Washington admite que la violencia en M¨¦xico supone una amenaza para EE UU
El FBI y la Secretar¨ªa de Seguridad Nacional creen que el peligro ha aumentado
Primero, emiti¨® la orden de retirada. Ahora, Estados Unidos parece estar encendiendo las luces de alerta por la violencia cotidiana en su frontera sur. Durante una comparecencia en el Senado estadounidense, y en respuesta a la metralla discursiva de John McCain, que se encuentra en campa?a electoral para mantener su esca?o por Arizona, dos altos funcionarios de la administraci¨®n Obama reconocieron el mi¨¦rcoles que el ba?o de sangre que se vive en regiones fronterizas de M¨¦xico ha aumentado y se est¨¢ convirtiendo en una amenaza a la seguridad de los estadounidenses.
McCain ten¨ªa en el banquillo a Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Nacional, y a Robert Mueller, director del FBI. "?Est¨¢n de acuerdo en que ha habido un incremento dram¨¢tico en la violencia en M¨¦xico?", afirm¨® el veterano senador. S¨ª, contestaron tanto Mueller como Napolitano. "?Y dir¨ªan que eso incrementa la amenaza, amenaza de seguridad nacional, en el otro lado de nuestra frontera?", prosigui¨® McCain. S¨ª, fue otra vez la respuesta. Napolitano incluso dijo: "pienso que es correcto, particularmente en algunas parte del norte de M¨¦xico, como Chihuahua, Tamaulipas".
Las palabras de la m¨¢xima encargada de la seguridad nacional y del titular del FBI no desentonan con acciones recientes de diversas instancias del Gobierno de EE UU. El 10 de septiembre, M¨¦xico fue se?alado de nuevo por Washington como uno de los pa¨ªses a los que hay que asociar la palabra peligro. "Es imperativo que los ciudadanos de Estados Unidos entiendan los riesgos que involucra el viajar a M¨¦xico", alert¨® entonces el Departamento de Estado. En la lista de pa¨ªses que comparten la misma advertencia est¨¢n, entre otros, Irak, Pakist¨¢n, Afganist¨¢n, Georgia y Hait¨ª, la otra naci¨®n americana con "alerta de viaje" emitida por el despacho de Hillary Clinton.
La propia Clinton se ha sumado a las advertencias sobre el preocupante rumbo de la violencia mexicana. El 8 de septiembre, en una conferencia, dijo que se enfrentan a "una red bien organizada, la amenaza del narcotr¨¢fico, que en algunos casos se transforma en, o asocia con lo que consideramos como insurgencia en M¨¦xico y Centroam¨¦rica". La jefa de la diplomacia estadounidense dijo, adem¨¢s, que lo que pasa en suelo mexicano se parece a la Colombia de los ochenta, lo que result¨® tan pol¨¦mico que el mismo Barack Obama sali¨® a desmentir a Clinton, diciendo un d¨ªa despu¨¦s que la democracia mexicana es amplia y progresiva. Pero solo se matiz¨® el comentario que apuntaba a la insurgencia metida en el narco, nada sobre la "creciente violencia".
Al acceder a la p¨¢gina de Internet del FBI, lo primero que se ve es la m¨¢s reciente entrega de una serie de informes de la agencia, titulada En la frontera sudoeste. El m¨¢s reciente, del 21 de septiembre, es ilustrado con una fotograf¨ªa del tatuado torso de un supuesto integrante de la banda Barrio Azteca. El informe habla de "la amenaza de las pandillas", y se?ala de arranque que los "carteles mexicanos de la droga manejan operaciones de tr¨¢fico por miles de millones de d¨®lares que acarrean crimen y violencia en ambos lados de la frontera".
Pero, como sucedi¨® con el caso de Arizona, donde para aprobar leyes que criminalizan el perfil racial de las personas se ha argumentado que los migrantes son la causa de supuestos incrementos en la criminalidad en ese Estado, no hay datos concretos en los que apoyar la hip¨®tesis de la amenaza. La revista The Nation, en un reportaje de junio del a?o pasado titulado El mito de la violencia fronteriza, sosten¨ªa que "los n¨²meros muestran una historia distinta. De acuerdo con estad¨ªsticas, en las ¨¢reas metropolitanas a lo largo de la frontera, los cr¨ªmenes violentos, incluidos robos, hab¨ªan, o bien bajado, o permanecido relativamente estables".
Si bien el Gobierno mexicano no hizo manifestaci¨®n alguna sobre lo que se dijo el mi¨¦rcoles en el Senado, un funcionario del gabinete de seguridad del presidente Felipe Calder¨®n dijo que "Estados Unidos tiene un rol importante en la soluci¨®n" de lo que aqu¨ª se denomina "fen¨®meno delictivo trasnacional". Especialmente "en lo que se refiere al combate al tr¨¢fico de armas y dinero, reducci¨®n de la demanda de drogas, as¨ª como la persecuci¨®n de organizaciones criminales que operan en su territorio. Sin lugar a dudas, esfuerzos importantes se han dado, pero debe reconocerse que existen retos pendientes".
De cualquier manera, los estadounidenses ya han decidido que ning¨²n funcionario consular asignado en Monterrey, la capital industrial de M¨¦xico, puede tener ah¨ª a sus hijos. Tendencia que se reproduce en otros sectores. Por ejemplo, la texana Universidad Baylor inform¨® tambi¨¦n el mi¨¦rcoles que quedan suspendidos la mayor¨ªa de sus intercambios que incluyan viajar a M¨¦xico, a excepci¨®n de Guadalajara, en Jalisco, Estado que no se ha salvado de las advertencias del Departamento de Estado, pues como dijo en palabras llanas Janet Napolitano, "los cr¨ªmenes violentos en M¨¦xico han empeorado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.