"Los latinos en EE UU se sienten decepcionados"
El auge del voto latino que llev¨® a la presidencia de Estados Unidos a Barack Obama puede tocar a su fin en las legislativas de noviembre. Tras el fracaso de la reforma migratoria "es muy probable que muchos latinos no vayan a votar porque el entusiasmo de hace dos a?os se ha convertido en desilusi¨®n", coment¨® el martes Mar¨ªa Blanco (M¨¦xico D. F., 1953), directora ejecutiva del Earl Warren Institute de la Universidad de California en Berkeley, en una entrevista a EL PA?S en el marco del festival VivAm¨¦rica. Como miembro del equipo de transici¨®n para la presidencia de Obama, particip¨® en el dise?o de la agenda del nuevo Ejecutivo y, como abogada, ha sido clave en el desarrollo de leyes anti-discriminatorias.
Pregunta. Habla de casta para referirse a los sin papeles en Estados Unidos. ?Simbolizan el fin del sue?o americano?
Respuesta. Siempre ha habido una marginaci¨®n de los inmigrantes, por cuestiones de idioma, por el sector econ¨®mico en el que trabajaban. Lo nuevo es que el sistema legal ha apartado a este grupo y le ha negado derechos b¨¢sicos de los que goza el resto de la poblaci¨®n. Su situaci¨®n es permanente, porque si no hay legalizaci¨®n, no pueden dejar de ser indocumentados. Seguir¨¢n en ese sistema que les proh¨ªbe hacer cosas que forman parte del mito de la movilidad social y econ¨®mica: tener coche, comprar una casa, mandar a sus hijos a la universidad y formarse. Y no es debido a la novedad, porque el 30% de los 11 millones de sin papeles lleva m¨¢s de 18 a?os en EE UU, el 40% m¨¢s de 13 y el 75% tiene hijos nacidos all¨ª. No es que se diga "no tienen derechos porque es un grupo nuevo y ya ir¨¢n integr¨¢ndose".
P. ?Ve posible, en un futuro inmediato, una legalizaci¨®n masiva de parte de los inmigrantes indocumentados como la que se llev¨® a cabo en Espa?a en 2005?
R. Se hizo en el '86, bajo Reagan, por cierto. El compromiso pol¨ªtico entonces fue una legalizaci¨®n de todos los que llevaban m¨¢s de siete a?os en el pa¨ªs. A cambio, a los que no cumpl¨ªan con ese requisito se les prohibi¨® trabajar. Una amnist¨ªa para seis millones, pero, al mismo tiempo, fue la primera vez que se hizo ilegal trabajar sin papeles. Es muy deprimente tener que decir que en este momento no lo vemos posible, porque aquella vez se realiz¨® con un presidente republicano y con votos republicanos. Y era antes de que el Partido Republicano diera un giro tan a la derecha. Antes, no depend¨ªa del ala extramadamente conservadora y xen¨®foba, ahora, de all¨ª salen los candidatos en las primarias.
P. ?Lo ve imposible aunque se alcance otro compromiso?
R. Los republicanos no van a dejar que se apruebe, incluso con medidas como las que se propusieron en 2006, como la ley Sensenbrenner que dec¨ªa que si alguien alojaba a un indocumentado se le pod¨ªa perseguir legalmente. La estancia ilegal no solo era una violaci¨®n de la Ley de Inmigraci¨®n [competencia federal], un delito menor, sino un crimen, tambi¨¦n para la gente que ayudara. Fue cuando la comunidad latina se ech¨® a la calle de manera masiva. El dilema para los dem¨®cratas y los activistas es que no vale la pena una legalizaci¨®n que trae consigo todo eso, es una situaci¨®n de bloqueo pol¨ªtico.
P. ?C¨®mo percibe el 66% de los estadounidenses de origen latino que apoy¨® a Obama en las elecciones de 2008 el fracaso de la reforma migratoria?
