen federal al Gobierno del presidente Evo Morales, a quien ha conminado a visitar esa ciudad para atender sus demandas y poner fin a un conflicto que paraliza desde hace 13 d¨ªas la regi¨®n y amenaza con agravarse.
"Potos¨ª federal", ha sido el grito acompasado y reiterativo de una muchedumbre enojada que ha tomado las calles para reafirmar sus medidas de presi¨®n frente a la negativa gubernamental de comenzar un di¨¢logo en esa ciudad, de m¨¢s de 160.000 habitantes, 554 kil¨®metros al sureste de La Paz y a 4.067 metros sobre el nivel del mar.
La huelga general, declarada el 27 de junio, est¨¢ acompa?ada del cierre de todas las v¨ªas de acceso a la ciudad y la suspensi¨®n de actividades con el militante apoyo de sus ciudadanos. Unos 500 dirigentes c¨ªvicos est¨¢n en huelga de hambre en oficinas p¨²blicas y plazas. A este ayuno se sum¨® el pasado viernes el gobernador de Potos¨ª, F¨¦lix Gonz¨¢lez, que lleg¨® al cargo con el apoyo del partido de Morales, informa Efe.
Todas estas medidas de presi¨®n est¨¢n destinadas a que el Ejecutivo solucione favorablemente las seis demandas potosinas, entre ellas, el cumplimiento de dos promesas electorales: la ampliaci¨®n y mejora del aeropuerto y la instalaci¨®n de una f¨¢brica de cemento, cuya materia prima se encuentra en un cerro de piedra caliza que se disputan los pueblos de Coroma (Potos¨ª) y Quillacas (Oruro).
"Nada tenemos que festejar. A nuestra manera y a nuestro estilo estamos rindiendo homenaje a la patria, sin desfiles ni actos c¨ªvicos sino con una hist¨®rica marcha de protesta del pueblo potosino", asegur¨® a medios locales el presidente del Comit¨¦ C¨ªvico de Potos¨ª, Celestino Condori, que encabez¨® las protestas el pasado 6 de agosto, fiesta nacional de Bolivia.
Los ciudadanos abarrotan las estrechas calles del centro hist¨®rico para reclamar sus demandas. Ante las c¨¢maras de televisi¨®n han desfilado los rostros cenizos de los mineros y los ind¨ªgenas con la tez quemada por el sol altipl¨¢nico. En sus caras se advierte la determinaci¨®n de seguir luchando para poner fin a sus penurias con esta rebeli¨®n contra el Gobierno de Morales. Evo Morales arras¨® con casi el 80% de los votos en las ¨²ltimas elecciones del 6 de diciembre de 2009.
La prolongada huelga y el cierre de todas las v¨ªas de acceso afectan a las familias, que han empezado a hacer cola para conseguir alimentos. El gobernador Gonz¨¢lez ha reconocido la falta de alimentos, incluso de productos l¨¢cteos para los ni?os, y la carencia de medicamentos. Se manifiesta convencido de que las huelgas, siendo entendibles, est¨¢n "perjudicando enormemente las labores escolares y la actividad productiva, que est¨¢ casi paralizada".
Al menos 150 turistas de varias nacionalidades siguen bloqueados en la zona, a la espera de una resoluci¨®n del conflicto. Hasta el momento, solo un grupo de 30 turistas, la mayor¨ªa franceses, han podido abandonar la regi¨®n, seg¨²n Efe.
Los intentos de di¨¢logo han fracasado hasta ahora. Las autoridades gubernamentales no quieren ir a Potos¨ª. El ministro de Autonom¨ªas, Carlos Romero, que ha esperado en vano en Cochabamba y en Sucre a los l¨ªderes regionales, justifica la reticencia a viajar. "Si a uno le convocan y le esperan con un garrote, es que no hay condiciones para el di¨¢logo", afirma de los momentos de violencia que se registraron en uno de los ¨²ltimos cabildos, cuando exaltados atacaron los domicilios de algunas autoridades locales y golpearon al presidente del Comit¨¦ C¨ªvico de Potos¨ª.
Los potosinos est¨¢n cansados de la austeridad y quieren ser part¨ªcipes activos del "vivir bien" que promete Morales. El Cerro Rico, Sumac Orcko en quechua, perforado de arriba a abajo, amenaza con hundirse tras siglos de inmisericorde extracci¨®n del mineral de plata; el agotamiento de las minas de esta?o en Catavi y Siglo XX, el fracaso de la planta metal¨²rgica de Karachipampa y el sue?o del litio del salar de Uyuni, que se hace esperar, ha dejado en los habitantes una sensaci¨®n de frustraci¨®n. Lo han dado todo y siguen pobres de solemnidad.
El Potos¨ª en la indigencia
Los ¨ªndices de deterioro social en Potos¨ª son los m¨¢s altos de Bolivia. Las mayores bolsas de pobreza extrema se encuentran en este departamento, situado entre los ramales de oriente y occidente de la Cordillera de los Andes, con altiplanicies y valles hacia el sur.
Gran parte de sus peque?os pueblos se convirtieron en zonas expulsoras de migrantes. Familias enteras ocupan las aceras de las ciudades para extender la mano o vender cinco caramelos o flores de manzanilla de mayo a agosto, mientras descansan las tierras de labranza. La migraci¨®n incide en la baja densidad de poblaci¨®n por kil¨®metro cuadrado, que encarece y hace m¨¢s dif¨ªcil el acceso a servicios b¨¢sicos de agua potable, alcantarillado y energ¨ªa.
La pobreza extrema afecta a seis de cada diez potosinos. Cuatro de cada diez ni?os menores de tres a?os padecen desnutrici¨®n cr¨®nica y muchos m¨¢s se van a la cama con el est¨®mago vac¨ªo.
De acuerdo con cifras de Naciones Unidas, en 2008 la tasa de mortalidad infantil en Potos¨ª era de 101 ni?os por cada 1.000 nacimientos, mientras que la de mortalidad materna era de 354 por cada 100.000. Y no han experimentado cambios.
Potos¨ª, que en la ¨¦poca colonial fue una de las ciudades m¨¢s pobladas del continente, ha reclamado siempre la atenci¨®n de los Gobiernos, sin resultado. Ahora ha optado por la rebeli¨®n, pero est¨¢ abierta al di¨¢logo, dicen sus l¨ªderes. M¨¢s les vale: los linchamientos de polic¨ªas en Unc¨ªa pueden ser un aviso de que los territorios desiertos y la pobreza inmensa de sus pocos pobladores pueden atraer a peligrosos nuevos amos, el narcotr¨¢fico y el contrabando, principalmente de veh¨ªculos robados.
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