"M¨¦xico tiene que emprender ya la guerra al analfabetismo"
El rector Jos¨¦ Narro Robles habla con pasi¨®n. Una pasi¨®n contagiosa. De la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), que hoy cumple 100 a?os, y de M¨¦xico, que hace solo unos d¨ªas celebr¨® el bicentenario de su independencia. Narro, que naci¨® en Saltillo (Coahuila) en 1948, se apasiona al hablar de la historia de la UNAM, por la que deambulan personajes como Diego Rivera, Octavio Paz o Rosario Castellanos, pero tambi¨¦n al proponer a los pol¨ªticos de su pa¨ªs nuevas guerras. Guerras incruentas, guerras pendientes, guerras que s¨ª se puedan ganar: "No es justo que 200 a?os despu¨¦s de la independencia, M¨¦xico tenga casi seis millones de personas que no saben leer, que no saben escribir... Es una verg¨¹enza nacional. Y por eso tenemos que emprender ya la guerra contra el analfabetismo. Es una guerra que est¨¢ condenada a ser ganada".
No oculta el rector Narro su orgullo por lo que la UNAM ha representado en la historia de M¨¦xico: "Seguramente habr¨¢ universidades en el mundo que superen a esta en trabajo acad¨¦mico, que tengan un equipamiento superior al nuestro o con tradiciones mayores, pero no es f¨¢cil encontrar una universidad que haya jugado un papel tan especial para un pa¨ªs como el que ha jugado la UNAM en la historia de M¨¦xico". Un gran pa¨ªs que vive con congoja los momentos actuales de crisis econ¨®mica, desigualdad, inseguridad ciudadana y extrema violencia de los carteles de la droga, pero que al mirar hacia su cultura (y de especial forma hacia la UNAM) sigue encontrando motivos ciertos de orgullo. "Es verdad que existen muchas amenazas y la desesperanza y la apat¨ªa pueden cundir. Por eso creo que la UNAM, que es una instituci¨®n muy viva, tiene que ser un foco de resistencia frente al des¨¢nimo, frente a la desesperanza. Un foco de lucha cotidiana".
Y qu¨¦ mejor estrategia para mantener la moral alta que emprender una vieja guerra pendiente, una guerra de alto contenido moral que, como dice el rector, est¨¢ condenada a ser ganada. "No voy a cansarme", promete Narro, "de seguir llamando a emprender la guerra contra el analfabetismo. Se requiere el concurso de las autoridades federales, estatales, municipales, de los empresarios, de las universidades, de los j¨®venes... Solo se necesita mucha organizaci¨®n y unos cuantos miles de millones de pesos. Nosotros ya hicimos estudios y erradicar el analfabetismo en M¨¦xico solo requiere de una inversi¨®n de no m¨¢s de 700 millones de d¨®lares durante tres a?os. Eso es peccata minuta para un pa¨ªs como M¨¦xico, para una econom¨ªa como la que tenemos. Por eso digo, con datos en la mano, que es una guerra con la victoria asegurada, en el corto plazo y con unas repercusiones an¨ªmicas fabulosas".
Tampoco de esto habla Narro de o¨ªdas. La UNAM ya tiene en marcha un programa contra el analfabetismo en la monta?a de Guerrero. Se implican en ¨¦l sus estudiantes de licenciatura, que por ley tienen que hacer un servicio social m¨ªnimo de seis meses. El rector ha visto regresar a los muchachos orgullosos de su trabajo, emocionados tras ver la satisfacci¨®n de una mujer con su hijo en brazos escribiendo por primera vez su nombre en un pizarr¨®n. "Hay en Am¨¦rica Latina muchos pa¨ªses que tienen bandera blanca en su lucha contra el analfabetismo: Argentina, Chile, Uruguay, Costa Rica..., pero tambi¨¦n Nicaragua, Venezuela y, por supuesto, Cuba. El ¨ªndice m¨¢s bajo de analfabetismo en Am¨¦rica Latina es Cuba...".
Hay otra cuesti¨®n (otra guerra) que tiene al rector Jos¨¦ Narro entusiasmado. La de una suerte de Erasmus latinoamericano. La idea se fue fraguando a finales de mayo pasado en Guadalajara (Jalisco), con motivo del II Encuentro Internacional de Rectores que organiz¨® el Banco Santander. "He hablado con el presidente Felipe Calder¨®n, con el secretario de Educaci¨®n P¨²blica, con la de Relaciones Exteriores. He hablado con rectores mexicanos y espa?oles, con el ministro ?ngel Gabilondo... Me parece que ah¨ª est¨¢ el camino, que se puede hacer, que es factible". Otra vez la pasi¨®n de Jos¨¦ Narro. La pasi¨®n contagiosa. Una pasi¨®n que vuelve a emplear a la hora de referirse a la vieja, y no siempre f¨¢cil, relaci¨®n entre M¨¦xico y Espa?a: "Yo celebro aut¨¦nticamente que M¨¦xico y Espa?a hayan empezado a verse cada vez m¨¢s. Celebro que en lugar de reproches mutuos, hist¨®ricos, que no tendr¨ªamos por qu¨¦ hacernos, haya di¨¢logo. La historia es la historia y ah¨ª est¨¢ y no se puede ni se debe olvidar, pero, ?caramba!, M¨¦xico y Espa?a se parecen tanto, tienen tanto en com¨²n, se necesitan tanto, se pueden dar tanto...".
La UNAM y sus 100 a?os, una historia apasionante que no ha hecho m¨¢s que empezar.
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