R. La gente entiende que hemos entrado en una etapa muy dif¨ªcil, que con esta oposici¨®n no se puede sacar adelante la reforma. Pero, entonces se pregunta ?por qu¨¦ aumentar la represi¨®n? La ley se aplica con m¨¢s fuerza que nunca. Bajo la Administraci¨®n de Obama, las deportaciones han aumentado un 50%. Los sin papeles tienen mucho miedo ya que las redadas en sitios p¨²blicos, en supermercados, en las filas de jornaleros, son cada vez m¨¢s frecuentes. Y luego est¨¢ la iniciativa de las comunidades seguras del Departamento de Inmigraci¨®n. Lo que dicen ya muchos es que, siga o no en vigor la Ley de Arizona, en el fondo no importa porque ya tenemos esa iniciativa. En California, en 2008, el voto latino, tradicionalmente bajo, aument¨® un 30%. Pero ahora es muy probable que no voten. Y no solo en las presidenciales sino incluso en las legislativas de noviembre. No creo que vayan a apoyar en ning¨²n momento a un candidato republicano, que es peor repecto a la cuesti¨®n de la inmigraci¨®n, pero tampoco se sienten motivados a votar por los dem¨®cratas. Se sienten decepcionados por el rumbo de la pol¨ªtica nacional.
P. ?En qu¨¦ consiste la iniciativa de las comunidades seguras?
R. Se pidi¨® en verano que todos los Estados firmaran un contrato seg¨²n el cual todas las c¨¢rceles tienen que tener comunicaci¨®n directa, 24 horas al d¨ªa, con Inmigraci¨®n en Washington. As¨ª se puede verificar el estatus migratorio de una persona en cuanto la traen a prisi¨®n. No es obligatorio, pero el gobernador o fiscal de un Estado que no lo haga corre un gran riesgo pol¨ªtico.
P. ?C¨®mo afectar¨¢ a los indocumentados?
R. En el Centro de Investigaci¨®n que dirijo hicimos un estudio de una ciudad en Texas que implement¨® algo parecido. Descubrimos que cuando empezaron a trabajar en la c¨¢rcel los agentes de Inmigraci¨®n, subieron de forma dram¨¢tica las detenciones de inmigrantes, casi todos latinos, por delitos menores y no por lo que se supon¨ªa?narcotr¨¢fico y cr¨ªmenes violentos?, e incluso el 50% de los detenidos eran residentes legales, con lo cual est¨¢ claro que los polic¨ªas se dejaban guiar por el aspecto f¨ªsico. El fin era llevarlos a la c¨¢rcel, donde sab¨ªan que estaba Inmigraci¨®n, bajo cualquier pretexto. A parte de que va a haber m¨¢s deportaciones, va a haber ese tipo de pr¨¢ctica racial, dependiendo de cu¨¢l sea la polic¨ªa. En una ciudad liberal, donde al jefe de la polic¨ªa no le interesa hacer eso, no pasar¨¢, pero en otros lugares interesar¨¢. En el fondo, los polic¨ªas se han convertido en agentes de Inmigraci¨®n, sin necesitar una cooperaci¨®n directa
P. ?La violencia del narco que asola a M¨¦xico influye en la radicalizaci¨®n de pol¨ªtica migratoria?
R. Todos los estudios que se han publicado ¨²ltimamente demuestran que el crimen ha bajado de forma dram¨¢tica en los Estados fronterizos e incluso en las ciudades fronterizas. Es un mito total, el miedo al crimen en la frontera y en ciudades con muchos inmigrantes, como Los ?ngeles. Eso viene de antes. Con la burbuja econ¨®mica, los latinos empezaron a trasladarse a Estados donde nunca hab¨ªan estado, fue una explosi¨®n. En Georgia, donde en su vida habian visto a un mexicano, ahora hay distritos escolares con un 70% de mexicanos. Son Estados fundamentalmente republicanos donde la gente se siente amenazada por un cambio racial y cultural, por el mestizaje.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.